La Asociación de Enfermos de Esófago Barrett promueve una investigación pionera sobre la evolución y el origen de la enfermedad

La acidez o reflujo gástrico constante y prolongado en el tiempo pueden ser dos síntomas del esófago de Barrett. La estimación inicial es que un 20% de la población sufre estas dos molestias estomacales, y de ellas, un 5% es susceptible de padecer dicha patología. El esófago de Barrett es un trastorno por el cual el revestimiento del esófago (el tubo que lleva el alimento desde la garganta al estómago) presenta daño a causa del ácido gástrico y se convierte en un revestimiento similar al estómago, lo que se denomina síndrome de Barrett. Las  personas que lo padecen pueden desarrollar otros cambios en el esófago, denominados displasia, y con ella, se incrementa el riesgo de padecer cáncer de esófago.

Desde la creación de la Asociación de Enfermos de Esófago de Barrett (Asenbar), cuyo presidente es salmantino, su lucha se ha centrado en la difusión de la enfermedad, y en estos momentos, han conseguido una investigación sin precedentes en la búsqueda de biomarcadores de prevención y evolución de esófago de Barrett, a cargo de Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la Unidad de Endoscopia del Hospital Clínico San Carlos y el Departamento de Anatomía Patológica de dicho hospital.

El presidente y uno de los socios fundadores de Asenbar, Juan Carlos Hernández, es también el delegado de la asociación en Castilla y León, y confirma la importancia del acuerdo de investigación con un centro puntero a nivel mundial. “Existían muy pocas investigaciones sobre el esófago Barrett, todas individuales, y ahora será mucho más amplio, incluso, en 2014 se sumarán los equipos más punteros de Europa, en concreto, de Holanda, Inglaterra y Alemania”, subraya. La investigación se prolongará durante cuatro años y en dos líneas de trabajo. Por un lado, sobre el avance de la patología del esófago de Barrett, “y sobre los estadios que existen: metaplasia, displasia de bajo grado, displasia de alto grado y adenocarcinoma (cáncer de esófago). Por otro lado, la investigación se centrará en el avance familiar de la patología, en aquellos casos con varios miembros en reflujo gástrico y esófago de Barrett, incluso en varias generaciones y otros grados parentescos: abuelos, nietos, tíos o primos.

“Vamos a contar con un cuestionario realizado conjuntamente por todos los implicados en el proyecto que contestarán los pacientes, y según sus respuestas, serán susceptibles o no de un estudio genético”, determina el presidente de Asenbar. El CNIO recibirá las respuestas y seleccionará a las personas más adecuadas, para que una vez allí, se realicen las analíticas y biopsias necesarias. Los 500 socios de Asenbar de toda España, ya que cuentan con diferentes delegaciones, serán los primeros en recibir los cuestionarios. En especial, están interesados en los grupos familiares afectados por esófago de Barrett, o con reflujo o acidez. “Y pueden participar en la investigación poniéndose en contacto con la asociación asenbar@gmail.com”, subraya Juan Carlos Hernández.

Jornada de difusión de Asenbar.

En este sentido, el máximo responsable recuerda que son muchas las personas que padecen esta enfermedad y no lo saben: “Es muy importante tener controlado la acidez y el reflujo gástrico, para que no empeore, en especial, con las cinco o seis fórmulas de omeprazol existentes, y seguir las pautas del médico”, enumera.

Los jefes de Digestivo de los principales hospitales españoles tendrán conocimiento de esta investigación y estarán abierto a que se incorporen al proyecto. “Va a suponer un antes y un después en nuestra patología, el hecho de determinar individualmente que probabilidades tiene cada persona de avanzar a cáncer de esófago”, reconoce Hernández. Destacar el número de familias en las que se asocian las tres condiciones: reflujo gastroesofágico, esófago de Barrett y cáncer de esófago. La idea es que con esta investigación se logre tener un perfil genético que permita asesorar correctamente a esas familias, y por otro lado, conocer los individuos con Barrett, a riesgo de desarrollar un cáncer de esófago a medio y largo plazo.

Por su parte, los miembros del Programa de Genética del CNIO contribuirán a favorecer la participación de pacientes en estudios genéticos con la intención de prestar un buen asesoramiento genético e identificar biomarcadores de progresión en la etapa precancerosa (Barrett), a la cancerosa (cáncer de esófago). El CNIO, además de seleccionar y asesorar a las familias, se encargará de la búsqueda de genes de susceptibilidad. Para ello utilizarán diferentes tecnologías entre los que destaca la secuenciación completa del exoma en tejido fresco y parafinado procedentes de pacientes  con diferentes estadios.