Florence Nightingale fue la pionera de la enfermería moderna y la primera defensora de las prácticas de enfermería basadas en la evidencia en el siglo XIX, pero desgraciadamente no tuvo a su alcance la tecnología de los hospitales modernos.
El mundo ha cambiado mucho en los dos últimos siglos. Sin embargo, creo ella que entendería la importancia vital de los datos, las presiones a las que se ven sometidas las enfermeras a la hora de proporcionar cuidados a los pacientes hoy en día, y cómo -juntos- los datos y las enfermeras pueden transformar los sistemas de salud.
Puede que incluso se cuestione el estado actual de la informática adaptada a este departamento y las áreas de inversión que cada vez son más importantes, algo que otros miembros de la comunidad sanitaria también han hecho desde el inicio de la pandemia. Así pues, considero que el Día Internacional de la Enfermería -que se celebra cada 12 de mayo en memoria de Florence Nightingale- es una oportunidad para reflexionar.
El lema del Día Internacional de la Enfermería 2022 ha sido Las enfermeras: Una voz para liderar y ha servido como llamada a la acción para “invertir en la enfermería y respetar los derechos para garantizar la salud mundial”. Apoyar a las enfermeras es fundamental para la salud de los pacientes y el bienestar de las enfermeras, por lo que debemos aceptar que la tecnología es una parte vital de los sistemas sanitarios actuales y debe priorizarse en términos de inversión.
Las enfermeras desempeñan un valioso papel en todos los equipos sanitarios y a menudo son las que prestan los cuidados de primera línea a los pacientes en urgencias o en planta. La cantidad de tiempo que una enfermera pasa con un paciente y el tiempo que tarda en responder a un botón de llamada influye directamente en su recuperación. Si la tecnología no lleva a la enfermera al lugar preciso para realizar la acción correcta en el momento adecuado, existe el riesgo de que se produzcan retrasos o que las tomas de decisiones se vean afectadas.
Además, la escasez de enfermeras es un problema. En 2020, el primer informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el estado de la enfermería en el mundo reveló que el número de profesionales era de 27,9 millones de personas a nivel mundial y estimó un déficit de 5,9 millones de profesionales. Ante este escenario, este colectivo debería tener voz en las decisiones organizativas y en las que afectan a inversiones tecnológicas. ¿Quién mejor que el personal de enfermería para decir qué herramientas mejoran su rendimiento y automatizan los flujos de trabajo?
Nuevas prioridades
La sanidad se ha centrado tradicionalmente en el control de los costes, la atención a la población y la experiencia del “consumidor”, es decir, del paciente. Ahora, los responsables de los sistemas sanitarios miran hacia delante y se centran en crear modelos operativos sostenibles con nuevas prioridades, como la mejora de la experiencia de los proveedores y los empleados y ampliar la prestación de asistencia a más personas. Por supuesto, todo esto debe estar apoyado por la tecnología para tener éxito.
La pandemia fue un importante acelerador de la adopción de la tecnología en los entornos de cuidados intensivos. En un reciente estudio de Healthcare Vision encargado por Zebra, el 85% de los responsables de la toma de decisiones informaron de que sus hospitales aceleraron sus proyectos tecnológicos y siguen aumentando las inversiones en soluciones de movilidad, localización y automatización. El 95% de los responsables de la toma de decisiones de TI esperan aumentar el gasto en soluciones de sanidad y movilidad clínica para finales de 2022.
Más concretamente, los directivos afirman que invertirán principalmente en herramientas de comunicación con los equipos de atención a los pacientes, así como en sistemas de alerta móvil. Los despliegues a corto plazo incluirán soluciones de identificación por radiofrecuencia (RFID) y Bluetooth® Low Energy (BLE) que proporcionan una precisión de localización exacta y agilizan la recuperación de activos.
Un análisis estima que las enfermeras dedican hasta 40 horas al mes a la búsqueda de equipos, y el 65% de los médicos que participaron en el estudio de Zebra consideran que el personal pasa demasiado tiempo buscando equipos y suministros médicos. Cada minuto cuenta en un entorno hospitalario. La buena noticia es que cualquier inversión en soluciones de localización tiene el potencial de ofrecer múltiples beneficios. Los sistemas RFID y BLE, por ejemplo, ayudan a optimizar la utilización de los activos, el seguimiento de los contactos y el control de las infecciones.
Los estudios sanitarios también demuestran que tecnologías como los sistemas de localización en tiempo real (RTLS) pueden suponer una reducción de hasta el 50% en los tiempos de rotación de camas y una reducción de hasta tres horas en la estancia de los pacientes. En un hospital de 275 camas, recortar cuatro horas de estancia media en el hospital equivale a tener 10 camas más disponibles.
Asumir un enfoque basado en datos
Los equipos de TI de los centros sanitarios tienen que actualizar los sistemas no siempre en el mejor momento. Por eso debemos recurrir a los datos para orientar las decisiones tecnológicas y comprender qué soluciones son las más adecuadas para que la escasez de enfermeras no sea un problema.
En otras palabras, no debemos limitarnos a hablar de “lo que deberíamos haber hecho mejor”. Ese era el pensamiento de 2021. Ahora debemos mirar hacia adelante, hacia los próximos 12 meses, y sentar las bases para los próximos años basándonos en lo que sabemos que podemos -y debemos- hacer mejor. Más de dos tercios (67%) de los directivos sanitarios que participaron en el estudio de Zebra no creen que sus organizaciones estén invirtiendo lo suficiente para maximizar la eficiencia del personal y creen que hay que hacer más, así que hagamos más (juntos). Será la única manera de fidelizar al talento en esta profesión.
Una llamada a la acción
Este Día Internacional de la Enfermería nos ha brindado la oportunidad de reconocer el extraordinario valor de nuestro colectivo de enfermeras con acciones tangibles. Debemos seguir comprometidos para impulsar el potencial del personal sanitario logrando que los equipos que apoyan su trabajo sean visibles, estén conectados y se optimicen al máximo. Debemos seguir adelante con la creciente lista de prioridades para que la lista de “problemas” que obstaculizan la asistencia sanitaria se reduzca. Florence Nightingale reconoció la perspectiva única de las enfermeras en la mejora de la asistencia sanitaria y hoy saludamos esta notable visión recurriendo a ellas para que marquen el camino a seguir; ellas conocen realmente el poder y el potencial de la tecnología.
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