¿Coordinación sociosanitaria?

Todos los expertos coinciden en la necesidad de organizar y coordinar los recursos sanitarios y sociales, sobre todo en el contexto socioeconómico actual, donde cada vez hay más personas que demandan cuidados profesionales, sociales y sanitarios. Por ello, es necesaria la atención conjunta de los dos recursos para dar una mejor asistencia y optimizar los recursos sociales y sanitarios.

Estos debates se vienen desarrollando desde el año 1991 con la Comisión de Análisis y Evaluación del SNS, donde se señalaba que no se podían separar, en su labor asistencial, la salud y los ervicios sociales. A lo largo de estos años se firmaron acuerdos, recomendaciones, normas y, recientemente, se elaboró el Libro Blanco de la Coordinación Sociosanitaria de España, del Ministerio de Sanidad Política Social e Igualdad, del 15 de Diciembre 2011, donde se reconoce la necesidad de esa coordinación y la implicación activa de los profesionales, así como la importancia de colocar a la persona en el centro y la razón de ser del sistema para conseguir una atención integral y de calidad, con un sistema eficiente y sostenible.

Pues bien, después de tanto debate, reflexiones y conclusiones, todas ellas orientadas en la misma dirección, seguimos con falta de capacidad organizativa y muy distanciados, pues los avances han sido mínimos. Seguimos sin coordinación y sin objetivos comunes.

Los recursos están descontrolados y son, en muchas ocasiones, ineficaces; no ha mejorado la red de infraestructuras, ni la financiación; se dispersan responsabilidades entre las diferentes administraciones, no utilizando y coordinando los recursos que tienen.

En el área hospitalaria, y más concretamente en los servicios de Urgencias, atendemos diariamente a muchas personas con problemas de salud que, además, viven situaciones de abandono, falta de alojamiento, maltrato y exclusión social que intentamos resolver, pero la fuerte demanda de los servicios de Urgencias no nos permite involucrarnos en estos problemas, que corresponderían a otros profesionales, como los trabajadores sociales, y que requieren de una atención urgente.

De nada sirven tantos convenios y acuerdos y editar libros blancos si sólo queda en el papel y no se resuelven estos problemas.

El Hospital Clínico y el Virgen de la Vega de Salamanca no pueden seguir con estas carencias de tener tres trabajadores sociales en el turno de mañana, para los dos hospitales, y el resto de la jornada carecer de ellos. Esto dice muy poco de la voluntad de nuestros gestores sanitarios, sobre todo,  de hacer realidad todas estas recomendaciones. El papel, la publicidad, la foto en los debates y jornadas, admiten todo para su lucimiento, pero luego la realidad es otra: en nuestros hospitales no tenemos respuestas rápidas a los problemas sociosanitarios urgentes en los turnos de tarde y noche, cuando más pacientes acuden a los servicios de Urgencias.