El año de las miradas

¿Quién no recuerda a Clint Eastwood en la película Por un puñado de dólares, con unos primeros planos de su rostro, de su mirada, con solo la música de Ennio Morricone de fondo, sin mediar palabra? ¿Quiénes de los profesionales sanitarios, enfundados en los EPI, sin necesidad de pronunciar ni una sola palabra, no han expresado con su mirada el sentimiento de frustración y rabia en muchos momentos? ¿Quién, por la calle, no ha ido mirando a su alrededor, incrédulo ante lo que veía, pensando que todo era un mal sueño?

Ha sido un año muy difícil. Yo que suelo tener siempre un pensamiento crítico, disconforme, no quiero rememorar lo que todos conocemos, las carencias del sistema sanitario o las malas decisiones de sus responsables, no es el momento. Quiero abrirles una puerta a la esperanza, que brillen sus miradas, que también brillan.

Vamos a comenzar un año con mucho camino recorrido, con muchas enseñanzas aprendidas, con unos conocimientos que nunca hubiéramos pensado adquirir. Ponernos mascarillas, lavarnos las manos con gel hidroalcohólico, distanciarnos de las personas, incluso de las más queridas por vulnerables, son costumbres adquiridas que nos van a dar ventaja este año.

Yo confío en la ciencia, en los científicos; conozco el esfuerzo sobrehumano que están realizando para encontrar soluciones, vacunas efectivas que nos inmunicen, tratamientos rápidos y efectivos que curen la COVID-19 de la forma más fácil posible; en todos los países se trabaja a un ritmo frenético, aunque nunca nos parezca lo suficientemente rápido. Este va a ser el año de las soluciones.

Empezaremos el año con unas primeras vacunas que evitarán muchas muertes, muchos ingresos en las UCI, muchas despedidas prematuras. Continuará con otras, como la vacuna española del CSIC, que neutralizará el virus nada más que nos contagiemos y evitará contagiar a los demás siendo administrada por vía intranasal, en lugar del pinchazo.

Paralelo a esto, las personas que enfermen tienen a su disposición cada día más tratamientos, incluidos los anticuerpos monoclonales, que están demostrando una gran efectividad si se ponen al inicio de los síntomas y confirmado el diagnóstico. Toda una serie de avances científicos que van a cambiar el modo de mirar a esta enfermedad hasta ahora imbatible.

El tiempo empieza a correr a nuestro favor. Cada día está más cerca el descubrir nuestra cara, el poder besarnos y abrazarnos sin miedo; este será el año del resurgimiento, donde volvamos a reír, a mirarnos a los ojos y contemplemos las sonrisas cómplices. Las miradas volverán a ser lo que fueron. Sinceramente, así lo creo, y por eso les deseo un nuevo año cargado de esperanza.