Pero, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué son las Unidades de Gestión Clínica?
Gestión clínica quiere decir: la gestión de los servicios hospitalarios directamente por los clínicos, los médicos. En la actualidad, un hospital lo dirige el director y su equipo directivo; cada especialidad médica tiene su servicio y el jefe del servicio es el que organiza el trabajo asistencial, y cuando necesita algo (personal, aparatos, material) tiene que pedírselo al director, que se lo dará o no. Cuando el servicio se convierta en una Unidad de Gestión Clínica, su director también se encargará directamente de la gestión económica y del personal, según el nivel de autonomía que se le conceda.
Las Unidades de Gestión Clínica son el proyecto puesto en marcha por la Junta de Castilla y León con tres niveles de autonomía. En el nivel I no se puede contratar personal ni ampliar presupuesto, pero sí marcarse objetivos asistenciales y de control del gasto; si al final del segundo año se alcanzan los objetivos y hay ahorro, pueden repartirse beneficios. El nivel III no se conoce todavía, pero podría ser el nivel actual norteamericano en el que se inspira este modelo: una empresa; el paciente (o su aseguradora) paga a la Unidad que le atendió y ella se encarga de gestionar, contratar el personal, renovar aparataje, competir, marketing, etc.
¿Cuáles son las ventajas de la gestión clínica? Mayor compromiso de los profesionales en la administración de los recursos; importante, porque éstos deben ser conscientes de la necesidad de utilizar criterios de eficiencia. Da autonomía a los servicios hospitalarios y a los centros de Atención Primaria para eliminar burocracia y gestionar sobre el terreno. Pueden servir para coordinar los niveles de Atención Primaria y Hospitalaria, estableciendo guías, protocolos que racionalicen la asistencia sanitaria.
La gestión clínica no precisa de cambios en el sistema sanitario, porque lo esencial para su desarrollo es un cambio de la cultura organizativa que busque el compromiso diario de los profesionales sanitarios con el buen funcionamiento de la Sanidad pública, los procesos asistenciales y la asignación de los recursos.
¿Cuáles son los problemas de las Unidades de Gestión Clínica? Propician la fragmentación del sistema en centros y unidades, introduciendo criterios de competencia y de mercado en el sistema sanitario, en lugar de cooperación. Introducen la rentabilidad económica y los incentivos que, si no están bien fundamentados en la calidad, pueden tener un efecto perverso sobre la veracidad de los sistemas de notificación y registro, sobre la selección de procesosn prefiriendo los rentables en menoscabo de los crónicos, afectando a la equidad que ofrece la Sanidad pública (niveles de salud y satisfacción para todos), con muchas similitudes con la gestión empresarial.
Demasiada diferencia entre estamentos: para los médicos pueden ser relevantes, pero para el resto no. Posibilitan alianzas con otras unidades, centros sanitarios públicos y privados, laboratorios farmacéuticos, industrias de tecnologías sanitarias… con peligro de financiación encubierta. Pueden afectar el régimen laboral de los trabajadores, pues aunque el decreto y la orden lo desmienten, son de rango inferior a la Ley 10/2013 de Regulación de Fármaco-Vigilancia, disposición adicional 5ª, que establece que el personal de las UGC estará regulado por el régimen laboral de las empresas privadas.
Conviene recordar que nuestro modelo sanitario de Sanidad pública y su sistema de hospitales y centros de salud es propiedad del conjunto de la ciudadanía, y no de los profesionales sanitarios, ni de los médicos, ni de los políticos. Pertenece al conjunto de la población, que la ha hecho posible y la mantiene con sus impuestos. El desarrollo de Unidades de Gestión Clínica tiende a obviar esta realidad, al dejar en manos de administradores y profesionales decisiones en gestión que afectan a todos los ciudadanos.
Defendemos una Sanidad pública, universal y gratuita, y rechazamos las Unidades de Gestión Clínica porque en ellas vemos la intención clara de aprovecharse de esta fragmentación de los centros (ya que las Mareas Blancas hicieron fracasar el intento de hacerlo con hospitales enteros), para dividir al personal, instalar la lógica empresarial y de mercado en el sistema sanitario y avanzar en la privatización de la Sanidad pública.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios