Hoy, Día Mundial de la Diabetes, pacientes y profesionales sanitarios alzan la voz para pedir una atención multidisciplinar para esta enfermedad, que deja 25.000 fallecidos cada año en España, una media de 70 cada día.
Además, las cifras continúan en aumento, puesto que unas 400.000 pacientes desarrollan diabetes al año en España. Por otro lado, el hecho de que la diabetes al inicio no presente síntomas, dificulta el diagnóstico precoz de la misma, por lo que casi la mitad de los casos están sin diagnosticar.
La diabetes presenta varias comorbilidades en aquellos que la padecen y todos los tipos pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Además, provoca el aumento de factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad.
En países del continente africano y en zonas de América Latina donde el incremento también es preocupante, la diabetes supone un reto en todos los aspectos: diagnóstico, terapéutico, social.
El Dr. David Chaparro, coordinador del Grupo de Trabajo Cooperación y Ayuda al Desarrollo de SEMES, comenta al respecto que “el problema no se centra en la capacidad de médico, que en esos países sí están bien formados y capacitados, sin duda; sino de que el paciente siempre debe pagar parte de la atención, y esto provoca que muchos de ellos no acudan a sus servicios”. Además, el experto añade que, en estos territorios, los nuevos fármacos no siempre se encuentran disponibles debido a sus costes: “esto deja a especialistas y pacientes en manos de fármacos antiguos y con pocas posibilidades de mejorar el tratamiento”.
En este sentido, la insulina, que este año cumple 100 años, cobra especial relevancia en los países subdesarrollados. David Chaparro añade que “no es raro que la insulina, que debe ser inyectada cada día en el paciente, sea rechazada por el mismo; sobre todo en zonas rurales o más pobres”. El doctor indica que esto se debe a la escasa formación de la población, rechazando la medicación subcutánea; y la pobreza, no solo por la dificultad de comprar insulina de cualquier tipo, sino porque en muchos casos los pacientes no disponen de neveras donde guardarla: “se ven obligados a buscar trucos como hacer un agujero en el suelo de la casa.”
Diabetes en Urgencias
Los Servicios de Urgencias españoles tienen una gran responsabilidad tanto en el diagnóstico de estos pacientes como en su manejo. Según un estudio propio de SEMES y SEMES Diabetes, el 36,6% de los pacientes que ingresan desde el Servicio de Urgencias son diabéticos y, de ellos, el 58% presentan hiperglucemia precoz y mantenida.
La Dra. Esther Álvarez, coordinadora del Grupo de Trabajo de SEMES Diabetes, añade que “las emergencias diabéticas pueden poner en riesgo la vida del paciente si no se controla de forma rápida y eficaz, por lo que un buen conocimiento y manejo de la diabetes evitará complicaciones y mejorará el pronóstico de estos pacientes”.
Por su parte, el Dr. César Carballo, vicepresidente de SEMES Madrid y miembro de SEMES Divulgación, añade que “también debemos profundizar en las necesidades de los profesionales de Urgencias y Emergencias para poder dar respuesta a la atención del paciente”, razón por la que los expertos inciden en la creación de la Especialidad de la Medicina y Enfermería de Urgencias y Emergencias.
El 80% tienen sobrepeso
También, en estel marco del Día Mundial de la Diabetes, médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) protagonizan una campaña en redes sociales (vídeos disponibles aquí para descarga) en la que conciencian sobre las principales medidas para prevenir complicaciones en diabetes y lograr un buen control de la patología, como son la adherencia a la dieta y la medicación, el ejercicio físico y el autocuidado, así como cumplir con las revisiones periódicas programadas con los profesionales sanitarios. Dieta, medicación, ejercicio físico, autocuidado y revisiones periódicas, recuerdan, son las principales medidas para controlar adecuadamente la patología.
Cobra una especial importancia en el abordaje de la patología, además, “lograr un objetivo de peso saludable”, añaden. El 40% de las personas con diabetes tiene obesidad y el 80% sobrepeso en España. El control de la patología, inciden, debe ir “mucho más allá de vigilar los niveles de glucemia”. Se trata de una enfermedad de carácter sistémico que puede acarrear múltiples complicaciones de salud y afectar a distintos órganos diana (entre ellos, corazón, riñón, ojos o cerebro).
El Dr. José María Fernández, afirma que “la diabetes es una carrera de resistencia, pero de resistencia con final feliz. Los pacientes diabéticos debéis tener claro que si seguís la dieta e indicaciones de vuestro médico especialista o de Atención Primaria, controláis la tensión, las cifras de glucemia, los lípidos y, por supuesto, intentáis reducir el peso evitando estar en sobrepeso u obesidad y abandonáis el tabaco, vais a poder tener buena calidad de vida y proteger vuestros principales órganos (corazón, riñón, cerebro…)”.
Por su parte, la Dra. Dolores García de Lucas,indica que “cada día vemos a muchos pacientes con esta enfermedad y sus complicaciones, a los que queremos acompañar, ayudar, guiar y mantener con la mejor calidad de vida posible. ¿Qué deben hacer los pacientes? Confiar en nosotros, hacer las cosas lo mejor que deben, no abandonar el estilo de vida adecuado que es la piedra angular de su tratamiento, tomar la medicación y no desanimarse. Es posible vivir bien con diabetes”.
Según el Dr. Javier Carrasco, actual coordinador del GT de Diabetes, Obesidad y Nutrición de SEMI, asegura “si quieres mejorar tu enfermedad o incluso prevenirla es muy importante el ejercicio físico. Hay que realizar cualquier tipo de ejercicio: camina por tu ciudad, por el campo, monta en bicicleta, corre, nada o haz cualquier otro tipo de deporte. Es fundamental para prevenir la enfermedad y, en el caso de que seas diabético/a, ayuda claramente a mejorar el pronóstico de la enfermedad y contribuye a la acción de los fármacos. Ánimo y muévete”.
El Dr. Pablo Miramontes reitera que “el control de la diabetes no termina con el control de la glucemia solamente; es importante en tu diabetes controlar tus ojos, tu corazón, tus pies, tu aparato circulatorio y vigilar tu función renal. No olvides nunca que el control de la diabetes va más allá de tu control glucémico. Acude a hacer todas tus revisiones que tengas programadas por tus profesionales sanitarios”.
En palabras de la Dra. Isabel Pérez Soto, “sabemos por la medicina basada en la evidencia que ganar entre 5 y 7 kilos a lo largo de varios años multiplica hasta por 2 el riesgo de diabetes. Además, hasta un 40% de las personas con diabetes tiene obesidad y hasta un 80% sobrepeso. Si conseguimos perder esos 5-7 kilogramos vamos a obtener un mejor control de las glucemias, más beneficios a nivel cardiovascular y una disminución de la mortalidad. Dos mensajes importantes: no es posible engordar sin enfermar y prevenir es la única posibilidad porque no podemos curar la diabetes. Los médicos no podemos dejar de valorar y de tratar a las personas con obesidad, sean diabéticas o no”.
La Dra. Lola López Carmona ncide en que “una de las incertidumbres más importantes a las que se enfrenta un paciente diabético en su día a día es saber si está consiguiendo un buen control de su glucemia. No hay que caer en el error de esperar a la siguiente visita o analítica para saber si estamos haciendo bien las cosas. De hecho, el autocontrol de la glucemia es una de las medidas más eficaces para conseguir los objetivos. En el caso de los pacientes con antidiabéticos orales, bastará con una determinación mensual o cada dos meses. En esa visita, podemos chequear el resto de medidas que estamos haciendo, dieta, ejercicio, adherencia al tratamiento. En el caso de pacientes con insulina, será imprescindible que realicemos un diario, ya que la glucemia no se puede interpretar de forma puntual un día”.
Una persona con diabetes tiene hasta 40 veces más riesgo de amputación
El pie diabético es una complicación de la diabetes mellitus producido principalmente por una pérdida de sensibilidad y del aporte sanguíneo que afecta a la extremidad inferior. En la mayor parte de las ocasiones, se manifiesta como una úlcera en el pie con poca tendencia a cicatrizar y que en ocasiones puede complicarse. Se calcula que, aproximadamente, el 25% de las personas con diabetes desarrollarán una úlcera en el pie a lo largo de la vida.
La principal complicación de la úlcera del pie diabético es la infección, que puede afectar tanto al hueso como a los tejidos blandos, y en algunas o ocasiones puede suponer la amputación de parte del pie o de la pierna. Una persona con diabetes tiene entre 15 y 40 veces más riesgo de sufrir una amputación de la pierna que una persona sin esta enfermedad.
Aunque el pie diabético se ha considerado tradicionalmente como una úlcera, hoy en día se considera como un signo de una enfermedad multiorgánica, por lo que requiere la intervención de diferentes disciplinas involucradas en su manejo.
Según la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, Elena Carrascosa, “la podología es la pieza que falta en la unidades de pie diabético de los hospitales”.
El síndrome del pie diabético se asocia con altas tasas de mortalidad, superiores a los cánceres más comunes, como el cáncer de mama o el cáncer de próstata. Debido a que la presencia de una úlcera de pie diabético aumenta el riesgo de amputación y mortalidad, a la vez que reduce de forma drástica la calidad de vida del paciente, “es fundamental aumentar la concienciación sobre esta enfermedad y, sobre todo, fomentar los programas de prevención primaria”, en opinión de Carrascosa.
Según el doctor José Luis Lázaro, profesor y jefe de la Unidad de Pie Diabético de la Universidad Complutense, “para establecer un correcto abordaje preventivo es necesario evaluar el grado de riesgo que el paciente con diabetes tiene de desarrollar una úlcera en el pie, es necesario conocer el estado neurológico, vascular y la presencia de deformidades y, en esta evaluación del riesgo, el podólogo tiene un papel clave”.
Lázaro, la mayor autoridad nacional en pie diabético y una de las más destacadas del mundo, participará, en representación del Consejo de Podólogos, el día 24 de noviembre en un seminario online sobre prevención del pie diabético, organizado por la Federación Española de Diabetes y que cuenta con el apoyo de Menarini. “Todas las personas con diabetes deben acudir, como mínimo, una vez al año al podólogo para que determine el grado de riesgo de sufrir una úlcera en el pie y para que evalúe el estado de salud de este”, apunta la presidenta del Consejo General de Colegios de Podólogos.
Una de las principales causas del desarrollo de úlceras de pie diabético son las anomalías en la marcha y, como consecuencia de éstas, la aparición de callosidades o hiperqueratosis. “El podólogo debe valorar la presencia de deformidades en los pies y valorar si el paciente precisa de una plantilla a medida que compense las alteraciones biomecánicas y del uso de un calzado terapéutico adecuado al riesgo del paciente”, asegura el doctor Lázaro.
“La selección de un calzado adecuado es clave en la prevención del pie diabético, y en este campo el podólogo debe aconsejar al paciente sobre qué calzado es el más adecuado y en qué casos se necesita el uso de un calzado terapéutico”, recuerda Elena Carrascosa.
“Cuando la úlcera se ha producido, las claves de su manejo son el desbridamiento frecuente y la descarga de presión de la herida. La indicación y aplicación de los dispositivos de descargas es competencia del podólogo”, apunta el profesor de la Complutense.
Las recomendaciones de las guías de consenso en el ámbito internacional incluyen al podólogo como profesional necesario en todos los niveles asistenciales, desde atención primaria hasta la atención en unidades especializadas en hospitales.
Uno de los principales retos del pie diabético es la alta tasa de recurrencias y reulceraciones. Se ha descrito que alrededor del 70% de los pacientes sufrirán una nueva úlcera a lo largo de los 5 años posteriores a la cicatrización, y la mayor proporción de éstas se producen a lo largo del primer año después de la curación de la herida.
Para evitar estas alta tasas de recurrencia, es necesario una intervención temprana con la aplicación de plantillas a medida y de un calzado terapéutico, donde “el podólogo tiene un papel clave para el diseño, indicación y evaluación de estos tratamientos ortopédicos”, según el doctor Lázaro.
En resumen, todas las personas con diabetes deberían acudir al podólogo, como mínimo una vez al año, para evitar la aparición de una úlcera y conocer el estado de su salud de sus pies. Es importante recordar que, en palabras del profesor, “salvar pies es salvar vidas”.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios