El pasado martes charlamos con uno de los mayores expertos en vacunas del país, el doctor Fernando Malmierca, en el espacio quincenal que Intereconomía Salamanca cede a Salud a Diario dentro del programa Capital Salamanca. Con él hablamos sobre dos asuntos de plena actualidad que están generando mucha preocupación en las familias: la vacuna frente al meningococo B y la inmunización de los recién nacidos frente a la tosferina a través de la vacunación de las embarazadas.
En los dos casos existe un serio problema de desabastecimiento. Y muchas dudas. A algunas de ellas respondió este reconocido pediatra de Salamanca, asesor del Ministerio de Sanidad en diferentes materias y vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría. Dado su interés, reproducimos la entrevista que mantuvimos con el especialista.
¿Por qué una vacuna como la del meningococo B, recomendada desde hace mucho tiempo por los pediatras, autorizada hace casi tres años y por fin disponible en las farmacias españolas, se agota a las primeras de cambio? ¿No se contaba con una alta demanda?
Efectivamente, alguien no contaba con esa demanda. Ante preguntas como ésta, siempre digo que yo tendría que responder: “Preguntad a los responsables, que son los que fabrican la vacuna”. Pero sí, efectivamente, no esperaban algo que los pediatras sabíamos que iba a ocurrir.
Hasta ahora la vacuna era de uso hospitalario y no estaba disponible para las familias, pero no parecía existir una gran preocupación por ello. Sin embargo, creada la necesidad, el hecho de esperar meses inquieta a los padres. ¿Qué les podemos decir para que estén tranquilos? ¿Qué riesgos corren los niños sin inmunizar?
Esta vacuna es relativamente reciente, solo en el Reino Unido se puso a disposición de la población a finales de 2013 o principios de 2014, y hasta ahora era el único país que realmente la tenía implementada. Es una vacuna muy experimentada en determinados brotes que han ocurrido en universidades, donde, como son sitios donde la meningitis B podría ocurrir con más facilidad, cuando hubo un acúmulo de casos se puso a toda la población universitaria y los casos desaparecieron. Por otra parte, hay que señalar bien que la meningitis B es una enfermedad muy poco frecuente. Insito: muy poco frecuente. Esa es la razón por la cual los órganos reguladores -el Ministerio y las direcciones generales de Salud Pública- consideraban que no debía estar más que para algunos casos de niños de riesgo, que son muy poquitos, y es por eso que era de uso hospitalario. Sin embargo, es una vacuna que, aunque muy reciente, ya está probando su eficacia, y la enfermedad por meningococo B -no confundir con el C, contra el que la población española está vacunada a cargo de las administraciones públicas-, aunque es muy poco frecuente, es muy grave, y la población, ante la palabra meningitis, tiene sus preocupaciones. ¿Riesgos por no tener la vacuna? Los mismos que antes. Realmente era muy poco frecuente, y sigue siendo muy poco frecuente. Lo que esperamos al vacunar es que esa frecuencia disminuya más todavía. También quiero señalar una cosa, y perdonad que me alargue: todo tipo de meningitis por meningococo -por los diferentes serotipos que hay- tiene una presentación cíclica; es decir, hay un momento en el que suben los casos y otro en el que bajan. En estos momentos estamos bajando y tendiendo a la baja. Si hace unos años la prevalencia era poco más de un caso por cada 100.000 habitantes, en 2014 la prevalencia era de 0,50 por 100.000 habitantes. Realmente es muy escasa. Pero es muy grave y, por lo tanto, si dispones de algo que puede evitarla, está justificado intentar utilizarlo.
¿Pero entonces podemos esperar relativamente tranquilos?
No es que podamos, es que tenemos. Una vacuna no se fabrica de hoy para mañana. Esta vacuna se acaba de implementar en el Reino Unido dentro de sus calendarios, es decir, financiada por el sistema público. El motivo es que allí la enfermedad es mucho más frecuente que aquí. Como en España también es más frecuente, aunque no mucho más, en Galicia que en Castilla y León, por ejemplo. Pero recordemos una cosa de las estadísticas: ser frecuente no significa que todos nos comemos medio pollo; unos se comen dos y otros se tiran dos meses sin probarlo. Hay que esperar, pero situando bien la cuestión y no creando alarmas sociales. Porque sí es cierto es que ante la gran demanda que ha habido, enseguida se corrió el rumor de que había un brote, una epidemia. No, mentira. Ni hay brotes, ni hay epidemias, y en nuestra Comunidad Autónoma -vamos a tocar madera- tenemos una incidencia mucho más baja que en otras partes de España. Sí quiero señalar que dentro de esa escasa frecuencia que no me hartaré de destacar -lo cual no quiere decir que no vacunemos- sí hay dos periodos en los que la infección es más frecuente: en los niños pequeñitos, por debajo de los 5 años y, sobre todo, de 0 a 1 años, y los adolescentes. Es donde se produce una mayor frecuencia, siendo, repito, una prevalencia muy pequeña.
¿Y a qué se deben esas diferencias de prevalencia entre comunidades?
Realmente es difícil saberlo. Antes apuntábamos, y es cierto, que cualquier tipo de meningitis se da sobre todo en lugares donde hay acumulación de personas. El meningococo lo tenemos casi todos en la faringe, pero está ahí y por lo general no produce ninguna incidencia. Cuando hay un cúmulo de casos, la extensión es mucho más fácil. Cuando hay más niños que, en vez de estar en la calle saltando y brincando, están en lugares más cerrados porque es invierno, es mucho más fácil su transmisión. Hay otras muchas circunstancias, como los déficits inmunitarios, las características raciales… Pero no hay ninguna circunstancia que tenga que ver con que los gallegos hablen gallego… (risas).
Algunas farmacias calculan que el problema de desabastecimiento podría estar resuelto en el segundo trimestre del próximo año. ¿Hay alguna previsión en este sentido?
La fecha que se está dando es esa, el segundo trimestre. Pero el segundo trimestre es abril, mayo y junio, o sea que el 30 de junio sigue siendo segundo trimestre. Yo diría que hasta el verano… Esa es mi opinión, pero yo no tengo datos, yo solo soy un pediatra de Salamanca…
¿Pero cree que se irán suministrando poco a poco o que todo el mundo tendrá que esperar?
Habrá que esperar, porque vacunas no hay. De hecho, el Ministerio ha liberado 60.000 dosis que se espera que sean para ello y, además, hay que prever algunos casos. Sabemos que se han tomado medidas para esos casos de niños en situación de riesgo por su situación inmunitaria o por otras circunstancias, que son muy pocos, realmente. Esas dosis están en reserva, en el hospital, que son las que se administraban hasta ahora. Obviamente, también hay que reservar, y éste es quizá el mayor problema, para aquellos que fueron muy diligentes y se pusieron la primera dosis. Las previsiones que se están haciendo, y hay conversaciones en curso, son asegurar las dosis para aquellos que ya han iniciado la vacunación.
¿La inmunización perdería su eficacia de no completarse?
Lo que ocurre es que en estos momentos todavía no tenemos datos sobre qué es lo que ocurriría con alguien que se quede con las dosis de manera incompleta. Sabemos lo que ocurre con cualquiera de las otras vacunas; por ejemplo, si se retrasa una vacuna de tosferina, en cuanto administras las siguientes dosis recuperas la inmunidad. La vacuna frente al menincococo B es muy reciente… Cuidado: esto no significa que no esté experimentada; está súper-archi-experimentada. No es una vacuna muy antigua, pero los trabajos de investigación llevan más de diez o doce años.
Esa inquietud también la tienen muchas familias, que piensan: “Es nueva, no sé si vacunar a mi hijo”…
Claro, pero es que siempre que se empieza a poner una vacuna es nueva, sin duda ninguna. ¿Qué pasó con el conocidísimo Prevenar? En aquel momento era nueva, y yo recuerdo los problemas que hubo, porque ahora tenemos los mismos. Inicialmente la Administración consideró que no era una vacuna de administración sistemática, y ahora ya está en muchos calendarios, aunque no en todos. En Castilla y León vamos a presumir, porque fue una de las primeras comunidades que la incorporó. Sin embargo, en estos momentos, habiéndose emanado una recomendación del Ministerio de Sanidad, todavía hay seis comunidades autónomas españolas que no tienen implementada para sus niños la vacuna del neumococo (Prevenar).
Las sociedades de Pediatría pedían a la Administración sanitaria la financiación de esta vacuna, pero finalmente el Gobierno y las comunidades solo han accedido a permitir su venta libre en las farmacias, a un precio aproximado de 106 euros por dosis. ¿Cree que a corto o medio plazo esta vacuna podría incluirse dentro del calendario financiado?
Antes de nada, me gustaría hacer una precisión: el número de dosis varía en cada caso, por lo que siempre digo lo mismo: que cada mamá o cada papá consulte con su pediatra, que a a informarles estupendamente, porque pueden ser más o menos dosis. En cuanto a la financiación, para ser breve: todas deberían ser financiadas, por una cuestión de equidad, pero desafortunadamente el sistema público y la economía no siempre van de manera paralela. Es comprensible que en este primer momento no sea financiada, pero esperemos que a corto plazo se corrija, como ha ocurrido con Prevenar.
Habría muchas más cuestiones que abordar, pero nos vamos quedando sin tiempo y tenemos que pasar al problema de la vacuna frente a la tosferina. De nuevo ha tenido que ocurrir una desgracia para que se ponga sobre la mesa una necesidad, que es la protección de los bebés frente a esta enfermedad, que puede ser muy grave en las primeras semanas de vida, porque no reciben la primera dosis hasta los dos meses. Por eso los pediatras recomiendan vacunar a las embarazadas para que transfieran inmunidad a sus bebés. Sin embargo, una vez más, no hay vacunas suficientes para hacerlo…
En vuestra presentación sobre las vacunas habéis usado una palabra que me ha gustado mucho, que es el protagonismo que tienen. A veces se dice que las vacunas están de moda, y no; las vacunas nunca están de moda, tienen un protagonismo claro. Efectivamente, cuando un caso llega a los medios, la mancha de aceite se extiende más, es mucho más grande y se pone más sobre el papel, pero esto no es nuevo. Esto es largo de explicar, pero voy a ir a lo que creo que más puede interesar. Las muertes por tosferina no son cosa del otro día. En los últimos años ha habido un repunte de tosferina por diferentes circunstancias, y ya hace años ha habido muertes de niños de menos de 2-3 meses por tosferina. ¿Motivo? Hasta los dos meses no se les vacuna, y el niño hasta esas edades está desprotegido. La tosferina en un pequeñito puede ser muy grave, e incluso mortal, porque no tiene defensas, porque su extensión es más grande. Me refiero sobre todo a los menores de 2-3 meses. ¿Cuál es el objetivo en estos momentos? Como no hay vacuna para administrarla antes -que es un método que ya se intentó, pero no sirve-, hay que proteger a esos lactantes, lo cual no significa desproteger a los mayores. El sistema no es nuevo. ¿Qué es lo que se pensó? Vacunar a las embarazadas. Se vio que es inocuo para ellas, las protege para que no tengan una tosferina en ese periodo perinatal y, sobre todo, que transmiten anticuerpos al recién nacido. Es decir, lo tenemos protegido sin riesgo para la madre. La técnica para proteger a esos niños es francamente buena. Pero si en España han aproximadamente 450.000 nacimientos al año significan 450.000 embarazadas. Si había unos cálculos para vacunar y no hay suficientes dosis, el objetivo ahora es ir vacunando a estas mujeres, y ya se irán produciendo más vacunas.
Se ha recomendado suspender temporalmente la vacunación de los 6 años para que esas unidades previstas como dosis de recuerdo se empleen en proteger a las embarazadas¿Qué está sucediendo en Castilla y León?
El problema de falta de vacunas no es nuevo. Castilla y León tenía previsión suficiente para tener vacunas frente a la tosferina durante varios meses, cosa que en comunidades vecinas no ha ocurrido y llevan tiempo sin poner la vacuna de los 6 años. Pero, lógicamente, si se implementa la vacunación en las embarazadas y no se habían calculado dosis suficientes, hay que conseguirlas de alguna manera. Por eso no es que se vaya a suspender la vacunación de los 6 años, sino que se va a retrasar y así, mientras tanto, tenemos dosis para las embarazadas. Pero esto no se va a comprar en farmacias, por eso la decisión tiene que ser de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Castilla y León, algo que espero que ocurra pronto.
¿Entonces la decisión no está tomada y no se está aplicando esta medida?
No se está aplicando, y la decisión yo no la sé. Yo solo soy un pediatra de Salamanca… (risas).
Muchas gracias, doctor Malmierca; nos hemos quedado sin tiempo, pero esperamos haber respondido a algunas dudas y preocupaciones…
Sobre todo, no alarmar, porque no hay motivo para alarmar.
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