Hasta un 91% de las personas que padecen problemas vesicales y/o uretrales tienen alguna disfunción sexual, entre ellas el dolor genital, la falta de deseo o la disfunción erectil, añadiendo negativas repercusiones psicológicas en aquellos pacientes que ya tienen un problema urológico y sexológico.
Sin embargo, tal y como explicó el médico, psicólogo, máster en Sexología clínica y terapia de pareja y actualmente director del Instituto andaluz de Sexología, Francisco Cabello Santamaría, “afortunadamente, cada día tenemos más medidas eficaces para abordar este problema desde la sexología”.
Así lo puso de manifiesto durante la conferencia organizada por la Asociación de Afectados por Cistopatías y Patologías de Uretra Crónicas de Castilla y León (ACPUCCYL) en el Casino de Salamanca, con un aforo completo y la asistencia de destacadas personalidades médicas.
En su charla, el doctor Cabello aseguró que “la sexualidad es un pilar importante de la salud mental e imprescindible para la calidad de vida, pero ha sido un terreno poco estudiado en quienes padecen cistopatías y patología uretral crónica”. Según la bibliografía existente al respecto, entre un 7%, en su cifra más baja, hasta un 91% de las personas con problemas vesicales y/o uretrales manifiestan sufrir alguna disfunción sexual, entre las que se encuentran la dispareunia (dolor genital), falta de deseo, trastorno de la excitabilidad y anorgasmia en el caso de la mujer, y la disfunción eréctil y trastorno del deseo en el caso del hombre.
De este modo, según indicó, “al problema urológico y sexológico, hay que añadir las repercusiones psicológicas añadidas por el estrés consuecuente al sufrimiento de la enfermedad y la ansiedad que genera enfrentarse a unas relaciones sexuales donde va a a aparecer dolor, una circunstanca presente entre el 40 y el 90% de las personas durante o después de la relación sexual. Una sexualidad donde hay miedo a mojar la cama o tener pérdidas urinarias durante el coito y donde la satisfacción deja mucho que desear”.
Por estas circunstancias, va a ser difícil mantener la autoestima, tener un buen estado de ánimo y alcanzar una buena calidad de vida. A pesar de ello, el director del Instituto andaluz de Sexualidad aseguró que “partiendo de la máxima un pene erecto no hace sólida una relación, como tampoco una vagina húmeda. La incontinencia urinaria no significa incompetencia de genitales. La ausencia de sensaciones no significa ausencia de sentimientos, existen una serie de estrategias psicologicas que van a ayudar a opitimizar la sexualidad y al mismo tiempo disponemos de fármacos que de forma combinada con la intervención psicológica y estudiando caso por caso, permiten adoptar una sexualidad saludable”.
Para el doctor, se trata de una “cuestión imprescindible para mejorar la salud global, ya que se ha demostrado recientemente en un estudio con una muestra de 22.654 personas que la inactividad sexual conlleva mayor frecuencia de cáncer y cirugía, peor visión y pérdida de audición, menor salud mental y tendencia a la demencia y proporción más elevada de enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo, como la diabetes, la hipertensión y la hipercolesterolemia”.
En conclusión, considera que “todas las personas afectadas de un cuadro de cistitis o enfermedad uretral crónicas debiera hacer un tratamiento etiológico de su problema y además ser evaluadas desde un punto de vista sexológico para emprender un tratamiento que restaure su función sexual”.
Patologías más frecuentes
Entre las patologías urológicas más frecuentes relacionadas con los problemas sexuales se encuentran las infecciones de orina, la incontinencia urinaria, el prolapso de vísceras pelvianas y la vejiga dolorosa, tal y como explicó a los presentes María Fernanda Lorenzo Gómez, uróloga del Hospital Universitario de Salamanca y profesora de Urología de la Universidad.
Según su información, las infecciones de orina son cada vez más frecuentes, sobre todo en mujeres, y cada vez hay más de repetitción, principalmente por un déficit de la inmunidad, “por lo que hay que fortalecer esa inmunidad para que no afecte a la calidad de vida de la pareja y para ello actualmente se cuenta con vacunas”
Sobre la incontinencia urinaria, “el diagnóstico lo hace la propia paciente y se puede abordar desde la reeducación del suelo pelviano hasta con tratamiento quirúrgico”, aseguró la doctora.
La astopatía intersticial tiene una prevalencia de 500 personas por cada 100.000 y supone la necesidad de orinar de manera urgente, y además, de forma dolorosa, lo que acaba provocando depresión. En relación al sexo, afecta a 10 mujeres por cada un hombre y las edades más habituales son entre los 25 y los 55 años, con una media de 42.
Para el tratamiento del también denominado síndrome de la vejiga dolorosa se utiliza la fisioterapia, analgésicos potentes e instilaciones vesicales de ácido hialuronico y toxina botulínica, y en los casos más graves cistectomía, “pero todavía hay mucho campo por explorar y mejorar en los tratamientos”, según la doctora Lorenzo.
Asociación de Castilla y León
En la presentación de ambos ponentes, la presidenta de ACPUCCYL, Filomena Herrera Criado, les agradeció su implicación para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, a quienes el sistema sanitario todavía no ha sabido responder con garantías. Alabó el trabajo de sus compañeras como socias fundadoras de esta agrupación, entre ellas Estíbaliz García, en la Secretaría, Naara Muñoz, como vicepresidenta y la vocal Marta Rodríguez, aparte de la propia María Fernanda Lorenzo, “que está haciendo un trabajo increíble en el hospital respecto a estas enfermedades”.
También agradeció la presencia a Alberto Estella, como presidente del Casino; al catedrático de Nefrología Florencio Macías; al decano de Medicina, Francisco Javier García, y al vicerrector de Investigación, Juan Manuel Corchado.
Sobre la asociación, que lleva más de un año y medio “trabajando y apoyando a las personas con nuestros mismos problemas”, Filomena Herrera aseguró que quieren seguir extendiéndose al resto de la comunidad de Castilla y León, pero, de momento, no cuentan con subvenciones ni tiempo suficiente para llegar a todas las provincias, “aunque ése es nuestro objetivo y seguiremos volcándonos en conseguirlo”.
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