Más de 20.000 profesionales sanitarios compartirán desde hoy y hasta el próximo sábado los principales hallazgos científicos que se han producido en nuestro país sobre la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 en el marco del I Congreso Nacional COVID-19, un encuentro multidisciplinar virtual que cuenta con la participación de 52 sociedades científicas.
Durante el encuentro se presentarán más de 400 trabajos de investigación inéditos y se abordarán, a través de 23 mesas redondas y 11 conferencias especiales, aspectos muy diversos de la enfermedad, que van desde los fundamentos de la respuesta inmune hasta el manejo de la ventilación invasiva, pasando por los diferentes tratamientos, las estrategias de prevención, de cuidados a los pacientes, el desarrollo de vacunas o la afectación específica de diferentes órganos o sistemas.
El doctor Santiago Moreno, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid ha sido el encargado de pronunciar la conferencia inaugural, en la que ha hecho balance de los aciertos y errores en la gestión de la pandemia. En este sentido, y en relación a la situación actual, ha señalado que el problema no han sido los rebrotes, cuya aparición “era inevitable, pero deberíamos haber evitado que se llegara a la transmisión comunitaria, que es donde estamos ahora”.
A su juicio, la responsabilidad “hay que repartirla entre los ciudadanos, que hemos dejado de lado parte de las conductas cívicas necesarias para evitar la transmisión, y los responsables sanitarios”, encargados de “hacer el seguimiento adecuado de los brotes” para lograr su contención. “Lo primero es difícil de controlar, pero lo segundo es imperdonable que haya funcionado mal”, ha agregado el doctor Moreno, quien ha señalado que desconoce si se ha contado –y en qué medida– con los profesionales sanitarios para diseñar los planes de atención.
“La investigación se ha tenido en cuenta, pero de manera tremendamente tímida. Cuando comenzó la pandemia, se ofrecieron ayudas a la investigación, pero meramente testimoniales: como gesto simbólico estuvo bien, pero debe realizarse un cambio profundo en la valoración de la investigación si queremos llegar a algún sitio”, ha comentado.
Sobre las medidas que hay que aplicar en este momento, el doctor Moreno ha señalado que, a estas alturas, “son bien conocidas y tienen poco secretos, solo hay que poner los medios y que sean eficaces”. En este sentido, ha incidido en la importancia de interrumpir la transmisión siguiendo las recomendaciones sanitarias y de diagnosticar a las personas asintomáticas en la medida de lo posible. Asimismo, ha destacado que, ante los casos con PCR positiva y ante un brote, “se debe actuar con energía” mediante una cuarentena eficaz de los afectados y sus contactos.
Finalmente, y en relación con las enseñanzas que deja esta crisis, el doctor Moreno ha señalado que, de cara “a las próximas pandemias que pueden llegarnos, que no nazcan en nuestro país, será fundamental instaurar las medidas de prevención que se conozcan desde el día 0, o antes del día 0”, algo que, en su opinión, falló al inicio de la crisis.
“Sin duda alguna, al principio de la pandemia se subestimaron las consecuencias de lo que se nos venía encima, pero no solo en España, sino en todos los países del mundo. Eso, que tiene su explicación, produjo retrasos en la adopción de medidas que seguramente podrían haber hecho que las cosas evolucionaran de manera diferente. Sin duda, si hoy volviera a empezar la pandemia, con lo que hemos aprendido, las medidas de confinamiento y distanciamiento social se habrían adoptado mucho antes de lo que se hizo. Seguramente este ha sido el error más importante que se ha cometido, visto retrospectivamente”, ha afirmado.
El jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, que sufrió COVID-19, también ha relatado su experiencia como paciente, subrayando la importancia del componente humano de la atención sanitaria. “De un lado, el paciente necesita la tranquilidad de saber que sus médicos y el resto del personal son técnicamente competentes, que conocen bien la enfermedad que tratan y sus remedios. Esto es esencial, y seguramente es la parte más importante. Pero es igualmente importante sentirse respetado y tratado con empatía. Ante una situación grave, los pacientes necesitan sentirse reconfortados y no perder la esperanza de que su problema es solucionable. Saber transmitir de manera honesta ese sentimiento de confianza es muy importante también para el bienestar de los pacientes”, ha concluido.
En la inauguración del encuentro también ha participado la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, que ha hecho balance de lo aprendido durante la pandemia, señalando que la situación actual “no nos aleja de la preocupación, pero es muy diferente a la que vivimos al inicio, a principios de marzo y abril”. Para argumentarlo, ha apuntado algunos datos relativos a la realización de PCR, el diagnóstico de la enfermedad y los índices de letalidad. No obstante, ha reconocido que esa mejor situación “no nos aleja en absoluto de la preocupación”, pues los casos han aumentado de forma paulatina hasta los 10.000 diarios, y eso hace “que la dedicación de nuestra Atención Primaria esté cada vez más concentrada en la COVID, sea limitada con los pacientes crónicos y se hayan que tenido que dejar algunas actividades ordinarias”.
Atacar la vulnerabilidad
La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, también ha intervenido durante la apertura del congreso, en la que ha expuesto que la pandemia ha demostrado, no solo la necesidad de contar con sistemas de vigilancia epidemiológica más eficaces e inteligentes, sino también la importancia de atacar las causas profundas de la vulnerabilidad de la sociedad actual frente a los virus, incidiendo en las políticas públicas que refuercen el triángulo entre salud humana, salud animal y ecosistema. Según lo observado en las últimas crisis epidemiológicas, ha recordado, el 60% de los nuevos virus procede del contacto humano con una fauna salvaje con la que no debería estar en relación, una realidad favorecida por prácticas medioambientales agresivas contra el entorno.
Mayor gasto público en Sanidad
La conferencia inaugural de este gran foro científico ha contado también con la presencia del político, diplomático, físico y profesor Javier Solana, quien se ha referido brevemente a su experiencia como paciente de COVID, agradeciendo la atención y el cariño recibido durante las casi cinco semanas que estuvo hospitalizado. “No tengo más que palabras de afecto y reconocimiento”, ha señalado, para afirmar después que esta pandemia nos ha mostrado que hay que hacer “un gran esfuerzo y aumentar el gasto público en Sanidad”.
Asimismo, Solana ha reconocido el enorme esfuerzo en la ciencia, señalando que la búsqueda de la vacuna es “un esfuerzo de movilización de talento como no se ha visto nunca en la historia” y que el gran reto, cuando se encuentre, “es que se distribuya de forma adecuada y llegue a los que tienen más riesgo”. Por último, ha tenido unas palabras de reconocimiento y gratitud a todos los profesionales sanitarios, al señalar que las profesiones que son vocacionales “están en lo más alto de la conciencia colectiva”.
El mayor congreso celebrado en el ámbito de la salud
Más de medio centenar sociedades científicas que agrupan a más de 150.000 profesionales sanitarios promueven el I Congreso Nacional COVID-19, el mayor de cuantos se han celebrado en España en el ámbito de la salud, dada su envergadura. Este encuentro, que se celebrará de forma online hasta el 19 de septiembre y es gratuito, se ha gestado con la vocación de promover el trabajo colaborativo y multidisciplinar entre los profesionales e investigadores más directamente implicados en la lucha contra la pandemia, con el objetivo de para poner en común las lecciones y enseñanzas que pueden extraerse de esta crisis sanitaria y los cambios que se deben poner en marcha de cara al futuro.
El presidente del Comité Organizador, el Dr. Antonio Rivero, del Hospital Reina Sofía de Córdoba y vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, ha subrayado que la COVID-19 “ha provocado a escala mundial situaciones trágicas y un enorme sufrimiento”, pero al mismo tiempo “nos ha dejado algunas enseñanzas que son vitales para enfrentar la enfermedad en los próximos meses”, como “la necesaria coordinación entre las diferentes autoridades e instituciones para responder de forma eficaz a la pandemia”.
Mientras, el Dr. Julián Olalla, del Hospital Costa del Sol (Marbella) y presidente del Comité Científico, ha destacado cómo “la situación de emergencia sanitaria provocada por el SARS-CoV-2 ha generado una mayor valoración social tanto de la Sanidad y sus profesionales como del papel que la ciencia y la investigación deben jugar en la esfera pública”. Valoración a la que ha contribuido decisivamente “la respuesta de los profesionales sanitarios, caracterizada por la generosidad y un alto compromiso vocacional”.
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