La esclerodermia es una enfermedad autoinmunitaria caracterizada por el endurecimiento de la piel, dolor muscular y articular y alteraciones en varios órganos internos. Para hacer un correcto tratamiento y seguimiento de los y las pacientes, es necesario un diagnóstico adecuado, que tiene en cuenta la sintomatología y la detección de autoanticuerpos que atacan estructuras del propio cuerpo.
La piel que esconde la esclerodermia
La esclerodermia, también conocida como esclerosis sistémica, afecta principalmente a la piel, aunque su afectación puede ir más allá de este tejido y extenderse a otros órganos del cuerpo como pulmones, corazón, aparato digestivo, riñones e incluso el hígado, entre otros. Se estima que esta enfermedad de origen desconocido tiene una prevalencia entre la población que afecta a una de cada 50.000 personas.
Esclerodermia: cómo diagnosticarla y prevenir la afectación pulmonar asociada
La Sociedad de Medicina Interna Madrid-Castilla La Mancha ha organizado una formación sobre la actualización de la esclerosis sistémica, también conocida como esclerodermia, en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid.
Descubren uno de los factores genéticos que explicaría por qué la esclerodermia afecta más a mujeres
La esclerosis sistémica o esclerodermia es una enfermedad autoinmune debilitante grave sin cura conocida que se caracteriza por un endurecimiento de la piel, pero también puede afectar órganos internos llegando a provocar el fallo de los mismos.