La carencia de vitamina D es considerada un problema de salud pública. En España, el 40% de la población adulta y el 80% de los mayores de 65 años sufren déficit de vitamina D.
Y, ¿por qué es tan importante la vitamina D? Es indispensable para el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Además cumple un rol fundamental en la homeostasis del mantenimiento del calcio. El calcio es crucial para la salud ósea y para la prevención de caídas y fracturas. El déficit de vitamina D también está relacionado con afecciones específicas como síndrome metabólico, hipertensión, diabetes, osteoporosis, cáncer, enfermedades autoinmunes e infecciosas.
Según Katrine Rubæk de Sundt, nuestro cuerpo produce vitamina D naturalmente después de la exposición solar. Pero, también podemos obtener vitamina D a través de la dieta y multivitamínicos para mejorar la salud ósea. Las cantidades diarias recomendadas en unidades internacionales (UI) son: 400 UI para niños hasta los 12 meses, 600 UI para las edades de 1 a 70 años y 800 UI para los adultos mayores de 70 años.
Carencia de vitamina y pacientes COVID-19
De acuerdo con un estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society, la carencia de vitamina D podría ser un factor determinante entre los pacientes COVID-19 que requieren hospitalización.
“Un enfoque consiste en identificar y tratar la deficiencia de vitamina D, especialmente en individuos de alto riesgo, tales como los ancianos, pacientes con comorbilidades y residentes de residencias de ancianos, que son la principal población diana del COVID-19”, mencionó el coautor del estudio José L. Hernández, Ph.D., de la Universidad de Cantabria en Santander, España.
“El tratamiento de vitamina D debe recomendarse en pacientes con COVID-19 con niveles bajos de vitamina D circulando en la sangre, ya que este enfoque podría tener efectos beneficiosos tanto en el sistema musculoesquelético como en el inmunológico”, agregó.
El estudio realizado en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), en Santander, encontró que el 80% de los pacientes contagiados tenían niveles bajos de vitamina D.
Los científicos analizaron a 216 pacientes con COVID y las cifras de los pacientes. En la investigación se encontró que los hombres tenían mayor deficiencia de vitamina D. Mientras tanto, las mujeres registraron niveles más altos de esta sustancia.
Los pacientes que tenían COVID-19 y niveles más bajos de vitamina D también tenían marcadores inflamatorios más altos, como ferritina (proteína que almacena hierro en las células) y dímero (compuestos proteicos). Por su parte, se encontró que los pacientes con deficiencia de vitamina D tenían mayor prevalencia de enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
En ese contexto, “parece que los pacientes con un estado deficiente de vitamina D pueden tener un COVID-19 más grave”, mencionó el Dr. Hans Konrad Biesalski, profesor de la Universidad de Hohenheim.
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