La salud mental se ha convertido en un aspecto de la vida cotidiana que gana cada vez más peso. Las campañas de sensibilización sobre los trastornos mentales y las rupturas de los antiguos tabúes sobre la psicología parecen ir disminuyendo paulatinamente, aunque no ha alcanzado aún el punto que aconsejan los profesionales.
Y es que, al fin y al cabo, gozar de un estado de plenitud mental es fundamental para sentirnos bien con nosotros mismos y encontrar la consonancia esperada con nuestro cuerpo.
Como es bien sabido, cada persona reúne condiciones distintas, fortalezas y debilidades diferentes, y en cada caso es importante conocerse. Al igual que algunos individuos poseen una sorprendente entereza mental y una gran capacidad de autogestión de las emociones, otros necesitan la ayuda de segundas personas que sean capaces de guiarlos hasta el mejor estado mental posible. En este punto, la presencia de los psicólogos es imprescindible, ya que son estos profesionales los que podrán asistir a los pacientes que lo necesiten en determinados momentos.
Desafortunadamente, algunos usuarios mantienen las viejas reticencias de dejarse ayudar por estos especialistas, dejando escapar la oportunidad de trabajar con grandes profesionales como los MAI, psicólogos Vallecas. Como se suele decir, todos deberíamos ir al psicólogo alguna vez en nuestra vida, incluso con cierta periodicidad, pero especialmente si sentimos ciertos desajustes emocionales que no conseguimos controlar.
¿Por qué un psicólogo?
Estar rodeado de gente que nos quiere y nos acompaña en los momentos difíciles es crucial para superar los periodos de menos estabilidad tanto vital como emocional. Sin embargo, algunas personas reducen su “terapia” a conversaciones con esta compañía. Sí, en ocasiones puede ser suficiente, pero frente a trastornos más profundos lo más recomendable siempre será acudir a un profesional de la salud mental.
En contra de lo que algunos pacientes piensan, un psicólogo no es ningún “comecocos”. De hecho, si tuviéramos que nombrarlos con algún apelativo popular, el más apropiado sería “arreglacocos”, si se permite el chascarrillo. Estos especialistas tienen la única misión de ayudarnos a fortalecer nuestra mente, a gestionar nuestros pensamientos negativos y a disminuir en todo lo posible los efectos negativos de los trastornos que, sin previo aviso, pueden invadir nuestras cabezas. Además, su conocimiento y preparación es la mejor garantía de que sabrán adaptarse a cada caso concreto, pues para la mente no existe una única solución aplicable. Tanto es así, que a veces nos conocemos de un modo distinto tras haber terminado con éxito la terapia.
La ayuda de un psicólogo no es una solución transitoria, sino que su objetivo es ofrecer al paciente las herramientas necesarias para alcanzar un estado mental satisfactorio. Son muchas las ocasiones en que descubrimos fortalezas propias que ni siquiera conocíamos, pero que estos especialistas son capaces de revelarnos. En definitiva, estos profesionales son la mejor alternativa a nuestros trastornos mentales precisamente porque sabrán cómo hacerlo y cómo llevarnos a buen término.
¿Qué trastornos comunes necesitan la ayuda de un psicólogo?
Puede que en nuestro pensamiento exista la certeza de que los trastornos mentales sólo aparecen rara vez y entre personas con personalidades y carácter débiles. Nada más lejos de la realidad, los problemas emocionales pueden mostrarse y salir a la luz en cualquier momento y en cualquier tipo de persona, independientemente de su fortaleza mental natural. Las propias situaciones a las que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida pueden desencadenar su aparición, especialmente cuando no tenemos margen de acción frente a estos hechos. La pérdida de un ser querido, común a toda la sociedad, puede llevarnos poco a poco hacia una tristeza excesivamente prolongada en la que se dejarán notar los síntomas de depresión. Por tanto, frente a este caso la mejor opción es contar con la ayuda de un buen psicólogo que sea capaz de devolvernos nuestra ilusión por seguir adelante.
Otro ejemplo muy frecuente de trastorno mental es la ansiedad. Según los estudios de las sociedades médicas y sociales, nunca ha habido un porcentaje tan alto de ciudadanos con este trastorno como en la época actual. El ritmo de vida de la cultura predominante, la inmediatez extendida con la llegada de internet y la competencia laboral y vital general a todas las naciones exige cada vez más de los individuos, creando un caldo de cultivo perfecto para que aparezcan de forma evidente los síntomas de ansiedad. Afortunadamente, una buena terapia puede hacer de esta afección emocional un malestar pasajero y que nosotros mismos podemos gestionar, pero para lograrlo nuestro consejo es acudir a un profesional.
En otro orden de cosas, los nuevos valores instaurados entre la población en materia amorosa han desembocado en un índice alto de personas que acuden a terapia de pareja, convirtiéndose en uno de los motivos más frecuentes de asistencia al psicólogo. Al fin y al cabo, un mal estado mental puede suponer un obstáculo capital para la continuidad de una relación, por lo que siempre será mejor poner remedio previo. De un modo u otro, poner a un psicólogo en nuestras vidas nunca está de más.
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