El oído es uno de los sentidos más delicados. Si bien de cara al envejecimiento es común ir perdiendo la facultad auditiva, resulta imperioso aprender a diferenciar si la condición se trata o no de un efecto más del avance de la edad.
En función del tipo de pérdida auditiva, los especialistas determinan el tratamiento oportuno. De hecho, en muchos casos el padecimiento es médicamente curable o encuentra solución con la instalación de un audífono profesional y certificado.
Pérdida auditiva conductiva
Se refiere a la pérdida auditiva que tiene lugar en el oído externo o medio. Es el tipo más común de todos y, generalmente, resulta del bloqueo del canal del oído que impide la llegada del sonido al cerebro.
Aunque puede tener diferentes orígenes, suele ser consecuencia directa del denominado oído de nadador, la perforación repentina del tímpano a causa de un ruido demasiado fuerte o la acumulación excesiva de cera.
De los tres tipos de pérdida auditiva, la conductiva es tratable médicamente en la mayoría de los casos, e incluso, puede llegar a curarse en su totalidad.
Pérdida auditiva neurosensorial
A diferencia de la pérdida de la audición conductiva, la neurosensorial rara vez es reversible y se produce en el oído interno. Por regla, sucede cuando se dañan los pelos encargados de conducir el sonido en la cóclea.
No obstante, la condición también puede obedecer a factores genéticos, el envejecimiento o a daños en los nervios que conducen el sonido hasta el cerebro. Otras causas probables son la exposición repentina a ruidos extremadamente fuertes o la acción de los fármacos de quimioterapia.
En este tipo de patología los pacientes suelen ser tratados con tecnología, como es el caso de los audífonos diseñados para recuperar la capacidad auditiva.
Pérdida auditiva mixta
Como lo elude su nombre, se refiere a la deficiencia que combina la pérdida auditiva conductiva y la neurosensorial.
De esta forma, se habla de una patología tratable en función del perfil del paciente. Sin embargo, lo regular es que el tratamiento combine medicación especializada con tecnología de amplificación.
¿Cómo detectar la pérdida auditiva?
La deficiencia para oír se presenta con la amortiguación del habla y de otros sentidos, los pacientes tienden a presentar dificultad para captar las palabras, sobre todo, en entornos ruidosos, con música de fondo o en una multitud.
Otra señal indicativa de la condición es la dificultad para oír las consonantes y la necesidad de subir el volumen de la televisión. Las personas que experimentan pérdida auditiva se abstienen de participar en las conversaciones, o en su defecto, solicitan que los demás hablen más lento y alto.
¿Cuándo acudir a un médico?
Se recomienda buscar ayuda médica si la deficiencia auditiva interfiere con el desarrollo de las actividades regulares. Asimismo, se debe acudir al especialista frente a una pérdida repentina, que, especialmente, sucede en un único oído.
Es necesario aclarar que la dificultad para oír vinculada a la edad se presenta de forma paulatina, de ello se entiende la posibilidad de que pase desapercibida al principio. En función de esto, resulta conveniente estar atentos a las posibles señales.
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