La empresa encargada de suministrar las comidas al personal de guardia de Atención Primaria y Emergencias en Castilla y León, Vitarest, ha emitido una nota en la que exime a la Consejería de Sanidad de toda responsabilidad por las incidencias registradas con el reparto de los menús el pasado fin de semana, cuando Sacyl restituyó el servicio de manutención para estos profesionales, suprimido durante la crisis económica.
En una carta dirigida a la directora general de Profesionales, Vitarest pide disculpas por los problemas creados, que dieron lugar a un alud de críticas por la entrega de comida caducada, ultraprocesados, envasados “de supermercado” y productos elaborados con aceite de palma, así como por los retrasos en el reparto de los alimentos. La empresa achaca lo sucedido “al arranque” del servicio, y asegura que está trabajando para que esté “a la altura de las circunstancias”.
“Somos conscientes de que existen puntos de mejora, propios de la puesta en marcha desde cero de un servicio de estas características. Por lo tanto, les manifestamos nuestra más firme determinación para evitar hechos similares, esperando no haber quebrado la confianza que ustedes y los usuarios han depositado en nosotros”, expresan los responsables de la entidad adjudicataria.
“Vamos a ser exigentes”, afirma Igea
A este escrito se ha referido este jueves el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, quien, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, ha explicado que la empresa ha reconocido que la Administración autonómica “no tiene ninguna responsabilidad” y ha afirmado que se están tomando “todas la medidas necesarias para que esto vuelva a suceder”.
En el “asunto de los menús”, ha indicado Igea, “la Consejería de Sanidad se ha puesto en contacto con la empresa y le ha recordado las condiciones del contrato y de calidad que ha de cumplir, y vamos a ser exigentes; si hay un incumplimiento reiterado, tendrá la consecuencias previstas en el propio contrato”.
En este sentido, desde Vitarest se sostiene que las comidas que proporciona son elaboradas en su cocina de producción, ubicada en Palencia, “donde se cumplen todas las garantías sanitarias exigidas” y desde donde los alimentos son transportados al almacén logístico de la compañía en Valladolid para su posterior distribución por los distintos centros.
Un error de etiquetado
Respecto a la “crema de calabacín con queso” que generó numerosas críticas sindicales y profesionales al apreciarse que la fecha de caducidad se había sobrepasado, la adjudicataria del catering explica que se sirvieron 58 raciones de ese plato y que todas ellas estaban “listas para el consumo”. Sin embargo, por un “error humano, un número muy pequeño de raciones llevaban un etiquetado erróneo en su fecha de caducidad, figurando como tal el 13 de septiembre de 2019”, a pesar de que el producto fue elaborado el 10 de septiembre, “contando con cinco días de caducidad”.
Por ello, y a pesar de que el plato “cumplía con todos los requisitos y exigencias higiénico sanitarias”, se han reforzado “los controles de etiquetado y picking para evitar que esto vuelva a producirse
Vitarest también se refiere a los productos envasados y ultraprocesados que llegaron a los centros, explicando que con ellos se sustituyeron “platos de características similares” debido a que “la mayor parte de las solicitudes (de menús) se hizo en los últimos días hábiles para ello, superando en algunos casos nuestras previsiones iniciales”.
En cuanto a las quejas por el retraso de las entregas en determinados puntos de la Comunidad, la empresa alude a “problemas normales de reparto que ocurren un primer día de servicio”, pero indica que ha procedido “a la redistribución y refuerzo de rutas” para que no vuelvan a producirse estas demoras.
Por último, y sobre la utilización de determinados ingredientes poco saludables, anuncia que ha sustituido “la margarina que contenía trazas de aceite de palma” que utiliza para la elaboración de bechamel por otro producto que no la contiene, al tiempo que está reemplazando “tres platos de cuarta gama” en los que también aparecía este tipo de aceite.
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