Sanitarios y vecinos piden más seguridad en una tensa concentración a las puertas del centro de salud de San José

El objetivo era condenar la agresión que sufrió el médico ayer, primero en la consulta por parte de una paciente y su pareja, y posteriomente, a las puertas de la Comisaría de Policía, tras lo que tuvo que ser trasladado a Urgencias, donde fue atendido de sus lesiones y dado de alta, aunque hoy sigue recuperándose del tremendo shock psicológico que le ha producido el ataque.

Para mostrarle todo su apoyo, se concentraban a las puertas del consultorio todos los profesionales sanitarios, acompañados por el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, el delegado de la Junta, Bienvenido Mena Merchán, los gerentes de Salud de Área y de Atención Primaria, Manuela Plaza y Luis Javier González Elena, así como otros representanes institucionales, como el procurador socialista Fernando Pablos. Pero lo que debió ser un minuto de silencio de condena, sólo roto al final por los aplausos, se convirtió en una tensa concentración salpicada por las quejas de los vecinos, “hartos de tanta inseguridad”.

Unos en silencio, y otros a gritos, pusieron de manifiesto la enorme conflictividad que vive el barrio. “Si hicieran lo que tienen que hacer, no pasaba esto, y ahora vienen a hacerse la foto, pero aquí tenemos problemas de seguridad todos los días”, voceaba una mujer, mientras contaba el número de policías congregados en la zona, “para proteger a éstos, pero a nosotros nadie nos protege”.

Conflictividad en el barrio

Y aunque algunos vecinos le pedían silencio para respetar el acto a favor de “don Felipe, que es un médico buenísimo”, lo cierto es que muchos otros moradores del barrio se manifestaban, de forma más discreta, en los mismos términos. “Hay que hacer algo, porque se creen los dueños del barrio, vienen al centro de salud cuando les da la gana, y no respetan los turnos, hacen fiestas en la calle, y te amenazan si les dices algo”, comentaban.

Se refieren a distintos grupos de etnia gitana, que están sembrando el miedo y crispando la convivencia en esta zona trastormesina de la capital salmantina. Los propios sanitarios esperaban también que este apoyo institucional puntual, “sirva para algo”, porque las “agresiones verbales suceden cada día y no les puedes decir nada, porque te amenazan con rajarte, se cagan en tus muertos, si te enfrentas, tendrás problemas”.

Una situación de “impotencia” contra la que no bastan botones antipánico, “porque mientras llega la Policía ya te has llevado el golpe”, ni “cámaras de vigilancia, porque tampoco solucionan el problema”, es necesaria, a su juicio, una seguridad estable, “vigilantes” que realmente puedan intervenir con rapidez en situaciones conflictivas.

Con todas estas demandas sobre la mesa, el delegado de la Junta fue el encargado de dar la cara ante los medios de comunicación para decir que “quietos no nos vamos a quedar, no estamos para venir a una manifestación, como han dicho algunos, aunque también sea importante, sino para tomar todas las medidas necesarias que eviten que esto se vuelva a repetir”, sin descartar la contratación de guardias de seguridad en los centros de salud más conflictivos. De hecho, el de San José ha sido el más castigado por las agresiones el año pasado, con siete casos que necesitaron la activación del protocolo pertinente, aparte de los conflictos verbales que se suceden a diario.

Tres detenidos a disposición judicial

Además, Bievenido Mena manifestó su “tolerancia cero a la violencia, sea del modo que sea, y nuestra presencia, que puede ser importante o no como han dicho ciertas personas, es para decir que apoyamos a los médicos, a todos aquellos profesionales de los centros de salud y de los hospitales en su trabajo, porque hacen una labor muy importante, que es cuidar de nosotros, deberíamos ser agradecidos, y esto es lo que debe imperar”.

Respecto a los problemas de convivencia, Mena aseguró que conocía el barrio dese 1977, y aquí “siempre han convivido payos y gitanos perfectamente, por eso me extraña esta situación penosa y vergonzosa, tenemos que ser tajantes” contra estas actitudes y confió en que se trate de “un tema puntual”. De momento, y según le había comunicado el subdelegado del Gobierno, permanecen a disposición judicial tres personas que han pasado la noche en los calabozos policiales, al parecer el matrimonio que agredió al médico y su hijo, que participó en la segunda agresión.

Sobre la situación del facultativo, el delegado de la Junta aseguró que está en una situación psicológica delicada, “físicamente está bien, pero no psicológicamente, a cualquiera nos hubiera pasado, por eso le transmitimos todo nuestro apoyo a Felipe, que es una bellísima persona”.

Por su parte, Fernando Pablos trasladó “a todos los trabajadores sanitarios el apoyo del PSOE”, de forma especial al médico agredido y a las enfermeras que también sufrieron estos atentados en el hospital la semana pasada y a principios de año, para añadir que ante estos hechos “no se puede mirar para otro lado, hay un problema objetivo, y aunque no se puede generalizar, también es un hecho objetivo que los trabajaodres en este centro tienen una sensación de inseguridad”.

De este modo, como procurador ha registrado una pregunta en las Cortes para saber qué medidas va a adoptar la Junta para intentar evitar nuevas agresiones y cuándo lo va hacer. “Espero que estemos de acuerdo todos los grupos en que la Consejería de Sanidad debe mover ficha, que analice los sitiios más confictivos, y adopte medidas de forma inmediata, los trabajadores no pueden seguir viviendo así”.