“El cierre de camas en el hospital de Salamanca está teniendo consecuencias graves para la seguridad de los pacientes”

En este sentido, María García se ha referido a la “primer mentira” al explicar que lo que la Junta de Castilla y León llama “bloqueo” de camas hospitalarias es “un cierre indiscriminado”, y que no han sido 50 como reflejan los datos oficiales, sino más de 70. Además, denuncia que no solo se han cerrado más camas de las reconocidas, sino que también una planta entera, concretamente la sexta del Hospital Virgen de la Vega.

“Puede que estén disponibles las camas en un momento dado, pero ¿de dónde sacamos al personal?”, se preguntó la socialista al relatar sucesos como el que tuvo lugar ayer cuando se habilitó una planta en Los Montalvos y “tuvieron que llamar a la mesa de contratación para incorporar personal sanitario a las tres de la tarde”.

“La enfermedad no conoce épocas”, asegura María García, para denunciar la “segunda mentira”. Es falso, ha dicho García, el argumento que utiliza la Junta cuando dice que la asistencia sanitaria hospitalaria disminuye en el periodo estival puesto que, aunque sí es verdad que ciertas patologías disminuyen, como las gripes, hay otras muchas que durante esta época aumentan, por no hablar del incremento de la cifra de accidentes que también se produce en verano y que requieren tratamiento y hospitalización. Este cierre de camas está provocando que muchos pacientes tengan que se atendidos en zonas que no están ni preparadas para la asistencia médicas que requieren sus patologías, su ingreso en zonas no habilitadas o dotadas, o mezclando en las mismas zonas usuarios o pacientes con patologías muy diferentes. 

Bajas por ansiedad

“Es increíble que se cierre la sexta planta, de Traumatología, cuando aumentan los accidentes”, añade, y asegura que todo el personal de esta planta ha salido de su especialidad para cubrir bajas y sustituciones, como también lo han hecho en otras plantas con menos camas donde se ha reducido el personal. Y aquí se suma la “tercera mentira”, porque, “no sé con quién habla la dirección del hospital, yo he hablado con muchas personas y están saturados, no pueden más, hay bajas por ansiedad y no llegan a todo”, explica María García.

Las consecuencias de esta situación se traducen en espera de hasta 8 horas para lograr una cama en una intervención programada, “porque el hospital se ha llenado la noche anterior”, por ejemplo, o profesionales sanitarios sobre saturados, además del aumento incesante de las listas de espera, ya de por sí abultadas en esta provincia.

“No se puede permitir que en Salamanca se cierre una sola cama mientras mantengamos las listas de espero que tenemos; estamos poniendo en peligro la seguridad de los pacientes y se está llevando a los profesionales a un nivel de estrés insoportable”, añade, y se pregunta “¿éste es el confort que se le está dando a los pacientes? ¿que deambulen de una planta para otra en vez de estar en sus unidades y que médicos y enfermeras anden deambulando por todas las plantas y atendiendo otras patologías que no controlan?”.

Atención Primaria

En definitiva, asegura el PSOE, un deterioro de la sanidad pública salmantina que está poniendo en peligro la salud y la propia vida de los ciudadanos además de un incremento insoportable de las listas de espera tanto en intervenciones quirúrgicas como en pruebas diagnósticas y consultas especializadas.

Una situación que no es mucho mejor en la Atención Primaria, con demoras de más de diez días e inlcuso semanas en la citas para las consultas de los médicos de familia en centros de salud tanto de las zonas urbanas como en las rurales.

En este mismo sentido, Fidel Francés se ha dirigido al próximo presidente de la Junta, Alfonso Férnandez Mañueco para que explica ya a los salmantinos cuándo van a tener el nuevo hospital y cuánto va a costar, si van a revertir a la sanidad pública el hospital de Burgos, o cómo va a cumplir su promesa de implantar la libertad de elección de hospital “y que no acabe, como todo parece indicar, en una nueva externalización de la sanidad pública y apostar, todavía más, por la sanidad privada con un aumento de los recursos y del dinero público que la Junta ya destina a ella”.