Verónica Casado confirma que la intención de Sacyl es abrir el nuevo hospital de Salamanca “en el segundo semestre de 2020”

De este modo, Casado confirma la fecha que aparece en el documento de certificación de las obras (octubre de 2020), aunque lo hace “con todas las cautelas” ante posibles “interferencias no planificadas”. Y es que, aunque la máxima responsable sanitaria de la Comunidad ha reconocido que se maneja ese plazo para la apertura de las nuevas instalaciones en su totalidad, lo cierto es que todavía queda mucho por hacer, no solo en relación “a los viales y plataformas de conexión”, sino también al edificio de consultas externas, que será “lo último” que se acometerá dentro del proyecto del que se bautizó hace cerca de dos décadas como el Plan Director de la futura Ciudad de la Salud.

“Existe ya un plan perfectamente ideado para los traslados, pero el edificio de consultas externas será lo último, porque depende de la remodelación del actual hospital”, ha indicado Casado. Como se recordará, según el proyecto este inmueble se ubicará en el lugar que ocupa actualmente el Clínico, que deberá ser derribado para construir las nuevas instalaciones que albergarán las consultas de las diferentes especialidades. Mientras tanto, la previsión que ha trascendido hasta el momento es que estas serán trasladadas de forma transitoria al Hospital Virgen de la Vega.

“Tenemos la suerte de llegar en un momento en el que, afortunadamente, ya hay muchas cosas hechas, entre ellas, los planes de organización, montaje y puesta en marcha, por lo que el nuevo hospital de Salamanca, en el que se han invertido 205 millones en los últimos cinco años, tiene que ser una realidad. Y será también una oportunidad, no solo para los pacientes, sino también para los profesionales, que podrán contar con unas instalaciones más adecuadas y con los medios necesarios para poder hacer mejor las cosas y mejorar los procesos”, ha explicado Verónica Casado en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por el gerente regional de Salud, Manuel Mitadiel, y el gerente del CAUSA, Luis Ángel González.

Unificación del registro de las listas de espera

Y un día después de que el portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, informara tras el Consejo de Gobierno sobre la existencia de miles de pacientes en lista de espera no contabilizados en los datos oficiales, era lógico que la consejera de Sanidad se refiriera a tal revelación, si bien lo ha hecho con mesura, sin sugerir un afán manipulatorio como causa del importante desfase.

“El vicepresidente de la Junta y yo tenemos una obsesión, imagino que compartida por todos, que es la información. Porque si no sabemos la dimensión de los problemas a los que nos enfrentamos difícilmente podremos resolverlos. Actualmente disponemos de un sistema de registro, el CATIA, pero los sistemas informáticos te proporcionan la información que metes”, ha afirmado Casado antes de añadir que se dirigirá por escrito al Ministerio de Sanidad para solicitar que se inicie una línea de trabajo dirigida a “unificar los criterios de codificación y de registro y las bases de datos” sobre listas de espera para que los datos recogidos sean “mucho más reales”.

En relación a las demoras hospitalarias, ha dicho, “tenemos un problema de información, pero también de gestión clínica, porque sabemos que existen esperas que deberían ser menores”. Por eso “nos enfrentamos a un área de trabajo importantísima que exige aflorar los datos reales” y, a partir de ahí, “mantener contactos con todos los servicios donde existen cuellos de botella importantes para ver cuál es la solución, y si esta pasa por más medios o por medidas organizativas”.

Más de 5.500 pacientes esperan una cirugía, con una demora media de 110 días

En ese ejercicio de “hacer aflorar” los datos totales de demora, el vicepresidente del Ejecutivo autonómico informó este jueves de la existencia de discrepancias entre las estadísticas “estructurales”, las facilitadas por la Administración hasta ahora, y que incluyen a los pacientes en espera a partir del momento en el que son citados, y las totales, en las que también se contabilizan las personas que aguardan una operación, consulta o prueba diagnóstica, pero que –en teoría– siguen esperando por voluntad propia o por otras circunstancias que hacen que se retrase la cita. 

Según los datos aportados por Francisco Igea, se ha detectado que, en el conjunto de Castilla y León, en las listas de espera quirúrgicas no han sido incluidos cerca de 9.000 pacientes, y lo mismo ha ocurrido con 61.000 personas en las de consultas externas y con 28.900 en técnicas diagnósticas.

En el caso de Salamanca, la diferencia entre la demora quirúrgica estructural y la real es de 1.118 pacientes, de modo que un total de 5.531 personas están pendientes de una cirugía, con una espera media de 110 días (siete más que los reflejados en los datos oficiales), la más alta de la Comunidad.

No obstante, desde la puesta en marcha del Plan PERYCLES (Plan Estrategico de Eficiencia y de Control y Reducción de Listas de Espera), en el hospital salmantino se ha observado una significativa evolución en positivo, con una reducción de casi el 32% en el número de pacientes que aguardan para entrar en quirófano –que ascendía a 7.770 en marzo de 2016- y también en la demora media, que ha pasado de 150 a 110 días.

Casi 16.000 personas en lista de espera para consulta

En relación a las consultas externas, los datos de junio indican que existen 15.981 pacientes en lista de espera, frente a los 10.526 que recogen las estadísticas oficiales, por lo que el desfase se acerca a las 5.500 personas. De media, los ciudadanos esperan 102 días para una primera consulta.

La diferencia en las cifras también es patente si se analizan las demoras en cuatro de las técnicas diagnósticas más destacadas: respecto a los TAC, la lista de espera real es de 215 pacientes, frente a los 122 incluidos en la “estructural, y la demora media se sitúa en 115 días; un total de 795 personas aguardan para someterse a una resonancia magnética en el hospital de Salamanca, 332 más que los incluidos en el registro oficial, y la espera media es de 140 días; en ecografías, la lista total incluye a 1.396 pacientes, frente a los 637 de la estructural, con 139 días de demora, y en el acceso a una mamografía, 156 pacientes aguardan una media cercana al año (303 días), aunque el listado estructural solo refleja la existencia de 30 personas en espera.

“Somos conscientes del problema que existe y de la necesidad de seguir trabajando, pero el abordaje de las listas de espera no puede ser un simple examen de números, tiene que ser integral. Hay mucho campo todavía para trabajar y para ello es preciso disponer de información para atacar esos cuellos de botella a los que se ha referido la consejera. Pero también es necesario recordad que, en este campo, las medidas no tienen un efecto de hoy para mañana y necesitan un recorrido, y puedo asegurar que entre 2017 y 2019 se ha producido en este hospital una mejoría franca y marcada”, ha explicado el gerente del CAUSA.