El Rey de España ha sido el encargado esta mañana de activar por vez primera el láser de petavatio VEGA, el más potente de España y uno de los diez de estas características existentes en el mundo, con destacadas aplicaciones en la investigación médica y que alberga el Centro de Láseres Pulsados, ubicado en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca (USAL).
Don Felipe, acompañado de la Reina Doña Letizia, ha vuelto a mostrar así su respaldo expreso al salto cualitativo que supone la celebración del VIII Centenario para la USAL, en presencia del propio rector, Ricardo Rivero, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, varios miembros de la comunidad universitaria y los investigadores del centro, así como las primeras autoridades locales y regionales.
El Rey no sólo ha apretado el botón que dejaba paso a luz fuerte e intensa antes del impacto del láser en el receptor, sino que además ha conocido el funcionamiento de todo el proceso durante una amplia visita a las instalaciones del Parque Científico de la USAL. En la sala de control, donde puede leerse la cita de Ortega y Gasset: “CIENCIA es todo aquello sobre lo cual cabe discusión”, ha sido precisamente donde los investigadores han ido despejando las dudas al Monarca, interesado en saber qué hace casi único a nivel mundial a este VEGA, bautizado así por la patrona de Salamanca, pero también porque es el nombre de una de las estrellas más brillantes del firmamento.
“Este láser es especial porque consigue focalizar mucha cantidad de energía en un corto espacio de tiempo y en zonas muy pequeñas, en sólo un milímetro generamos un plasma que alcanza temperaturas altísimas, y se aceleran partículas que oscilan en el propio plasma y esa radiación se puede manejar y tener muchas aplicaciones”. Así lo explica el científico José Antonio Pérez Hernández, y en la práctica de la investigación médica básica un sistema de estas características permite acoger proyectos para irradiar células y ver cómo puede afectar al ADN o también para realizar radiografías de estructuras en un contenedor donde no puedas acceder, “simplemente manejando esta radiación inducida, lo que está claro es que podemos acelear electrones en una escala atómica”, añade.
No es de extrañar entonces que este Centro de Láseres Pulsados haya recibido en la pasada campaña 29 solicitudes a nivel internacional para poder operar, aunque sólo han podido atender a siete de universidades americanas, suecas o canadienses, entre otras. La próxima semana tendrán que volver a enfrentarse al reto de evaluar otras 24 proposiciones, “todas internacionales”, más ahora, cuando ya se ha producido este “primer disparo del láser de petavatio, el colofón final de todo el sistema láser para empezar a desarrollar sus aplicaciones para la transferencia de ciencia y tecnología”.
Único en el mundo
VEGA es uno de los láseres más potentes del mundo y uno de los tres únicos capaces de ser disparado una vez por segundo. Con este equipamiento de vanguardia, el CLPU se convierte en un centro de referencia internacional en la investigación científica y tecnológica en el ámbito de los láseres pulsados intensos. Además, tiene una arquitectura especial que permite que los investigadores cuenten con un sistema de tres salidas sincronizadas: VEGA-1 de 20 teravatios, VEGA-2 de 200 teravatios y VEGA-3, de un petavatio. Aunque durante este año ya se han realizado experimentos con VEGA-2, la puesta en funcionamiento de VEGA-3 supone que esta ICTS esté totalmente operativa y sea referencia internacional.
Gracias a la versatilidad del diseño, son muchas las aplicaciones potenciales de VEGA, alcanzando disciplinas de diversos campos y contribuyendo al desarrollo de las ciencias en la frontera del conocimiento: física de plasmas, aceleración de partículas, física a intensidades extremas o astrofísica de laboratorio.
El CLPU es una Infraestructura Científica y Técnica Singular (ICTS) en la que participan la Administración General del Estado, la Junta de Castilla y León y la Universidad de Salamanca. El centro, como ICTS, tiene el objetivo de ofrecer tecnología de vanguardia a investigadores tanto nacionales como internacionales. Por ello, aunque el CLPU hace investigación propia en apoyo al desarrollo científico-técnico de los láseres de alta intensidad, ha desarrollado otras dos líneas estratégicas: innovación y trasferencia de conocimiento (impulsando la colaboración público-privada con empresas del ámbito de la salud, la seguridad vial y el sector aeronáutico, entre otras) y divulgación (centrada sobre todo en la información a la sociedad y en el impulso de las vocaciones científicas).
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