En el lenguaje, las dependencias gramaticales suelen darse entre elementos que no son inmediatamente adyacentes. La adquisición de estas dependencias no adyacentes es crucial para el aprendizaje de la gramática.
Sin embargo, en el input o caudal lingüístico al que se tiene acceso durante el aprendizaje, hay un número potencialmente infinito de dependencias. ¿Cómo resuelve el cerebro infantil este problema de aprendizaje computacional? Hasta ahora se pensaba que los bebés no eran capaces de reconocer estas regularidades distanciadas en la señal del habla hasta después de su primer año de vida. Un estudio publicado ahora en la revista Science Advances revela que los bebés de nueve meses ya son sensibles a las dependencias gramaticales no adyacentes que contienen los componentes del lenguaje. Las conclusiones también destacan que el ritmo y entonación del habla, el acento melódico, las pausas, etc. —es decir, la prosodia— facilitan el aprendizaje del lenguaje en los bebés.
El trabajo ha sido liderado por los profesores Ruth de Diego Balaguer, del IDIBELL, y Ferran Pons, de la Facultad de Psicología y del Instituto de Neurociencias de la UB (UBneuro), y en él también han participado las investigadoras Anna Martínez Álvarez y Judit Gervain, de la Universidad de Padua (Italia).
El ritmo y entonación en el aprendizaje del lenguaje en bebés
La prosodia, también conocida como la música del habla, tiene un papel fundamental en la función comunicativa entre las personas y la comprensión del lenguaje. Según este nuevo estudio, cuando la prosodia está presente en la acción del habla, mejora la capacidad de los bebés para identificar dependencias gramaticales separadas, y esto se refleja tanto en la actividad cerebral de los bebés como en su comportamiento.
En el marco del trabajo, los autores evaluaron la sensibilidad de los bebés de nueve meses a regularidades gramaticales no adyacentes —con o sin prosodia— mediante la inclusión de un tono elevado en las sílabas que contenían estos componentes del lenguaje. “Las dependencias en la estructura del habla se crearon mediante secuencias trisilábicas que se incorporaban a una estructura reglada, en contraposición con otra secuencia en que las sílabas se organizan de manera aleatoria”, explica la profesora Ruth de Diego, investigadora ICREA y miembro del Departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la UB y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL).
El equipo aplicó la técnica de espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS) para estudiar la respuesta neuronal de los bebés de una manera no invasiva. Con esta metodología, capaz de detectar las diferencias en los cambios de consumo de oxígeno en el flujo sanguíneo a través de la luz infrarroja, es posible identificar qué regiones del cerebro responden a las diferentes condiciones.
Las capacidades de los bebés para discriminar el lenguaje
Cuando se expuso a los bebés un lenguaje llano (sin tono), no se detectaron signos de comportamiento relacionado con el aprendizaje, aunque su cerebro era capaz de detectarlos. “Ahora bien, cuando el habla contenía señales de tono que destacaban estas regularidades, se observaron tanto respuestas neuronales como medidas de comportamiento, hecho que indica que los bebés podían mejorar su aprendizaje en este nuevo contexto”, detalla el profesor Ferran Pons.
Los bebés tienen mecanismos de aprendizaje potentes que les permiten aprender el lenguaje de manera eficiente incluso antes de su primer año de vida, según apuntan los autores. Así, a los nueve meses ya pueden ser sensibles a las dependencias gramaticales no adyacentes, pero alcanzar un aprendizaje robusto y fiable en esta franja de edad solo es posible cuando hay una regularidad estadística y prosódica en el habla, unos elementos que ayudan al cerebro infantil a detectar los bloques gramaticales que forman una dependencia no adyacente.
“Estos hallazgos aportan luz sobre la comprensión del papel de la prosodia en la adquisición del lenguaje y proporcionan evidencia sobre el impacto crucial de los cambios de tono sutil en el procesamiento de la información estadística en la primera infancia”, concluyen los investigadores.
Fuente: IDIBELL
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios