La enfermedad pulmonar obstructiva crónica también afecta a no fumadores. Distintos estudios epidemiológicos han demostrado que entre un 25% y un 45% de los pacientes que sufren EPOC nunca han fumado, pero sí confluyen en ellos otros factores de riesgo distintos al tabaquismo, tales como factores genéticos y ambientales.
Desarrollar una baja función pulmonar en la etapa adulta temprana, entre los 25 y los 40 años, se ha relacionado con una mayor incidencia y prevalencia tanto de la EPOC como de otros desórdenes respiratorios, cardiovasculares y metabólicos alrededor de una década antes de lo que es más habitual y de muertes prematuras, según ha expuesto el doctor Àlvar Agustí en su ponencia Revisando la historia natural de la EPOC incluida en el programa científico del 51º Congreso SEPAR 2018, celebrado recientemente en la capital balear.
La EPOC tiene múltiples causas. Tradicionalmente, se consideraba que la mayor parte de casos de EPOC estaban causados por el tabaquismo. Sin embargo, aunque es cierto que los fumadores presentan un riesgo más alto respecto a la población no fumadora de desarrollar esta enfermedad respiratoria, se ha visto que hay fumadores que no la desarrollan, lo que sustenta el hecho de que los factores genéticos también pueden influir en su aparición y que existen factores ambientales que pueden favorecerla.
Entre los factores ambientales de riesgo para desarrollar EPOC figuran la exposición a polvos orgánicos e inorgánicos, la polución debida a la biomasa, humos y agentes químicos, la contaminación del aire en interiores por quemar biomasa para cocina r o para calentarse. Aunque en la aparición de la EPOC también pueden incidir otros tipos de factores como la historia infantil de infecciones, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o la tuberculosis.
Ambiente y genética
“Históricamente la EPOC se ha considerado una enfermedad autoinfligida, inducida por el tabaquismo. No cabe duda de que el tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo de esta y de otras enfermedades, y de que el hábito nocivo de fumar debe prevenirse desde la adolescencia, así como favorecer su abandono. Sin embargo, en realidad, la EPOC es el resultado común de un conjunto de diferentes interacciones dinámicas entre el ambiente y la genética, incluyendo también al tabaquismo, que puede ocurrir durante toda la vida del individuo, tanto antes como después del nacimiento, y en cuyo desarrollo están implicados uno o dos procesos fisiológicos clave: uno es el desarrollo pulmonar y el otro el envejecimiento pulmonar”, explica el Àlvar Agustí, director del Instituto Respiratorio del Hospital Clínic de Barcelona y miembro de honor de SEPAR, en el artículo EPOC más allá del tabaquismo: un nuevo paradigma, nuevas oportunidades, publicado conjuntamente con la doctora Rosa Faner en The Lancet Respiratory Medicine este mismo año.
Asimismo, estudios recientes realizados en tres cohortes diferentes de pacientes han demostrado que “aproximadamente la mitad de los pacientes diagnosticados con EPOC a la edad de 60 o 70 años ya mostraban un pico bajo de función pulmonar en la etapa adulta temprana y que desarrollaron EPOC con un declive normal de la función pulmonar, lo que sugiere que el desarrollo anormal de la función pulmonar, en el útero, después del nacimiento o en ambos casos, es u n nuevo factor de riesgo para el desarrollo de EPOC”, destaca el doctor Agustí.
Evolución natural de la función pulmonar
Al nacer, el pulmón humano no se ha desarrollado por completo, sino que lo sigue haciendo durante la infancia, la adolescencia y la juventud y, en individuos normales, alcanza su pico de desarrollo en la etapa adulta temprana y antes en las mujeres que en los hombres.
Sin embargo, se ha visto que entre un 4% y un 13% de la población general nunca llega a alcanzar un pico normal de desarroll o de la función pulmonar en la etapa adulta. “Estas personas, en torno a una década antes de lo más habitual, tienen una mayor prevalencia e incidencia de desórdenes respiratorios, cardiovasculares y metabólicos , y mueren antes”, informa el doctor Agustí, a raíz de otro importante estudio sobre función pulmonar en la etapa adulta temprana llevado a cabo por él mismo junto a otros investigadores y publicado en The Lancet.
En particular, este experto relaciona que una función pulmonar baja (FEV1 <80% pronosticado) en la etapa adulta temprana (entre los 25 y los 40 años) se asocia con una mayor prevalencia e incidencia más temprana, alrededor de una década antes, de sufrir anomalías respiratorias, cardiovasculares y metabólicas, así como muertes prematuras, según se ha demostrado con un análisis en una cohorte transgeneracional de 1.161 participantes con diferentes enfermedades y comorbilidades.
“Este hallazgo sugiere que factores genéticos y ambientales que contribuyen a un desarrollo pobre de la función pulmonar también pueden conducir a un pobre desarrollo de otros órganos y sistemas , y esto puede influir negativamente en la supervivencia”, comenta el doctor Agustí. Además, los investigadores constataron que estas personas tenían una mayor mortalidad por todas las causas, respecto a las personas con una función pulmonar normal en la adultez temprana, que era independiente, y no aditiva, a la exposición acumulativa de fumar.
También se observó que las personas con al menos un padre estratificado con baja función pulmonar en la adultez temprana también tenía una función pulmonar más baja en la edad adulta temprana, versus aquellos cuyos padres habían sido clasificados con una función pulmonar normal en la adultez temprana.
Replanteamiento de los tratamientos y biomarcadores
“Todos estos hallazgos ponen sobre la mesa la necesidad de identificar y validar biomarcadores apropiados para poder identificar a lo s individuos con una baja función pulmonar en la etapa adulta temprana, con el objetivo de poder prevenir su desarrollo”, informa el doctor.
Los recientes estudios realizados también ponen de manifiesto que hay una mezcla de pacientes con EPOC con diferentes trayectorias de la función pulmonar y, por lo tanto, con diferentes enfermedades y, como señala Agustí: “Una vez tengamos biomarcadores disponibles, los tratamientos existentes deberán ser reevaluados, para un reposicionamiento, así como para identificar nuevas dianas terapéuticas, puesto.que algunos de estos tratamientos actuales (los corticoides inhalados) pueden alterar el curso de la enfermedad en algunos pacientes , como los que tienen una respuesta excesiva a la inhalación de partículas y gases tóxicos, pero no lo consiguen en aquellos con un desarrollo anormal de los pulmones”.
Nuevo presidente SEPAR
El doctor Carlos A. Jiménez Ruiz, neumólogo reconocido experto en tabaquismo, es el nuevo presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) para los próximos tres años, tras la clausura del 51º Congreso de SEPAR. El doctor Jiménez, coordinador de la Unidad Especializada de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid y neumólogo del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), asume el “difícil desafío de hacerla todavía mejor”, teniendo en cuenta las “características de excelencia” que, a su juicio, ya reúne esta Sociedad científica.
Para ello, Jiménez-Ruiz promete trabajar “mucho” y “duro”, con “la colaboración” de los socios de SEPAR para conseguirlo, así como con su “comprensión”, y una firme apuesta por el “diálogo”. “Quiero dejar patente mi predisposición al dialogo con todos vosotros. Mi intención es estar con todos los socios, hablar con todos y escuchar a todos para después sacar adelante las mejores ideas que serán las que hagan más grande a nuestra sociedad”, subrayó en el discurso de toma de posesión del cargo.
Características de excelencia
El doctor Carlos A. Jiménez-Ruiz afirmó en su discurso de clausura del Congreso de SEPAR, con el que se estrenó oficialmente como nuevo presidente de esta sociedad, que “SEPAR es una Sociedad científica que cumple con todas las características de excelencia que deben tener este tipo de Sociedades”, al ser “multidisciplinar, porque fue un proyecto que comenzó siendo de los neumólogos y cirujanos torácicos de nuestro país y se ha convertido en una realidad abierta a todos los neumólogos, cirujanos torácicos, neumólogos pediátricos, médicos de atención primaria interesados en la neumología y enfermeras y fisioterapeutas del ámbito respiratorio. Esta es una característica que nos hace más fuertes. Es una de las esencias de SEPAR que debemos seguir conservando”, destacó.
También reúne estas características de excelencia porque, según dijo, “SEPAR promociona el desarrollo de la investigación en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades respiratorias y lo hace facilitando esta labor a grupos que trabajan de forma independiente o a grupos que trabajan en red . Y todo ello cumpliendo con el mayor de los rigores científicos”; porque “SEPAR promulga la excelencia en el conocimiento y la asistencia a las enfermedades respiratorias, con lo cual cumple con su papel de apoyo a la ciudadanía y de asesoría a la administración político-sanitaria”; y porque “SEPAR promueve la formación continuada, el desarrollo profesional y la recertificación de sus miembros con el objetivo de cumplir con su papel de acreditación de la excelencia profesional de los mismos”.
Liderazgo en tabaquismo
De hecho, “SEPAR es una sociedad líder en opinión sanitaria no solo para la población general, sino también para la administración político-sanitaria”, ya que “para todos ellos, la opinión de SEPAR en problemas relacionados con todo tipo de enfermedades respiratorias, el tabaquismo y el medio ambiente es fundamental, la buscan, la necesitan para tomar sus decisiones”, dijo. La incorporación de los jóvenes a SEPAR no sólo facilitando su trabajo en todas las áreas científicas y de investigación de la sociedad sino, también, promoviendo su integración en la estructura societaria de SEPAR será uno de sus principales objetivos.
“Necesitamos facilitar el camino a nuestros jóvenes, ellos son nuestro futuro” – comentó en su discurso. Para ello pondrá en marcha el Comité SEPAR Joven, un nuevo órgano de la sociedad que se crea con el propósito de atraer a los jóvenes y de facilitar su desarrollo profesional, científico e investigador en el seno de SEPAR.
El doctor Jiménez-Ruiz es un reputado especialista en Tabaquismo, ha dirigido el Área de Tabaquismo de SEPAR así como su Programa de Investigación e igualmente ha desempeñado cargos en este campo de conocimiento en la European Respiratory Society (ERS) de la que fue Chair del Comité de Control de Tabaquismo (TCC) de la Sociedad Europea de Neumología (ERS), implicado en la organización y dirección de todas las actividades que se implementan en el ámbito europeo para la prevención y tratamiento del tabaquismo. Para ello, trabajó en estrecha colaboración con las instituciones de la UE, encargadas de estas actividades, y con la Oficina Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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