Los resultados de un gran estudio realizado en casi 300.000 pacientes del Reino Unido asocian el uso frecuente de paracetamol efervescente a un mayor riesgo de ataques cardiacos, derrames cerebrales, insuficiencia cardiaca y muerte como consecuencia del alto contenido en sal observado en algunas formulaciones solubles.
El trabajo, publicado el pasado jueves en el European Heart Journal, la revista científica de la Sociedad Europea de Cardiología, está liderado por el profesor Chao Zeng, del Hospital Xiangya –Universidad Central del Sur, Changsha (China)–, cuyo equipo analizó datos de la Red de Mejora de la Salud del Reino Unido, una base de datos electrónica de registros médicos de aproximadamente 17 millones de personas.
El sodio, uno de los componentes principales de la sal, se usa a menudo para ayudar a que medicamentos como el paracetamol (también conocido como acetaminofén) se disuelvan y desintegren en agua. Sin embargo, las formulaciones efervescentes y solubles de comprimidos de paracetamol de 0,5 g pueden contener 0,44 y 0,39 g de sodio, respectivamente. Si una persona tomara la dosis máxima diaria de dos comprimidos de 0,5 g cada seis horas, consumiría 3,5 y 3,1 g de sodio, respectivamente, cantidad que supera la ingesta diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud: 2 g al día. No obstante, existen otras formulaciones que contienen una cantidad extremadamente pequeña de sodio o nada en absoluto.
Como se recuerda desde la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), se sabe que el exceso de sal en la dieta es un importante problema de salud pública y está asociado a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y muerte entre los pacientes con presión arterial alta. Sin embargo, hay evidencias inconsistentes sobre la existencia de un riesgo similar para las personas con presión arterial normal, y no sería ético realizar un ensayo controlado aleatorio para analizar esto.
En el estudio publicado en el European Heart Journal, los investigadores examinaron a 4.532 pacientes con presión arterial alta a quienes se les había recetado paracetamol que contenía sodio y los compararon con 146.866 pacientes con presión arterial alta a quienes se les había indicado paracetamol sin sodio. También compararon 5.351 personas sin hipertensión a las que se había prescrito paracetamol que contenía sodio con 141.948 pacientes sin presión arterial alta en tratamiento con fórmulas sin sodio. Los pacientes tenían entre 60 y 90 años, y el seguimiento se prolongó durante un año.
El equipo científico encontró que el riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardiaca después de un año para los pacientes hipertensos que tomaban paracetamol con sodio era del 5,6% (122 casos de ECV), mientras que era del 4,6% (3.051 casos de ECV) entre los que tomaban paracetamol que no contiene sodio. El riesgo de muerte a un año también fue mayor: del 7,6% (404 muertes) y del 6,1% (5.510 muertes), respectivamente.
Entre las personas sin hipertensión, se observó un aumento de riesgo similar: entre las que usaron paracetamol que contenía sodio, el riesgo de ECV a un año fue del 4,4% (105 casos), y del 3,7% (2.079 casos) entre los que tomaron fórmulas sin sodio. El riesgo de morir fue del 7,3% (517 muertes) y del 5,9% (5.190 muertes), respectivamente.
Mayor riesgo en tratamientos más prolongados
“También descubrimos que el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte se incrementaba a medida que aumentaba la duración de la ingesta de paracetamol que contenía sodio. El riesgo de ECV aumentó en una cuarta parte para los pacientes con presión arterial alta que tenían una receta de paracetamol que contenía sodio, y en casi la mitad en el caso de las personas con cinco o más recetas de paracetamol que contenía sodio. Vimos aumentos similares en personas sin presión arterial alta. El riesgo de muerte también aumentó con dosis crecientes de paracetamol que contiene sodio en pacientes con y sin presión arterial alta”, explica el profesor Zeng.
El sodio se usa habitualmente en preparaciones de fármacos para mejorar su solubilidad y desintegración. En 2018, 170 de cada 10.000 habitantes del Reino Unido usaban medicamentos que contenían sodio, con una mayor proporción entre las mujeres.
En un editorial que acompaña al artículo de investigación, Aletta Schutte –profesora de Medicina Cardiaca, Vascular y Metabólica en la Universidad de Nueva Gales del Sur y el Instituto George para la Salud Global de Sydney (Australia)– y Bruce Neal –director ejecutivo de The George Institute y profesor de Epidemiología Clínica en el Imperial College London (Reino Unido)– escriben que solo en el Reino Unido se recetaron 42 millones de medicamentos que contenían paracetamol en 2014, a los que se suman otros 200 millones de envases dispensados sin receta.
“Esto equivale a unas 6.300 toneladas de paracetamol vendidas cada año en el Reino Unido, con una cifra cercana a las 10.000 toneladas en Francia. Afortunadamente, solo una pequeña proporción de las formulaciones de paracetamol contienen sodio, pero con el aumento de la popularidad de los medicamentos de acción rápida y efervescentes, los efectos adversos de la ingesta de sodio relacionada con los medicamentos parecen aumentar en lugar de disminuir“, escriben.
Por ello, el profesor Zeng, director del estudio, considera que los médicos y los pacientes deben ser conscientes de los riesgos asociados al paracetamol que contiene sodio y evitar su consumo innecesario, especialmente cuando el medicamento se toma durante un largo periodo de tiempo. “Dado que el efecto de alivio del dolor del paracetamol que no contiene sodio es similar al del paracetamol sin sodio, los médicos pueden recetar este último a sus pacientes para minimizar el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte. Las personas deben prestar atención no solo al consumo de sal en sus alimentos, sino también a no pasar por alto la ingesta de sal oculta de los medicamentos en su botiquín“, subraya.
“Aunque la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU requiere que todos los medicamentos de venta libre indiquen su contenido de sodio, no se ha emitido ninguna advertencia sobre el efecto potencialmente perjudicial del paracetamol que contiene sodio sobre los riesgos de hipertensión, enfermedad cardiovascular y muerte. Nuestros resultados sugieren revisar el perfil de seguridad del paracetamol efervescente y soluble“, agrega el investigador.
Por su parte, los profesores Schutte y Neal llaman a la acción urgente en su editorial: “El uso generalizado de medicamentos efervescentes en la población general y las enormes dosis de sodio que pueden ingerir sin darse cuenta los consumidores desprevenidos requieren una acción urgente. Particularmente preocupante es la observación en algunas encuestas de que hasta el 94% de los usuarios de medicamentos gaseosos se automedican con preparados de venta libre. Existe una necesidad inmediata de protección de los consumidores contra estos riesgos. Es probable que la estrategia más plausible y eficaz sea el etiquetado obligatorio de todos los medicamentos que contengan cantidades significativas de sodio con una señal de advertencia en la parte delantera del paquete (…)”.
Fortalezas y limitaciones del estudio
Las fortalezas del estudio incluyen su gran tamaño y el hecho de que los investigadores observaron a personas con y sin un diagnóstico de presión arterial alta. Las limitaciones incluyen el hecho de que se trata de un estudio observacional, y solo puede mostrar que existe una asociación entre la sal en el paracetamol y las enfermedades cardiovasculares y las muertes, pero no que la sal provoque estos eventos.
Además, hubo falta de datos sobre la ingesta dietética de sal y la excreción de sodio de las muestras de orina; los investigadores tomaron en cuenta los factores que podrían afectar a los resultados, pero es posible que algunos no se hayan tenido en cuenta, como los rasgos genéticos. Por otro lado, no se registró el uso de paracetamol de venta libre; sin embargo, al restringir el estudio a los mayores de 60 años que califican para recetas gratuitas en el Reino Unido, el riesgo de esto se minimiza. Por último, es posible que los pacientes no se hayan adherido a la medicación prescrita por sus médicos.
Referencias:
Chao Zeng et al. ‘Paracetamol que contiene sodio y resultados cardiovasculares en personas con y sin hipertensión’. European Heart Journal. doi: 10.1093/eurheartj/ehac059
Aletta E. Schutte y Bruce Neal. ‘El sodio oculto en la medicación: una píldora difícil de tragar’. European Heart Journal. doi: 10.1093/eurheartj/ehab888
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