
Esta vez es la Policía la que me traslada al hospital. Al parecer, al agente le pareció más que sospechosa mi actitud. Una sonrisa de oreja a oreja, carcajadas, abrazos y besos por doquier. Tanta alegría gratuita y desbordada le dio que pensar y, sin dudarlo, me enchufó el alcoholimetro: 0,0. Ummmmmmmm. Pues si no es la bebida, serán las drogas; así que, siguiendo las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico, y ante la falta de medios propios, los municipales me llevan al centro sanitario más cercano para un análisis de drogas. Yo, lejos de sublevarme, bajo la ventanilla del vehículo policial y aprovecho para felicitar el año nuevo a grito pelao a todo el que se cruza en mi camino.
Estupefacto se queda el amable y paciente agente cuando el médico le confirma que estoy limpia, que sólo se trata de un ataque de euforia. Sí, señores lectores, euforia. El vocablo procede del griego y literalmente significa fuerza para soportar. Médicamente está reconocida como un estado mental y emocional en el que una persona experimenta sentimientos intensos de bienestar, felicidad, excitacion y júbilo (la Wikipedia Op. Cit. No se piensen que la euforia lleva aparejado un ataque repentino de cultura general).
Es probable que algún ser querido o cualquier conocido de su entorno haya padecido estos síntomas durante las últimas semanas. El facultativo insiste al agente en que hay un brote de epidemia mundial. A diario, en los países más desarrollados, los servicios de Urgencias se colapsan con millones de casos similares al mío, y le comenta contrariado
que la euforia se ha propagado como la pólvora.
De la noche a la mañana han desaparecido todos nuestros problemas. La prensa no habla de la crisis, ni del paro, ni de la corrupción. Las teles sólo ofrecen imágenes de felicidad infinita. Nos bombardean con rituales mágicos para atraer el amor, la salud y el dinero en abundancia. En los mercados no cabe un alfiler, nos informan de los precios del cordero, del besugo y de las cigalas, que pese a estar por las nubes, desaparecen de las bandejas.
Consultan la situación con reputados expertos en Psicología, quienes coinciden en quitar hierro al asunto. Nos aconsejan unos pelillos a la mar, un borrón y cuenta nueva y dejarse llevar por la felicidad del momento; que ya vendrá Paco con las rebajas de enero.
No seré yo quien les chafe la fiesta. Dicen que 2014 es el año de la esperanza y de la recuperación económica. El principio del fin. Yo me conformaba con que fuera el año en el que dejáramos de esperar milagros y tomáramos conciencia de lo que somos y podemos hacer. Le he pedido a Melchor, a ver si puede ser, que dejemos de descargar culpas en los políticos; a Gaspar, la claridad mental para elegir a los siguientes mandatarios y a Baltasar, conciencia social y memoria para que no se nos olvide esta crisis y no volvamos a comportarnos nunca más como nuevos ricos.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios