Diez consejos contra el envejecimiento de tus articulaciones

1. Mantener un peso adecuado. El sobrepeso y la obesidad son causas que potencian el envejecimiento de las articulaciones, por lo que deberíamos mantener un peso adecuado con respecto a nuestra talla. Para ello, es importante seguir una alimentación variada y realizar dieta no drástica si se presenta sobrepeso, ya que las dietas intensas con marcada pérdida de peso no son convenientes.

2. Alimentación variada y baja en hidratos de carbono. Así evitaremos el sobrepeso y, al mismo tiempo, una alimentación rica en verduras, fruta, soja y pescado (fundamentalmente, el más rico en aceites omega 3) nos aportará vitaminas, antioxidantes y otros elementos para el equilibrio, tanto del peso como del colesterol y los cartílagos articulares.

3. Calzado. Un calzado correcto, cómodo y posiblemente antiimpactos mejora la convivencia con las artropatías de las extremidades inferiores y columna vertebral. Si se practica alguna actividad física, el calzado también debe de adecuarse a la misma.

4. Ejercicio. Es conveniente llevar una vida activa, por lo que es importante dejar deportes intensos o con movimientos repetitivos y sustituirlos por paseos, tai-chi, yoga, gimnasias adecuadas para cada edad, para potenciar determinados grupos musculares, etc. También la natación y el aqua-gym son muy recomendables.

5. Llevar una vida activa. Se recomienda llevar una vida con actividades, paseos diarios, evitando estar sentado durante largo rato, para evitar la anquilosis articular. La actividad debe ser tanto física como intelectual para mantener el mayor grado de independencia y autonomía personal.

6. Suplementos médicos. Es conveniente el tratamiento con productos inhibidores de la inflamación artrósica, como el condroitin sulfato o condroitina, glucosamina, etc. de manera periódica, ya que pueden resultar eficaces para una mayor flexibilidad articular y disminuir los eventos quirúrgicos a largo plazo. También son muy adecuados los suplementos de calcio y vitamina D.

7. Descanso. El uso de colchones firmes, pero no excesivamente duros, ya sean de muelles, látex, etc.

8. Ergonomía. En determinadas artrosis, sobre todo las del raquis y extremidades superiores, es conveniente adecuar diversos elementos del hogar que obligan a duros esfuerzos a algunas articulaciones. Lo ideal es utilizar carro de compra o bolsas ligeras, sustituir algún grifo de rosca o contenedores de alimentos, colocar los utensilios a mano, evitar bajar escaleras en lo posible y utilizar bastón si es preciso.

9. Acudir a su médico con regularidad. Para corregir los posibles desequilibrios de salud que pueden influir indirectamente en la artrosis, como el sobrepeso, la diabetes, antiguos traumatismos que producirán artropatías, deformidades de piernas y columna, como dismetrías, alteraciones de los pies, u osteoporosis, el médico le remitirá para que le realicen los estudios adecuados para solucionar pequeños defectos que pueden llevar a grandes problemas.

10. Acuda a un reumatólogo. El reumatólogo es el experto en medicina del aparato locomotor y le orientará. En la actualidad podemos retrasar muchos años estos problemas, incluso bloquearlos definitivamente en muchos casos, gracias a la biología molecular y otras disciplinas de reciente y aún deficitaria implantación en nuestro país, pero que ya son una realidad para muchos enfermos de artrosis. Entre ellos, interleucina IL1-ra, factores de crecimiento, implantes de hyaluronato, de acrilamida, análisis de ADN para prevención, etc.

* El doctor Juan Manuel Cowalinsky Millán es especialista en Reumatología y miembro de Saluspot