El primer paso

En la contraportada de un número especial de la revista Scientific American, en la que el Instituto de Medicina realiza recomendaciones para promover la salud cardiovascular globalmente en el mundo, aparece la siguiente cita:

(Goethe)

Y me llega esta cita al alma en un momento que siento de encrucijada, en el que, habiendo encontrado múltiples áreas y espacios en los que poner al servicio mi saber y querer hacerlo, no acabo de iniciar de verdad el camino de comenzar a aplicar y comenzar a hacer. De momento, he realizado pequeñas excursiones y tengo mi mochila preparada para la grande…

Y al preguntarme por qué, me respondo a mí misma: “Es muy difícil, estoy muy sola, se necesitan muchas más manos… Es decir, quiero caminar con otros muchos a mi lado y, lo más importante, me da miedo…”. Sí, miedo de que no funcione, de no conseguirlo, de los múltiples obstáculos que me encontraré en el camino, de fracasar. Y ese miedo tonto impide que comience a caminar para llegar a dar todo lo que puedo dar.

Y entonces empiezo a pensar en todos los que se encuentran en situación parecida, que me consta son muchísimos, por las innumerables conversaciones que he mantenido con muy distintos actores, por los comentarios que escucho por la calle, en eventos y en cafés, por las múltiples e increíbles iniciativas que existen e ideas que surgen (Know Square, Anoche tuve un sueño, Música en vena, Fundación Barraquer, 1000friends, Fundación Vipeika, Dehesa de la Serna… y cientos más), por los cambios, tímidos pero grandes, que comenzamos a percibir en el ambiente…

Y me da pena, por mí y por otros, que este miedo tonto esté ralentizando y paralizando iniciativas que hoy necesitamos tanto como respirar, y que todos esos primeros pasos necesarios y actitudes diferentes, grandes o pequeños, no se estén convirtiendo en realidad.

Así que desde aquí, y para todos los que tengamos la intención de cambiar algo -aunque sólo sea nuestra forma de comenzar las reuniones o dirigirnos a quienes trabajan con nosotros-, sugiero (y me lo aplico) que nos demos permiso para intentarlo… a pesar de todas las voces que dicen que no merece la pena… Y que nos acordemos de que somos una más de la multitud de gotas de agua en el océano que están intentando algo distinto, y que un día alcanzarán su status de masa crítica y no habrá vuelta atrás.

Así como hacen las agencias de publicidad, creemos un meme que normalice esos comportamientos y discursos diferentes.

Por mi parte, abrimos en diciembre un proyecto de investigación para descubrir, con la ayuda de quienes participen, cómo conseguir que, en las organizaciones, Recursos Humanos tenga (y lo emplee sabiamente) el papel estratégico que se requiere para servir realmente de forma eficaz a la organización, y comienzo a colaborar en otro proyecto con el objetivo de reinventar radicalmente cómo entendemos el trabajo, en el que esperamos poder poner en marcha varios pilotos probando alternativas nuevas y muy diferentes.

Y para esos momentos en los que cueste… un poema de David Whyte, Start close in, que nos recuerda la necesidad de dar el primer paso (en inglés).

Buena semana.