Recuperar la salud

Siendo la mente la herramienta más poderosa de la que disponemos, hay que ponerla, sin duda, a trabajar para nuestro propio beneficio.

El ser humano está programado para la autocuración, y prueba de ello es la amplia casuística de curaciones en personas que han desafiado los diagnósticos. La medicina alopática define esto como curaciones espontáneas. Pero la mente tiene mucho que decir en este asunto.

Somos cuerpo, mente, emociones y espiritualidad y es preciso trabajar desde una perspectiva holística para conseguir la sanación.

A lo largo de mi trayectoria profesional, he trabajado con personas con diagnóstico de cáncer que han sido capaces de cambiar, entre otras cosas, los resultados en las analíticas a través de su trabajo con la relajación, la meditación y las visualizaciones centradas en la curación. Asimismo, han conseguido parar la caída del pelo producida por los químicos. Quizá lo más llamativo era comprobar cómo también cambiaban sus vidas.

Y, por supuesto, no puedo dejar de mencionar el caso de una mujer diagnosticada de cáncer que decidió que no quería tratamiento convencional. De esto hace ya más de 18 años y a día de hoy mantiene su salud. No hay nada más poderoso que la creencia en uno mismo.

En esta línea, quiero hacer referencia al maravilloso trabajo desarrollado por el oncólogo norteamericano Carl Simonton y la psicóloga Stephanie Matthews. Hace mas de 35 años diseñaron un programa, plasmado en su libro Recuperar la salud (Una apuesta por la vida) y basado en el trabajo integral de las personas a través del cambio de creencias, la actitud positiva, el trabajo con las emociones, la relajación etc. Afirmaban que lo decisivo en la curación era la actitud de la persona, eligiera el tratamiento que eligiera (convencional, homeopático, dieta vegetariana, etc). Como psicóloga, y a través de mi trabajo con personas diagnosticadas de cáncer, afirmo lo mismo, siempre y cuando la persona haya podido resolver el conflicto que generó la enfermedad.

Tradicionalmente se ha considerado al ser humano como una máquina que podía llegar a fallar, sin tener en cuenta las emociones, las situaciones de intenso estrés y el poder mental.

Somos mucho más que una simple maquinaria. Somos un todo compuesto por cuerpo, mente, emociones y alma, y será a través de esta valoración integral como podamos llegar a ser parte activa en el proceso de recuperación de nuestra salud.

Un factor de vital importancia es aprender a manejar el estrés y conseguir la paz interior. Esto consigue cambios en nuestro organismo que están constatados científicamente a través de múltiples estudios realizados sobre personas que practican la meditación.

La alegría es otro de los caminos a la salud, y hacer de la risa un hábito diario es un reto que nos sana. La risa desencadena un torrente de neurotransmisores, como las endorfinas, que son las hormonas del bienestar, y las encefalinas, que actúan contrarrestando el dolor. El periodista norteamericano Norman Cousin fue diagnosticado de cáncer y se curó a través de la risa.

Sin duda, la confianza en uno mismo, el reconocimiento del papel de las emociones en la enfermedad o la salud, la risa, la práctica de la relajación, las visualizaciones y amarse a uno mismo son  ingredientes necesarios para mantener una buena salud.

asantero7@hotmail.com