Coincidiendo con la primera medida de alivio de las restricciones vigentes durante el estado de alarma –las salidas controladas de los niños–, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro Coordinador de Alertas y Emergencias (CCAES), Fernando Simón, han entregado al presidente del Gobierno un documento en el que se recogen las condiciones que deben cumplirse desde el punto de vista sanitario para iniciar el proceso de transición a esa “nueva normalidad” a la que ayer se refirió el propio Pedro Sánchez.
El informe recoge “la posición de muchísimos expertos” en diversas áreas, tal y como ha explicado esta mañana Fernando Simón, quien ha expresado la esperanza de su equipo de que “sea útil” para el desarrollo de la fase que nos llevará hacia “una normalidad que no será la misma que la de hace un año”, porque deberá ajustarse a las exigencias que marca la vigilancia del coronavirus SARS-CoV-2 durante los próximos meses.
“Debemos reducir al máximo los riesgos de transmisión y de que se produzcan nuevos brotes, si no para controlarlos del todo, que sería un objetivo muy ambicioso, al menos para reducirlos lo suficiente como para que no afecte de forma tan negativa”, ha recordado.
En este contexto, el documento plasma los cuatro requisitos generales que ya avanzó hace unos días el responsable del CCAES: que el sistema sanitario tenga capacidad para responder a un repunte de casos; que existan “mecanismos de monitorización” fiables que permitan analizar “todas las sospechas de infección y tener la certeza de que se consigue identificar de forma precoz cualquier inicio de brote”; que el sistema de salud sea capaz de hacer diagnósticos tanto en Atención Primaria como Hospitalaria para detectar todos los casos sospechosos, confirmar las infecciones activas y establecer medidas de aislamiento y tratamiento de forma temprana y que se mantenga en la población la “tensión” sobre la importancia capital de respetar las medidas de protección colectiva.
Todas las comunidades autónomas deben “demostrar que estas capacidades se cumplen en todos sus territorios”; es entonces cuando estarán “en situación de partida para empezar la transición si la situación epidemiológica y de Salud Pública lo permite”.
Pruebas que detecten las infecciones activas desde Atención Primaria
El informe preparado por los expertos incluye en cada apartado opciones para cumplir las condiciones establecidas. El doctor Simón ha adelantado algunas de las que atañen a los centros sanitarios y a sus capacidades diagnósticas y asistenciales, especialmente en el ámbito de la Atención Primaria (AP). Así, ha asegurado que resultará esencial que desde este nivel puedan realizarse pruebas que detecten, no tanto la presencia de defensas frente al virus (anticuerpos), sino “el virus activo, es decir, el antígeno”.
“Muchas CCAA ya están haciendo un trabajo enorme con AP, y en varias de ellas la respuesta a la epidemia, en cuanto a la identificación de casos sospechosos, se ha basado fundamentalmente en las capacidades de este nivel asistencial. Hasta ahora, estos centros no tienen capacidad para hacer la toma de muestras necesarias en las PCR y realizar los diagnósticos desde allí, pero no debería ser muy complicado disponer de otros análisis que permitan detectar la infección. De hecho, cuatro o cinco comunidades están ultimando ya procesos logísticos para realizar pruebas y obtener los resultados en un plazo de 24 o 48 horas como máximo, ya que un diagnóstico precoz es imprescindible para actuar rápido”, ha explicado.
Además, es preciso establecer adecuados cauces de coordinación con los servicios de Salud Pública y asegurar la disponibilidad de mecanismos de vigilancia “suficientes, oportunos y veloces” que hagan posible “la transmisión informática de la información, algo que ya existe en muchas CCAA, mientras que otras “tendrán que hacer un esfuerzo muy importante”.
Desde el punto de vista asistencial, el director del CCAES ha señalado que las comunidades autónomas también deberán garantizar la adaptación de las estructuras de los centros sanitarios con el fin de establecer circuitos asistenciales separados para minimizar los riesgos de transmisión del virus. En este punto, los especialistas aportan diferentes alternativas, como habilitar “centros específicos” para atender a las personas con síntomas sospechosos de COVID-19, diferenciar zonas dentro de las mismas instalaciones si la primera opción no es posible, favorecer que las consultas hospitalarias o de Atención Primaria que no requieran visitas presenciales se atiendan mediante sistemas de teleasistencia o evaluar la conveniencia o no de establecer sistemas de cribado a la entrada de los centros.
Acceso suficiente a los equipos de protección individual
Del mismo modo, el documento, titulado Recomendaciones sanitarias para la estrategia de transición, refleja la necesidad de asegurar que los profesionales sanitarios “tienen acceso suficiente a los equipos de protección individual (EPI)”, cuyo desabastecimiento ha marcado en buena medida esta crisis sanitaria y ha centrado muchas de las críticas del personal de los centros asistenciales. “El problema se ha ido solventando, pero es preciso que se garantice, no solo que los trabajadores cuentan con los EPI que necesitan para su día a día, sino que existe stock suficiente para responder en caso de nuevos brotes epidémicos”, ha subrayado.
También a los profesionales se dirige otra de las consideraciones incorporadas al informe. “Han pasado por un periodo de enorme estrés y presión física y psicológica, y deben recibir apoyo suficiente para que puedan desarrollar su labor en las mejores condiciones y con el alto nivel de exigencia que tienen”, ha recordado el epidemiólogo, quien ha subrayado que en todo este proceso se requerirá actuar “desde el primer momento” con todas las comunidades autónomas.
“Nosotros nos coordinamos con todos los niveles técnicos y de Salud Pública de las CCAA”, ha dicho, pero cumplir con las condiciones necesarias para iniciar la fase de transición exigirá “reorganizar servicios y estructuras, realizar inversiones y tomar otras decisiones que suponen que deban estar implicados niveles muy superiores a los nuestros, como los consejeros de Sanidad e incluso los presidentes autonómicos”.
“Habrá que replantearse aspectos importantes de nuestro sistema sanitario”
A este respecto, Fernando Simón ha advertido que las medidas sanitarias que habrá que adoptar serán de gran calado. “Cuando todo esto pase, habrá que replantearse aspectos importantes de nuestro sistema sanitario, pero durante todo el proceso de transición también tendrán que participar en la toma de decisiones, y de forma importante, muchos otros sectores, aunque guiados por Sanidad y Salud Pública”.
Por otro lado, en las recomendaciones recogidas en el informe también se hace referencia al trabajo necesario en los centros sociosanitarios, teniendo en cuenta que hay que identificar “en cuáles de ellos se dan infecciones”. En tal caso, “se tienen que tratar, no solo a los residentes, sino también el centro”, según ha afirmado el portavoz técnico del Ministerio de Sanidad, quien ha destacado también la importancia de “identificar a los residentes que no han estado expuestos al virus y protegerlos”.
En cuanto a la asimetría con la que se desarrollará la desescalada de las medidas de confinamiento vigentes, el documento entregado este domingo al presidente del Gobierno indica que el plan de transición debe guiarse por criterios epidemiológicos y de salud pública. “Una vez que las cuatro capacidades estratégicas se hayan desarrollado suficientemente, se podrán tomar decisiones que permitan un progresivo aumento de la movilidad y de la actividad laboral. La toma de decisiones durante esta etapa se basará en la evolución de los indicadores específicos acordados en los foros técnicos del Consejo Interterritorial que permitan una alerta y respuesta tempranas –indicadores que se deberán valorar de forma conjunta y con la suficiente flexibilidad, dada su interdependencia– y en la identificación de las áreas geográficas con capacidades de preparación adecuadas, con situaciones epidemiológicas y de riesgo homogéneas”, una delimitación “que se acordará con las comunidades autónomas”.
ACCESO AL DOCUMENTO COVID-19: RECOMENDACIONES SANITARIAS PARA LA ESTRATEGIA DE TRANSICIÓN
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