“Somos la profesión que lidera el cuidado y que ha resultado imprescindible en tiempos complicados”

El acto comenzó con un minuto de silencio, en homenaje a los sanitarios fallecidos en esta pandemia y en apoyo a los que siguen luchando para salvar la vida de los que hoy están hospitalizados. Un sentido minuto de silencio convocado a nivel nacional por el Consejo General de Enfermería.

El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, dio la bienvenida “a la casa de todos los salmantinos, en un día de celebración y a la vez, de recuerdo a los sanitarios fallecidos” y destacó la confianza de los ciudadanos en las enfermeras y la alta consideración de la profesión: “Año tras año, la enfermería revalida la confianza, el cariño y el agradecimiento de Salamanca por sus cuidados expertos y cercanos, sobre todo durante la pandemia”.

Habéis sido, destacó en su intervención, “la mano tendida para muchos enfermos que han sufrido una larga recuperación en soledad. También la compañía de quienes no lo consiguieron, pero encontraron el último consuelo. Ahora os remangáis para que ninguna dosis de vacunas se quede en la nevera”. Terminó su intervención haciendo un llamamiento a la responsabilidad individual: “Ningún homenaje será mejor valorado por las enfermeras que el civismo de todos. No podemos ahora ser irresponsables. Solo juntos llegaremos más lejos y antes”.

Por su parte, la presidenta del Colegio Profesional de Salamanca, María José García Romo, aseguró que era preciso rendir este sentido y especial homenaje a las enfermeras “por su incansable y agotadora lucha por salvar vidas y, por el gran esfuerzo en la recuperación de la salud perdida, en recuperación de la VIDA, con mayúsculas, que nos la ha arrebatado la covid-19.

“Deseamos hacerlo -añadió- de la mano de los ciudadanos de Salamanca haciendo así de este día, un símbolo de unión por la salud. Entre todos conseguiremos la anhelada vuelta a la normalidad, a la VIDA y al bienestar”.

Este homenaje a las enfermeras de Salamanca está enmarcado en la celebración del Día Internacional de la Enfermería, que este 2021 tiene como tema: Enfermería: Una voz para liderar – Una visión de futuro para la atención de salud. En palabras de la presidenta del Colegio Profesional de Enfermería, María José García Romo, “celebramos en este contexto incierto, doloroso, pero a la vez esperanzado, el día internacional de la enfermera, sumándose este acto al movimiento global que se está llevando a cabo y que nos une como profesión desde cualquier parte del mundo, en la búsqueda de un mayor reconocimiento y de una mayor visibilidad de las enfermeras. Un movimiento que nace desde el ORGULLO de pertenencia a una profesión que, en momentos tan amargos, ha demostrado la EXCELENCIA. Nos sentimos orgullosos hoy, más que nunca, de la esencia de nuestra profesión: CUIDAR”.

Y añadiño en este mismo sentido: “Somos la profesión que lidera el CUIDADO, el conocimiento propio de la ciencia enfermera, que ha resultado imprescindible en tiempos complicados y que ha quedado evidenciado que hemos sido, somos y seremos esenciales y cada vez más líderes en todos los niveles asistenciales, muestra también de nuestro papel imprescindible en la reconstrucción del futuro del sistema sanitario en España”.

Tras la intervención de la presidenta, se dio paso a la lectura del manifiesto elaborado por Dolores Silguero Martín y Rubén Cañizares Sánchez, en el que relataron algunas de las vivencias más duras de las enfermeras desde marzo de 2020, pero a la vez, mostraron el aprendizaje de todo ello en, paradójicamente, el año declarado por la OMS como el año de la enfermera y la matrona.

“Las enfermeras esperábamos que el 2020, año de la Enfermera y la Matrona, fuera un año inolvidable para nosotras y claro que lo fue: NUNCA LO OLVIDAREMOS. Queríamos que el 2020 fuera la oportunidad de hacer más visible a la profesión, que se conociera mejor nuestro día a día, pero para eso teníamos que haber podido reunirnos, organizar actividades, programar actos públicos… Y llegó un virus que nos hizo vivir el 2020 de la manera que nunca imaginamos”, aseguró María José García Romo.

“Incluso en ese contexto hemos demostrado que somos una profesión renovada, con nuevas competencias que desarrollar, que hoy estamos más que preparadas para gestionar, para prescribir, para dirigir cuidados, unidades, centros… para liderar una sanidad moderna”, dijo Rubén Cañizares.

Hubo también tiempo para demandar mejoras profesionales más que justificadas desde la llamada primera ola: “Nosotras, que estamos acostumbradas a acompañar en momentos muy duros al enfermo y a las familias, que no nos es extraño mirar a la muerte cara a cara e intentar que los últimos momentos sean serenos y llenos de paz, que somos aguerridas y capaces de tomarnos un café o un bocata hablando de lo más escatológico que podáis imaginar…. recordamos los días más duros de lo que llamaron 1ª ola con dolor, con mucho dolor y hoy deseamos que aquellos aplausos que tantos días compartimos con muchos otros ciudadanos que también estuvieron al pie del cañón, se conviertan en compromiso con la vacunación por parte de la población en general; por parte de los responsables sanitarios, deseamos que esos aplausos los transformen en aumento de plantillas que siempre están ajustadísimas, en contratos estables para que podamos mejorar la calidad de los cuidados que proporcionamos; queremos que transformen los aplausos en oportunidades para llegar a formar parte de las estructuras existentes en los distintos niveles de decisión donde la enfermería tiene un papel esencial”.

Y una petición clara: “Que transformen los aplausos en facilitarnos el desarrollo de las tan necesarias Consultas de Enfermería Avanzada, en mejorar el seguimiento del enfermo crónico evitando así hospitalizaciones prolongadas que tanto sufrimiento causan en el mayor y sus familias”, aseguró Silguero.

Para finalizar, el manifiesto ofreció una mirada de esperanza y optimismo hacia el futuro y un guiño hacia esa figura de la enfermera que siempre está cuándo y dónde hace falta, como su pionera, Florence Nightingale.

El acto finalizó con la audición del Himno Internacional de la Enfermería desde el balcón del consistorio, colofón lleno de emoción y sentimiento del acto. Además, durante todo el día, la fuente de la céntrica Puerta de Zamora de la ciudad salmantina está iluminada de azul, en agradecimiento a las enfermeras en su día internacional.