El Centro de día de Salud Mental del proyecto Ranquines, promovido por varias entidades religiosas y gestionado por Cáritas Salamanca, cumple dos años este viernes, un aniversario en el que la organización diocesana hace balance y expone los logros alcanzados en este periodo y los retos que se plantean para el futuro.
Entre los primeros, destaca el hecho de que este recurso se ha convertido “en un espacio de acogida y promoción con un ambiente familiar” que, a comienzos de su segundo año, tenía completas sus 40 plazas y “con lista de espera”. Para las 14 personas que llevan más de un año en el centro, Ranquines es “un lugar de motivación, de continuidad, de estructuración de la vida; y con la flexibilidad suficiente para acoger a los nuevos usuarios”.
Además, desde Cáritas se explica que el “acompañamiento cercano, los apoyos continuados y la coordinación con el resto de entidades que trabajan con estas personas han reducido el número de ingresos en Psiquiatría (de un 11% el primer año a un 8% en el segundo)”, lo que supone “una mejora en la calidad de vida” de los usuarios, pero también un ahorro para la Sanidad pública.
En este contexto, desde la organización se entiende que si el primer año de Ranquines “fue la confirmación de que un recurso de estas características era efectivamente necesario en Salamanca, las cifras y el trabajo del segundo año hablan de la consolidación del Centro de Día”, desde el que han sido acompañadas 69 personas en este periodo.
En los 24 meses que han transcurrido desde el inicio del proyecto, 103 personas de entre 18 y 74 años han solicitado atención en el centro, procedentes de las administraciones públicas (19%), de asociaciones privadas (58%) o a iniciativa de los propios afectados (23%). De ellas, 94 han participado en las diferentes actividades que se ofrecen en este recurso.
El balance proporcionado por Cáritas refleja que los tipos de diagnóstico de las personas usuarias son diferentes: esquizofrenia u otros trastornos psicóticos, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, trastornos de la personalidad o patología dual, aunque también se ha acompañado a personas con discapacidad intelectual o deterioro cognitivo, a las que, sin presentar enfermedad mental, se ha prestado atención por “la inexistencia de recursos adecuados para ellas”.
De las personas atendidas, 49 se encontraban en situación de exclusión social o sin hogar, y otras 17 en situación de vulnerabilidad por el aislamiento social, lo que alcanza el 70% de los usuarios.
En su análisis de lo observado durante estos dos años de trabajo, los representantes de Cáritas señalan que, más allá de los logros percibidos, también se han detectado dos realidades preocupantes, que tienen que ver con la situación de las mujeres con enfermedad mental y con el alto grado de exclusión social que sufren los afectados por un problema de salud mental.
“El 48% de las mujeres atendidas en nuestro primer año y el 35% en los dos años habían sufrido algún tipo de violencia. Nos ha sorprendido ver cómo, en muchos casos, esta violencia está en el origen del trastorno, aunque éste se desarrolle y manifieste con el paso del tiempo. Otro descubrimiento nada agradable es el escaso número de recursos que hay para mujeres”, reflexionan los representantes de la organización diocesana, que añaden: “Cuando la violencia está en el origen del trastorno, pero hace tiempo que ha sucedido y la amenaza para la mujer ha desaparecido, estas mujeres no tienen acceso a los recursos creados para víctimas”. Además, “al buscar cualquier otro recurso residencial para mujeres, todas las puertas se cierran en cuanto se menciona el trastorno mental”.
El segundo problema que Cáritas pone sobre la mesa es que el 70% de las personas acompañadas en el centro Ranquines se encontraban “en situación de exclusión social o alta vulnerabilidad”.
“Nuestra experiencia nos ha enseñado que es muy difícil acompañar en la recuperación de la salud mental a una persona en situación de calle y sin hogar. Pero también, y por desgracia, hemos aprendido cómo los procesos personales se bloquean, se paralizan e incluso retroceden cuando las personas con cierto nivel de recuperación no pueden acceder a una vivienda como ellas desearían”, subraya la entidad, desde donde se denuncia que, si en la capital salmantina el acceso a la vivienda es problemático para muchos ciudadanos, las personas con enfermedad mental tienen que añadir el peso del estigma social.
“A algunas de las personas que acompañamos cuando van a ver una habitación tras un diálogo telefónico les ponen cualquier excusa para no alquilarles la habitación por su apariencia física; a otras les niegan el alquiler al enterarse de que cobran una pensión con 40 o 50 años. Al principio, inocentes, invitábamos a las personas a informar de que estaban en un centro de Cáritas, pensando que el hecho de contar con un equipo de profesionales y voluntarios sería cierta garantía para los arrendadores, pero eso sí resultaba ser un verdadero estigma”, cuentan los profesionales del proyecto Ranquines.
Por último, desde Cáritas Salamanca se exponen los dos principales desafíos que se plantean para el futuro:
– “Para intentar dar respuesta a las situaciones que acabamos de denunciar, de la vulnerabilidad de algunas mujeres y de la falta de hogar, es un gran reto poder avanzar en las dos siguientes fases del proyecto Ranquines: pisos de inserción para favorecer la integración social y la creación de una mini-residencia para aquellas personas que no puedan vivir con la autonomía necesaria para gestionar un piso”.
– “Desde el comienzo, el proyecto se concibió para toda la provincia de Salamanca, de modo que la realidad social de nuestros pueblos nos interpela fuertemente, por lo que es un reto la extensión del trabajo de Ranquines a las zonas rurales”.
Los logros de estos dos años, destaca la organización, se deben “al compromiso de las ocho entidades eclesiales que están detrás del proyecto, pero también al apoyo de las parroquias, congregaciones, cofradías, asociaciones y muchas personas individuales y a la coordinación, cada vez mayor y mejor, con las administraciones públicas y Sacyl; lo que logremos de aquí en adelante, dependerá, de igual forma, del compromiso y apoyo de toda la población de Salamanca”.
La celebración, el domingo
El segundo aniversario de Ranquines se celebrará el domingo, 29 de septiembre, en un acto en el que participarán representantes de las instituciones que colaboran con el proyecto y las entidades promotoras y que incluirá la proyección del documental En la Mente de Ranquines, del programa Pueblo de Dios de TVE. A continuación tendrá lugar una eucaristía.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios