La ingeniera del CSIC Elena García Armada es la creadora del primer exoesqueleto pediátrico del mundo. Se trata de un armazón ajustable conectado a una batería y una red de pequeños motores con sensores, software y maquinaria. Estos componentes funcionan como articulaciones mecánicas que se ajustan al cuerpo y magnifican los movimientos suaves, al mismo tiempo que se adaptan al movimiento de cada niño a medida que avanza su rehabilitación.
