La implantación de la receta electrónica en Salamanca marcha a buen ritmo. Así lo demuestran los datos registrados en la zona básica de salud (ZBS) de Cantalapiedra, elegida para el arranque de este nuevo sistema de prescripción. En solo dos semanas -el proyecto se inició el 18 de noviembre-, las farmacias en las que ya funciona este modelo han contabilizado más de 700 dispensaciones de fármacos recetados de forma electrónica.
Así lo ha confirmado a Salud a Diario el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Carlos A. García Pérez-Teijón, que calcula que el próximo mes la implantación de la también llamada e-receta será del 70% de esta ZBS. El pasado 18 de noviembre fueron cinco las farmacias que comenzaron a usar este nuevo sistema en la zona, concretamente en las localidades de Cantalapiedra, Palaciosrrubios, Poveda de las Cintas, Tarazona de la Guareña y Villaflores.
Esta semana, a ellas se han sumado otros cuatro establecimientos farmacéuticos, y en diciembre se incorporarán cinco más a este modelo electrónico de dispensación.
A medida que esto suceda, los pacientes adscritos a esta ZBS que acudan al centro de salud comenzarán a recibir sus recetas de forma digital, sin necesidad de la tradicional prescripción en papel, de forma que bastará con que presenten en la farmacia su tarjeta sanitaria -fundamental, eso sí- para que el profesional les entregue su medicación. No obstante, los usuarios recibirán en la consulta del médico una hoja con toda la información actualizada sobre su tratamiento.
En el caso de Salamanca, la Gerencia Regional de Salud y los farmacéuticos decidieron iniciar en la zona de Cantalapiedra la progresiva implantación de la receta electrónica en Salamanca, un proyecto que tiene como objetivo general “la mejora de la accesibilidad, la seguridad y la calidad en la atención sanitaria y la prestación farmacéutica”.
Se trata de una iniciativa que en Castilla y León afecta a 7.676 médicos prescriptores, 1.640 oficinas de farmacia, 2,5 millones de usuarios y más de 50 millones de recetas cada año, lo que da una idea “de la complejidad tecnológica y funcional del proyecto”.
Su desarrollo en la Comunidad consta de dos fases consecutivas, la primera de las cuales -la implantación del módulo de prescripción- ya ha concluido en Atención Primaria. Se trata de adaptar el sistema informático de los facultativos a este servicio y, en la actualidad, “todos los centros de salud del área de Salamanca tienen disponible este módulo”, independiente del programa Medora, pero operativo tanto para este sistema desde el que se gestiona la actividad en Atención Primaria como para Jimena (Atención Especializada).
Para garantizar la formación sobre su uso, en la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca ya existe un grupo de cinco facultativos, dos enfermeros, dos farmacéuticos y varios técnicos que han sido instruidos para impartir los cursos y talleres sobre el nuevo sistema en la provincia.
La segunda fase, en la que ya se encuentra la ZBS de Cantalapiedra, es la incorporación de usuarios a la receta electrónica. De este modo, una vez realizadas las primeras pruebas en el área de Valladolid, “se pone en marcha el pilotaje de incorporación de pacientes a la prescripción digital en el Área de Salud de Salamanca, donde está previsto que antes de fin de año este nuevo sistema esté disponible también en los centros de salud de Pedrosillo el Ralo y Villoria, y durante el primer semestre de 2016 se quiere extender el proyecto a todo el Área de Salud.
Características y ventajas
La incorporación de los pacientes al nuevo módulo de prescripción se realiza de forma “individual y paulatina”, y en un orden que es decidido por el facultativo prescriptor. Así, los usuarios que se vayan incluyendo al sistema dejarán de recibir recetas en papel y bastará con que presenten en la farmacia su tarjeta sanitaria para que les entreguen su medicación. No obstante, recibirán una hoja de medicación con toda la información actualizada sobre su tratamiento.
Una vez realizada la revisión inicial del tratamiento, el sistema “reduce significativamente el tiempo de gestión de recetas en el centro, disminuye la frecuentación y mejora la adherencia terapéutica, es decir, la información que tienen los profesionales sanitarios sobre si el paciente utiliza correctamente el medicamento”. En este sentido, en los tratamientos de larga duración, los ciudadanos podrán acudir directamente a la farmacia a recoger sus fármacos, sin necesidad de ir antes al centro de salud, sin perjuicio de las preceptivas revisiones que consideren oportunas los profesionales sanitarios. Este sistema supone, por tanto, “una relevante descarga de presión asistencial para los facultativos de Primaria”.
Asimismo, con la receta electrónica, sobre cuyo uso es posible informarse a través del Portal de Salud de la Junta, se aplica inmediatamente el límite de aportación que tienen asignados los pacientes pensionistas y sus beneficiarios, lo que significa que cuando lleguen al límite mensual de pago de los fármacos, no tendrán que anticipar dinero en la farmacia y esperar para su devolución.
La nueva herramienta, que favorece “la actuación y el papel del farmacéutico como agente de salud y mejora su comunicación con el facultativo de Atención Primaria”, requiere un sistema de firma electrónica mediante una tarjeta individual (Tarjeta Personal Inteligente) y un certificado digital, y para su desarrollo se necesita “la participación, colaboración y coordinación con las oficinas de farmacia y el Colegio de Farmacéuticos, así como del personal de Enfermería”.
Ahora la receta es la tarjeta
Una vez que el paciente sea incorporado al módulo de prescripción electrónica, cuando acuda a su médico de Familia y éste tenga que recetarle su medicación habitual o algún medicamento nuevo, el facultativo solo tendrá que abrir en el ordenador la historia médica del usuario y el farmacéutico podrá consultar sus indicaciones desde la farmacia, por lo que o será necesaria la receta en papel.
Así, cuando el paciente acuda a la farmacia, será suficiente con que presente su tarjeta sanitaria para que el farmacéutico le entregue los medicamentos que necesita, si bien en el centro de salud le darán una Hoja de Medicación en la que aparecerá toda la información sobre los fármacos que tiene que tomar, cómo debe hacerlo y durante cuánto tiempo, información que la persona tendrá que llevar a la farmacia, por si hiciera falta, y también cuando vaya a otro médico o al hospital.
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