240.000 glucosas y 115.000 HDL en los primeros siete meses del año

Las determinaciones más habituales del Laboratorio Clínico, de enero a julio de este año, son las glucosas, con 153.000. “Lo más frecuente es la glucosa, la creatinina, la urea, el ácido úrico, lo que llamamos nosotros el perfil básico, la bioquímica general, que es, digamos, lo habitual”, apunta el jefe del Servicio de Análisis Clínico y Bioquímica Clínica, José Manuel González de Buitrago. Con la glucosa, se conoce la situación general del metabolismo de una persona, y al anterior número de determinaciones, se sumarían otras 87.000 solicitads de urgencia, con lo que alcanzarían las 240.000 pruebas de este tipo.

En la zona de recepción de las muestras de sangre

En otros casos, por ejemplo, como el perfil tiroideo (análisis de hormonas tiroideas), se han registrado más de 70.000, además de los marcadores tumorales -los de próstata, 25.000 y los de colon, 13.000-, aunque este responsable habla de una mala utilización de este tipo de prueba. “La principal indicación de los marcadores tumorales es el seguimiento de una enfermedad, porque hay muchos casos en los que tienes un tumor y no das positivo en el marcador tumoral; y al revés. No se recomienda, pero se pide”, dice. En este sentido, recuerda que sí tienen utilidad diagnóstica cuando hay cierta sintomatología, por ejemplo, un paciente con diarrea, sangre en heces, etc., para determinar si hay cáncer de colon o de la próstata. “Ahí sí es interesante”, sentencia. Aunque el hecho de que a un enfermo le dé negativo el marcador “no descarta que lo tenga; si te da positivo vale, pero en negativo no se puede descartar nada”.

Pero el básico de bioquímica es la prueba más habitual, como por ejemplo, los lípidos, como el colesterol y los triglicéridos (144.000 peticiones), que van juntos, y el HDL (115.000). Otra de las más comunes es la de las transaminasas, con 136.000 exámenes. “Hay pruebas que suben, otras que bajan… Las de preanestesia están consensuadas, miden tensión, un electro y piden análisis”, determina. Y entre lo menos común hay muchas determinaciones, por ejemplo, en la autoinmunidad, los anticuerpos, antinucleares, con un volumen alto, pero en algunos más específicos se hacen poco.

Los valores de referencia

En el laboratorio dan valores de referencia, que aparecen en cada informe. Ha cambiado la terminología, y lo que antes se denominaba valores normales, ahora son de referencia. “Los de referencia son valores que tiene el 95% de la población, y se puede estar por encima o por debajo”, aclara González de Buitrago. En los informes se recogen dichas cifras de referencia, y cuando los resultados de la prueba están por debajo o por encima aparece un asterisco para que lo vea con facilidad el médico que recibirá dichos informes, además de realizar indicaciones y comentarios al respecto desde el laboratorio.

Zona donde se analizan las pruebas más urgentes

“El asterisco es útil para ver los valores, es la referencia de un 95% de la población, pero hay gente en situación normal que puede presentar un valor por encima o por debajo“, aclara. Y aunque no se puede generalizar, “los valores patológicos suelen estar por encima, no por debajo, aunque también hay cosas peligrosas por debajo, como el calcio, etc.”.

En cuanto a los tiempos de obtención de los resultados, “nuestra idea es tenerlos en 24 horas“, explica su responsable, por lo que la actividad que reciben cada mañana se procesa, las validaciones se hacen por la tarde, y sobre las seis de la tarde ya está validado todo lo que ha llegado ese día.

Por último, González de Buitrago advierte de los peligros de consultar este tipo de información por internet. “Porque no existe un criterio y la gente se queda con lo malo. Si ves un valor anormal, vas a internet y te da la relación de cosas, y te quedas con la mala, aunque el resto de causas puedan ser banales. Hay que confiar en el médico que te atiende y te comenta los resultados”, subraya.