El 64% de los hospitales de Sacyl utiliza listados de verificación en quirófano o ‘check list’ para garantizar la seguridad del procedimiento

Desde ese año la Consejería de Sanidad colabora con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en materia de seguridad sanitaria, una línea de actuación que ha supuesto una inversión superior a los 3,3 millones de euros para la puesta en marcha de 45 proyectos, cuya meta es la de reducir la existencia de problemas de seguridad en la práctica clínica.

El trabajo de la Comunidad en este ámbito se concretó en el año 2012 con la publicación del Plan Regional de Calidad y Seguridad del Paciente, que ha permitido “poner en marcha los medios necesarios para analizar las incidencias asociadas de la atención sanitaria, la actividad quirúrgica y la administración de medicación con el fin de plantear posteriormente más de 750 mejoras que impidan que vuelvan a ocurrir”.

Como añade la Administración sanitaria en una nota de prensa, estas acciones se han consolidado en el año 2014 con la participación de los hospitales de Castilla y León en proyectos europeos de calidad que se han centrado en tres áreas específicas: la conciliación de la medicación, el check list quirúrgico y la higiene de manos.

De este modo, “el 38% de los centros de Atención Especializada han comenzado ya a desarrollar sus propios programas para garantizar en el 100% de los casos que la medicación de los pacientes ingresados está perfectamente conciliada con la que toman en sus casas”. Así se evitan las duplicidades y se da continuidad a los tratamientos, coordinándolos, asimismo, con los que tendrán que seguir los enfermos tras recibir el alta.

Proyectos de seguridad del paciente

A lo largo de estos años, los 45 proyectos de calidad asistencial en funcionamiento en la Comunidad “han buscado siempre prevenir los eventos adversos más graves y frecuentes que surgen de la actividad de los centros asistenciales del Sistema Regional de Salud” con el objetivo de acercarse lo máximo posible al riesgo cero.

Entre las acciones iniciadas destaca la utilización de los listados de verificación en quirófano o check list, recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Este sistema es similar al usado en el sector aeronáutico por los pilotos cuando van a realizar maniobras de riesgo, y permite cotejar la identidad del paciente, el tipo de intervención a realizar, el adecuado funcionamiento de los equipos y la disponibilidad de materiales para poder prevenir las posibles complicaciones que pueden surgir y actuar en consecuencia”, según aclara la Junta, que subraya que estos procedimientos se emplean ya en el 64% de los hospitales de Sacyl.

También se ha generalizado “la utilización de pulseras identificativas para los pacientes y el sistema biométrico de identificación neonatal a través de las huellas dactilares, y se ha insistido en la importancia de la higiene de manos, tanto entre los usuarios como entre los profesionales, para reducir el riesgo de infecciones”. De esta forma, el 82% de las camas de los hospitales de Castilla y León cuenta actualmente con dispensadores de preparado higiénico de base alcohólica para afianzar esta práctica.

Las infecciones en las UCI descienden un 60%

Por otro lado, la Administración autonómica destaca el desarrollo de los proyectos de Bacteriemia y neumonía zero en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), “iniciativas que han permitido disminuir en más de un 60% la incidencia de estas infecciones que prolongan el tiempo de ingreso y aumentan los índices de mortalidad”. De hecho, desde su puesta en marcha se han evitado más de 550 bacteriemias y 650 neumonías, lo que conlleva que se ha impedido una media de 128 fallecimientos y más de 18.000 días de estancia de los pacientes en las UCIs de la Comunidad.

Otras medidas puestas en marcha, continúa el Gobierno regional, “han estado más orientadas a facilitar un uso más seguro de los medicamentos de alto riesgo, evitar la utilización de medicamentos inapropiados en personas mayores, ayudar a prevenir las caídas y la aparición de úlceras por presión, facilitar la atención de pacientes con alergias al látex, mejorar la transmisión de información entre los profesionales o garantizar la seguridad en el uso de hemoderivados”.

Por último, la Junta avanza que en los próximos meses “se trabajará para extender las acciones ya pilotadas a todos los centros asistenciales de Castilla y León” y se iniciará una actuación nueva, el proyecto Resistencia zero. Este programa, de carácter nacional, busca disminuir la incidencia de los microorganismos menos sensibles a la actuación de los antibióticos y que, por lo tanto, tienen unas posibilidades de tratamiento limitadas.