El grupo de Endocrinología y Obesidad del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) —centro asociado al Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona (HGTiP)—, en colaboración con el Área de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN), ha dado un paso muy relevante en cuanto al conocimiento y el abordaje de la acromegalia.
Causada por un exceso de secreción de hormona de crecimiento, la acromegalia es una enfermedad rara que, en más del 99% de los casos, se produce por un tumor generalmente benigno de la hipófisis. Además de deformaciones faciales y esqueléticas que acaban siendo muy manifiestas, el exceso de hormona de crecimiento causa alteraciones severas en otras partes del cuerpo: aumento del tamaño del corazón que puede condicionar insuficiencia cardiaca, tendencia a la diabetes, apnea del sueño y un incremento en el desarrollo de varios tumores, especialmente de cáncer de colon.
Este estudio, liderado por el Dr. Manel Puig, referente internacional en este ámbito, ha permitido el desarrollo un protocolo con biomarcadores para ayudar a los pacientes con acromegalia a controlar antes los efectos de esta enfermedad que suele diagnosticarse de forma muy tardía, con unos 10 años de retraso. Esto ocurre cuando se hacen evidentes cambios esqueléticos y faciales llamativos, como el crecimiento de las manos y los pies, u otros problemas de salud, como afectación cardiaca, el desarrollo de lesiones articulares o varios tipos de cáncer.
El estudio clínico y traslacional, llamado ACROFAST y desarrollado por el grupo de Endocrinología y Obesidad del IGTP y el Área de Neuroendocrinología de la SEEN, demuestra por primera vez en el mundo que estos biomarcadores son útiles para predecir la efectividad de los fármacos indicados para el control de esta enfermedad. Es el caso de los tratamientos clásicos, como los llamados ligandos del receptor de somatostatina de primera generación (fgSRL), que hasta ahora solo tienen una efectividad del 50%.
Terapias más eficaces y rápidas contra la acromegalia
Otro avance relevante derivado de este trabajo es que el uso de estos biomarcadores ayuda a indicar terapias personalizadas que aumentan la efectividad hasta el 80%, y lo hacen de manera más rápida que con el tratamiento clásico.
El Dr. Puig y su equipo han estado trabajando en la investigación de la acromegalia durante 12 años. En este tiempo han logrado posicionarse como referentes a nivel internacional en varios aspectos de esta enfermedad rara y han conseguido crear un grupo nacional colaborativo en el Área de Neuroendocrinología SEEN que ha mostrado una actividad científica creciente y una progresión geométrica en los últimos cinco años.
“Nunca hasta ahora se había realizado un estudio prospectivo poniendo a prueba protocolos con marcadores de respuesta que, en función de lo que indiquen, permiten asignar un tratamiento u otro. Es, de hecho, la demostración de que la medicina de precisión para tratar la acromegalia es posible, algo que hace años que se estaba debatiendo internacionalmente”, destaca el investigador.
Tratar lo antes posible una enfermedad poco frecuente
Como enfermedad considerada rara, la acromegalia es muy poco frecuente: afecta a unas 70 personas por millón de habitantes en el mundo, y cada año se diagnostican entre 6 y 9 casos nuevos por cada millón de habitantes. De hecho, en el Hospital Germans Trias no se suelen ver más de 6 casos nuevos al año.
Puede afectar a cualquier persona y se suele diagnosticar a partir de los 40 años, pero también puede haber casos en la infancia que, si no se diagnostican a tiempo, ocasionan gigantismo.
Su tratamiento tiene como objetivo normalizar los niveles hormonales, eliminar el tumor y tratar las complicaciones asociadas, algo que se puede conseguir primero con cirugía o con fármacos. En cuanto al tratamiento médico, hasta ahora se sigue un enfoque de ensayo-error, de manera que durante un tiempo que puede alargarse años, solo se indican determinados medicamentos para tratar de controlar la patología.
“Una vez diagnosticada la enfermedad, es clave no perder tiempo en tratarla. Hasta ahora, los pacientes podían pasar meses probando fármacos que, en el mejor de los casos, solo son útiles para la mitad de los enfermos. Con estos marcadores, descartaremos tratamientos que no funcionarán y podremos centrarnos en otras modalidades terapéuticas que sí lo harán y que tienen una eficacia superior. Si acertamos, en medio año el paciente tiene controlada la enfermedad, pero si no, este plazo se alarga mucho más”, ejemplifica el investigador principal del trabajo.
La celeridad en el control de la enfermedad, además, cobra relevancia en cuanto a su curación. En este sentido, a pesar de que la acromegalia solo se cura con una cirugía, a menudo esta se realiza con más garantías cuando se hace de forma diferida; es decir, con un control hormonal previo mediante el tratamiento farmacológico pertinente antes de la intervención.
ACROFAST: un ejemplo de colaboración en red de enfermedades raras
La realización del estudio ACROFAST, publicado recientemente en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, ha sido fruto de la colaboración entre los investigadores del German Trias y del Área de Neuroendocrinología de la SEEN. En la red de centros de referencia nacionales de patología hipofisaria implicados se ha realizado el diagnóstico, reclutamiento y el seguimiento de los pacientes con acromegalia estudiados.
El trabajo se realizó entre los años 2018 y 2023 en 21 centros terciarios de referencia de España. En 11 de ellos se administró el tratamiento clásico a unos 40 pacientes, mientras que en los restantes, otros 40 afectados recibieron un tratamiento personalizado gracias al uso de estos biomarcadores predictivos.
El estudio reveló que estos últimos controlaron antes y mejor los efectos de la enfermedad, algo relevante si, como se ha dicho, pueden pasar muchos meses hasta que un paciente con acromegalia encuentra la terapia adecuada. El estudio se ha realizado con fondos competitivos del Instituto de Salud Carlos III.
Referencia científica:
‘Personalized medicine in acromegaly: The ACROFAST study’, The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 2024;, dgae444, https://doi.org/10.1210/clinem/dgae444
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