Se calcula que, en todo el mundo, alrededor de un 3% de la población padece alguna alergia alimentaria. En cambio, las intolerancias afectan a más del 40% de la población. Las alergias son reacciones del sistema inmunológico (libera anticuerpos IgE) ante un determinado alimento, especialmente leche de vaca y derivados, huevos, pescados, mariscos, algunas frutas (los cítricos, las cerezas, las grosellas, el kiwi y el melocotón y la papaya están entre los más habituales y entre los alimentos alergénicos más potentes) y frutos secos (nuez, avellana).
Salvo en el caso de algunos niños, en los que muchas de estas alergias suelen resolverse cuando se desarrollan por completo sus defensas (alrededor de los 3 años), la mayoría de estas alergias pueden durar toda la vida. Eso sí: igual que pueden aparecer de repente, a cualquier edad, pueden desaparecer sin explicación ninguna.
Aparición y síntomas
Las razones por las que surgen pueden ser de todo tipo, pero cada vez está más admitido entre la comunidad médica que hay cierta predisposición hereditaria que hace que algunos individuos tengan tendencia a desarrollarlas. A diferencia de las intolerancias, las alergias sí provocan síntomas graves para la salud, incluso pueden llevar a la muerte como consecuencia de un shock anafiláctico.
Tipos
Hay determinadas alergias que aparecen por simple contacto con el alimento (con la piel del melocotón sucede mucho) o por haber tomado productos contaminados por sustancias distintas que hacen que el sistema inmunológico los rechace por completo. Es el caso de la ingesta de pescados con el parásito anisakis o de ostras tóxicas. En todo caso, una vez que se tiene alergia a determinado parásito, bacteria o proteína, se puede tener alergia al resto de productos que los contengan o relacionados. Un ejemplo claro es el del polen: los que padecen la llamada fiebre del heno también pueden tener alergia a alimentos relacionados con unas proteínas llamadas profilinas y LTP. Están en las almendras, las nueces, las avellanas, la pera, las fresas, las manzanas o el melocotón.
Detección y tratamiento
Para detectarlas se suele utilizar el método de identificación mediante test Prick (cutáneo) o el llamado test de Prick-Prick (también cutáneo) con el alimento en fresco. Una vez que se sepa cuál es el alimento o grupos de alimentos que provocan la alergia, será suficiente con eliminarlos de la dieta. Mientras, el tratamiento suele conllevar la toma de antihistamínicos, corticoides o adrenalina en los casos más graves.
* La doctora Anna Cisteró Bahima es especialista en Alergia, Medicina Interna y Neumología y miembro de Saluspot
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