Los seres humanos somos frágiles, y nuestra reciente experiencia global, con la evolución de la covid-19, nos ha dejado lecciones dolorosas. No es la primera pandemia de la historia, pero, sin duda, esta ha recibido tal cobertura mediática que nadie puede sentirse al margen.
A día de hoy, sabemos que un agente patógeno, en cualquier lugar y sin aviso, puede entrar en nuestro organismo, minar sus defensas y dejarnos indefensos ante el avance de un enemigo invisible, la enfermedad. Sin importar raza, sexo, religión o nivel socioeconómico, el desenlace de la historia pudiera, eventualmente, ser fatal.
Las naciones, las comunidades y los organismos supranacionales han destinado cuantiosos recursos humanos y financieros para hacerle frente a la covid-19. Sin embargo, hoy es un buen día para recordar el drama de otra pandemia que irrumpió en la década de los ochenta: el VIH-Sida.Una enfermedad que atacaba de manera progresiva y mortal el sistema inmunitario del organismo, causando sufrimiento en los pacientes y convirtiéndolos, además, en parias sociales.
Aquellos días parecieran lejanos en el tiempo, pero, lamentablemente, el VIH-Sida sigue siendo un tema peligrosamente actual. Por eso, aprovechamos el 1 de diciembre, cuando se conmemora el Día Mundial de Lucha contra el Sida, para destacar que el combate no se ha detenido desde entonces, ni tampoco el esfuerzo de alertar a la sociedad sobre sus dramáticas repercusiones.
Hay que reconocer que la ciencia ha progresado mucho en el diagnóstico y tratamiento; sin embargo, el virus no ha sido erradicado. La gente sigue muriendo por esta causa, sobre todo en países caracterizados por la precariedad en la atención sanitaria. Por ello, muchas instituciones trabajan comprometidamente en el sentido de procurar educar, informar, prevenir y atender a las personas y su entorno familiar.
En la comunidad salmantina también hay algunos casos de pacientes afectados por el VIH-Sida que necesitan ayuda. Cáritas Diocesana de Salamanca es sensible a esta problemática y ha trabajado, a través de la Casa de Acogida Samuel, para ofrecer recursos sustantivos a las víctimas de la enfermedad.
En el marco del Día Mundial de Lucha contra el Sida, la Casa de Acogida Samuel es una isla en medio de la tormenta, es el único centro residencial en la región de Castilla y León que acoge, orienta y acompaña a las personas afectadas por VIH-Sida en las distintas etapas de la enfermedad, así como también en los aspectos psicosociales que causan gran sufrimiento a los pacientes, debido a que suelen ser excluidos, discriminados y estigmatizados.
Siempre podemos hacer algo por alguien, una mano extendida, una comida caliente, una puerta abierta, un corazón tierno, el gesto de afecto puede obrar milagros. No lo dejemos para mañana. La Casa de Acogida Samuel tiene un compromiso a tiempo completo, y cada quien puede sumar un granito de arena a este esfuerzo solidario.
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