En la actualidad, la corrección de los signos incipientes del envejecimiento cutáneo, por motivos socioeconómicos, tiende a evitar, en la mayoría de casos, los procedimientos quirúrgicos tradicionales de lifting, que suponen más agresividad y un posoperatorio más largo, así como una posible inactividad laboral prolongada. Así pues, hoy en día, las principales opciones de tratamientos para el rejuvenecimiento facial son los mínimamente invasivos mediante la aplicación de hilos tensores cutáneos.
Actualmente, las estructuras químicas, el polipropileno y la polidioxanona son los más utilizados, por ser materiales biocompatibles, resistentes, duraderos y reabsorbibles.
Los hilos tensores elaborados con polipropileno o con polidioxanona permiten diversas formas físicas, como son los hilos lisos, los hilos dentados unidireccionales o bidireccionales, hilos con conos de tracción unidireccionales o con conos de tracción bidireccionales. La elección del producto más adecuado en cada caso dependerá del criterio del cirujano plástico que practique el tratamiento y estarán en función de las características de la piel del candidato y la alteración que se quiera corregir.
Tras varios años de experiencia personal en la práctica del lifting facial mediante hilos tensores cutáneos, son de elección los que presentan conos de tracción bidireccional. Su estructura física consta de una aguja en cada extremo, el hilo, de longitud variable y la existencia de varios conos, del mismo material, también en número variable y dispuestos de manera que la mitad de ellos están dirigidos en una dirección y la otra mitad en la dirección opuesta.
La función de esos conos es traccionar los tejidos en la dirección deseada y mantener esa posición por el efecto de los conos contralaterales.
La aplicación de los hilos tensores requiere la inyección de anestesia local en los puntos de entrada y salida de las agujas, no se efectúan incisiones en la piel, por lo que no queda ningún tipo de cicatriz, no es un procedimiento doloroso y no precisa de internamiento en la clínica.
Tras la aplicación de hilos tensores, se recomienda no presionar las zonas tratadas, no masajear esas zonas, aplicar frío y tomar antibióticos durante una semana.
Su aplicación puede asociarse al lifting quirúrgico tradicional y a otros procedimientos, como infiltración de rellenos o de toxina botulínica atenuada. Pueden aplicarse a pacientes diabéticos o hipertensos y antes de los 30 años si se presentan flacidez cutánea o ptosis tisular moderada.
* El doctor Juan Martí Borras es cirujano plástico y miembro de Saluspot
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