La conservera fabricante del atún retirado por toxina botulínica afirma que solo existe una lata afectada

Además, recuerda que el análisis en el que se detectó la presencia de la toxina en el producto que consumió la familia afectada en Castilla y León se realizó sobre una lata “previamente abierta y manipulada” por el consumidor.

En este sentido, la empresa sostiene que la contaminación no se debió a sus procesos productivos, porque los análisis efectuados en el resto del lote de atún han sido satisfactorios, “según ha acreditado la Xunta de Galicia”, que también ha comprobado “la idoneidad” de los procedimientos de Frinsa del Norte en relación con estos hechos.

Desde la Xunta de Galicia se ha explicado que nada más conocerse la notificación de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el pasado 12 de agosto, la Dirección General de Salud Pública de su Consejería de Sanidad se puso en contacto con la empresa provedora de las latas de atún para verificar, en una inspección realizada el día 13, tanto los controles de producción como los procesos de esterilización.

En ellos, señala la Administración gallega, no se detectó “ninguna anomalía en el proceso de tratamiento de las conservas”. Asimismo, se confirmó que todo el producto afectado fue suministrado a través de la plataforma DIA, sin que existan más unidades del lote afectado fuera de esta distribuidora.

Del mismo modo, la Xunta señala en su comunicado que en la mañana de ayer se realizó una nueva inspección en esta industria para verificar el mantenimiento preventivo al que somete al autoclave en el que se elaboró el lote afectado. Sanidad también ha solicitado a la emprsa”un nuevo estudio de distribución de temperatura y test de penetración del calor del autoclave implicado, con el objeto de confirmar su correcto funciomamiento.

Cuatro afectados en Salamanca y Zamora

Según comunicó este viernes la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el brote de intoxicación alimentaria por toxina botulínica ha afectado a cuatro personas de una misma familia de Salamanca y Zamora que habían consumido ensaladilla casera en la que se había utilizado una lata de atún que dio positivo en los análisis realizados por el Centro Nacional de Alimentación.

Se trata de una conserva de atún en aceite de girasol formato RO 900 (900 gramos), de la marca DIA, con lote 19/154 023 02587 elaborado en Frinsa del Noroeste S.A. y con fecha de consumo preferente 31/12/2022. La totalidad del producto se distribuyó por la plataforma DIA a establecimientos de las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León, Cataluña, Aragón, La Rioja, Murcia, Navarra, Castilla-La Mancha y Valencia.

Según confirmó ayer la Consejería de Sanidad de Castilla y León, tres de las cuatro personas afectadas por el brote, que habían sido hospitalizadas en Salamanca y Zamora, están dadas de alta, mientras que una mujer de 70 años continúa ingresada en observación en el complejo asistencial salmantino. 

Según informa la Administración sanitaria, la clínica que manifestaban los cuatro afectados fue, fundamentalmente, visión borrosa y visión doble. La evolución de los casos ha sido favorable, no precisando ninguno de ellos ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos. A día de hoy, tres de los cuatro afectados ya han dado negativo en las pruebas correspondientes a botulismo, y quedan pendientes los resultados de la mujer que continúa hospitalizada.

Como medida de precaución, tras declararse el brote se procedió a la inmovilización y retirada de los productos afectados de los canales de comercialización. Además, se ha recomendadoa las personas que puedan en su domicilio el producto afectado por dicha alerta que se abstengan de consumirlo y lo devuelvan al punto de compra.

Qué es el botulismo

El consumo de alimentos contaminados por toxina botulínica produce botulismo, una intoxicación alimentaria causada por Clostridium botulinum, bacteria que reside habitualmente en la tierra, suelo, vegetales e intestino de diferentes especies animales. Los alimentos más frecuentemente implicados en la enfermedad son las conservas y semiconservas que han recibido un tratamiento térmico insuficiente, como informa la Consejería de Sanidad de Castilla y León desde su Portal de Salud.

Las toxinas afectan al sistema neuromuscular, produciendo una parálisis progresiva que puede llegar a ser mortal (entre el 5 y el 10% de los casos). Los síntomas neurológicos son debilidad, sequedad de boca, visión borrosa y dificultad progresiva para hablar y deglutir. Los síntomas abdominales (náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea) son previos o simultáneos a los neurológicos.

Para la prevención de este proceso es imprescindible eliminar la tierra que contamina los alimentos, respetar las normas de tiempo y temperatura en la preparación de conservas, acidificarlas (pH menor de 4,5) y emplear concentraciones adecuadas de nitritos y nitratos en la elaboración de productos cárnicos curados.