Un estudio publicado en ‘The Lancet Psychiatry’ ha encontrado que el aumento del riesgo de algunos trastornos neuropsiquiátricos se mantiene dos años después de una infección por SARS-CoV-2.
Científicos de la Universidad de Oxford y el Centro de Investigación Biomédica de la Salud del Instituto Nacional para la Investigación de la Salud y la Atención (NIHR) analizaron casos de trastornos neurológicos y psiquiátricos en más de 1,25 millones de personas después de un diagnóstico de covid-19, utilizando para ello datos de la red de registros médicos electrónicos TriNetX, con sede en EEUU.
El artículo incluye información sobre 14 diagnósticos neurológicos y psiquiátricos durante un periodo de dos años, y compara su frecuencia con un grupo emparejado de personas que se recuperan de otras infecciones respiratorias. También recoge datos de niños y adultos mayores por separado, y compara indicadores de tres olas de la pandemia.
Confirmando trabajos previos, los investigadores observaron que determinados trastornos son más comunes después de la covid-19. En particular, el mayor riesgo de ansiedad y depresión disminuye dentro de los dos meses de la enfermedad y, durante el periodo de dos años analizado, no es más probable que ocurra que después de otras infecciones respiratorias. Sin embargo, los diagnósticos de muchos problemas neurológicos (como la demencia y las convulsiones), así como de trastornos psicóticos y niebla mental, continúan realizándose con mayor frecuencia durante los dos años posteriores a la covid-19.
Menor riesgo de trastornos neurológicos y psiquiátricos en niños
En los menores de 18 años, la probabilidad de presentar la mayoría de los trastornos neuropsiquiátricos analizados fue más baja que en los adultos, y tampoco presentaron un mayor riesgo de ansiedad o depresión que los niños y adolescentes que habían sufrido otras infecciones respiratorias. Sin embargo, al igual que los adultos, los investigadores observaron que los menores que se recuperaban de una infección por SARS-CoV-2 tenían más probabilidades de ser diagnosticados con algunas afecciones, incluidas convulsiones y trastornos psicóticos.
Limitaciones del estudio
Según se explica desde la Universidad de Oxford, el trabajo tiene varias limitaciones, entre ellas, que no permite determinar la severidad o la duración de los trastornos neurológicos y psiquiátricos detectados. Tampoco está claro cuándo comenzaron, ya que estos problemas pueden estar presentes durante algún tiempo antes de que se haga un diagnóstico. De igual modo, los autores del estudio reconocen que existe “cierta incertidumbre” en los resultados derivada de las infecciones por SARS-CoV-2 no registradas.
“Es una buena noticia que el exceso de diagnósticos de depresión y ansiedad después de la covid-19 sea breve y que no se observe en los niños. Sin embargo, es preocupante que algunos otros trastornos, como la demencia y las convulsiones, sigan siendo más probables después de la infección, incluso dos años más tarde. También parece que al la infección por ómicron, aunque menos grave en la enfermedad aguda, le sigan tasas comparables de estos diagnósticos”, explica el Paul Harrison , del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford y director temático del NIHR Oxford Health Biomedical Research Centre, que dirigió el estudio.
Por su parte, el Dr. Max Taquet , NIHR Academic Clinical Fellow de la Universidad de Oxford, señala que los hallazgos de esta investigación “arrojan nueva luz sobre las consecuencias a largo plazo para la salud mental y cerebral de las personas después de la infección de covid-19”. En este sentido, apunta que los resultados “tienen implicaciones para los pacientes y los servicios de salud y resaltan la necesidad de más investigación para comprender por qué sucede esto y qué se puede hacer para prevenir estos trastornos o tratarlos cuando ocurran”.
Referencia:
M. Tarquet et al. ‘Trayectorias de riesgo neurológico y psiquiátrico después de la infección por SARS-CoV-2: un análisis de estudios de cohortes retrospectivos de 2 años que incluyen 1,284,437 pacientes‘. The Lancet Psychiatry. https://doi.org/10.1016/S2215-0366(22)00260-7
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