Hay muchos enfermos crónicos que necesitan un tratamiento, no para curarse, sino para mejorar su calidad de vida; suelen ser muy costosos, y como la vida del afectado no está en peligro inminente, no los cubre la Seguridad Social ni son objeto de subvenciones o ayudas económicas. A veces son terapias específicas; otras, aparatos que palien sus carencias diarias. Estas familias se dejan todo su patrimonio en pagar estos cuidados, pero cuando las dificultades económicas aprietan y hay que decidir entre comer o una sesión de fisioterapia, está claro que no queda más remedio que apostar por la supervivencia.
Las asociaciones recurren a las iniciativas solidarias para proporcionar un colchón a los afectados. Los telemaratones televisivos han sido siempre un éxito de audiencia y de recaudaciones millonarias y, quizá por eso, La 1 de Televisión Española dedica todas las tardes su programación a apelar al bolsillo de los telespectadores para apoyar causas muy concretas. El programa tiene muchos detractores y recibe críticas por considerar que hace un espectáculo de las miserias humanas y que fomenta la limosna, más que la solidaridad. Y puede que nos les falte razón.
He visto el programa. Sus protagonistas son personas llorosas, desesperadas, que a menudo se conforman con leche para que sus hijos puedan desayunar cada mañana, para poder pagar algún recibo de la calefacción que les permita bañar con agua caliente a los pequeños. Y he tenido el impulso de llamar. Porque le he puesto rostro, nombre y dirección a una necesidad cotidiana. Porque me están pidiendo un favor a través de la tele y mi economía doméstica no se va a resentir por prescindir de 20, 50 ó 100 euros.
Y he pensado en cuántas familias vivirán situaciones aún peores y seguirán siendo anónimas e invisibles porque, por mero criterio televisivo, nunca llegarán a ser los protagonistas de ese cuento de hadas… Y en qué será de ellas cuando se desvanezca este boom televisivo. Y he llegado a la conclusión de que todo seguirá como siempre, porque con o sin crisis, las enfermedades, las necesidades y las penurias siempre han existido y existirán.
Y he vuelto a tener el impulso de llamar y hablar con la presentadora y aconsejar a la dirección del programa que, de vez en cuando, se acuerde de mencionar a las asociaciones que desde hace décadas trabajan desinteresadamente y sin ánimo de lucro para cumplir con la misma función de arrimar el hombro. Quizá pudiera invitar al plató a alguno de sus miembros para que explicaran los casos con los que se enfrentan a diario y las veces que tienen que negar una ayuda porque nadie les llama para donar esos euros, los que cada uno pueda, porque, como repite la presentadora hasta la saciedad, Entre Todos podemos hacer mucho.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios