¿Eres víctima de los celos? ¿Alguna vez has probado ese brevaje que sumerge al que lo prueba en una marea de emociones? Creo que la confianza en uno mismo y el sentido del humor son dos formas de afrontar este gran dolor. La infidelidad está en la naturaleza del ser humano, y es muy difícil amar sin que aparezcan los celos.
No es necesario que pienses que puedes perder a tu pareja, lo que sientes es perder la exclusividad que tienes. Y te sientes muy seguro de que el otro no te dejará y ponerte celoso… Te asusta perder tu posición, sus atenciones, los piropos y, quizá, a lo que puedes dar más importancia es a la exclusividad sexual. Estos miedos te crean confusión entre el enfado, la tristeza y la ansiedad. Eso sí, estos miedos te vuelven confuso, y si estás celoso, estás celoso y no piensas. Sobre todo te preocupa tu exclusividad sexual. No quieres perderla.
¿Cómo trabajar los celos? Lo mejor para evitarlos es empezar a confiar en ti mismo y en la otra persona. Sabéis que los celos son un síntoma de inseguridad; al menos eso se suele decir, ¿no? Cuanto más inseguro estés, más fácilmente aparecerán los miedos, la poca cosa que eres… junto al que está a tu lado. Piensas que empezará a sospechar y descubrirá quién eres realmente, y te dejará. Y es que temes que tu pareja conozca a otras personas, y temes que se dé cuenta de que son mejores que tú y termine por dejarte.
En terapia, sean hombres o mujeres -porque los celos no saben de sexos- trabajamos con la autoestima y con la seguridad, que son la base fundamental de los celos, además de otras cosas. Importante en la práctica, enfrentar los pensamientos irracionales, que están constantemente inundando su mente. Todo empieza por el teléfono que refleja llamadas o mensajes de otros o de su pareja, una tras otra, que no coge… ¿Qué estará haciendo?, se pregunta el celoso.
Se cabrean, se ponen cada vez más nerviosos y se imaginan que está con otro. Muchas veces no tienen ningún motivo para desconfiar, y lo reconocen, pero si se disparan sus ideas negativas, todas van en la misma dirección y no son capaces de controlarlas. Después del ataque de celos y de comprobar la realidad de una pareja que no intenta engañarle, aunque empezaba a estar harto…
La parada de pensamiento está recomendada, por eso la enseñamos, además de la reestructuración cognitiva para superar los celos, dos técnicas psicológicas que explicaré brevemente.
En la parada de pensamiento se trata de que identifiques emociones negativas que utilizas como un aviso o una señal de que tus pensamientos son insanos y debes interferir en tu diálogo interno, parar tu pensamiento, quitándole importancia, y dejar de darle vueltas a estos pensamientos.
La reestructuración cognitiva consiste en que aprendas estrategias para preguntarte por qué tienen validez esas emociones perturbadoras que haces con algo que crees y para que aprendas a tener pensamientos alternativos: ¿esto significa que siempre está con otra persona?
No espero que sólo leyendo esta explicación breve seáis capaces de hacer la parada de pensamiento, y menos la reestructuración cognitiva. Parecen sencillas, pero son complicadas de llevar a la práctica y de integrarlas, más de lo que pueda parecer.
En la mayoría de los casos no son justificables los celos, son elucubraciones personales que tienen que ver con las inseguridades de cada uno. Aunque no son así todos los casos. Hay veces que nosotros mismos somos, con intención o sin ella, los causantes. Ponemos a prueba la seguridad de la pareja.
Con intención, muchas veces, y siguiendo el consejo de una amiga que te incita a darle celos a tu chico. Conocemos cómo los antiguos señores, para calentar sus relaciones amorosas, dejaban caer un guante femenino y así despertaban los celos de su amada. Así se provocan peleas, enfados, grandes broncas y alguna vez, no muchas, él se ha vuelto más cariñoso y aprende a poneros en valor.
Durante la terapia sexual he tenido casos así en disfunciones como la ausencia de orgasmo de ella durante la penetración, que han dado pie a comentarios de él hasta llegar a convencerla de que ella tiene un problema. La comparan con otras amantes anteriores que llegaban, según él, a tener cinco orgasmos. Cuando lo que ellos buscan en realidad es tener una posición de poder sobre ella.
Para eso, o alardeo de mis virtudes -piensan ellos- y recalco lo bueno que soy en la cama y el éxito que tengo con las mujeres, con lo cual me subo yo; o bajo a mi pareja, le hablo de sus defectos y de la suerte que tiene de estar conmigo. Mientras, la culpo de los problemas que tenemos y la insinúo que tiene un problema sexual.
También hay personas, tanto hombres como mujeres, que no quieren provocar celos, pero su actitud y su comportamiento siembran la duda. Me refiero a personas que para evitar conflictos esconden y mienten con ligereza de manera habitual. Marian, una mujer de 31 años, vino a mi consulta con Sergio, que es su pareja, pasando dos años de angustia por celos y desconfianzas provocados por mentiras constantes. Más tarde conoció a David y le ocultó la existencia de Pedro, un amante anterior, por miedo a que no entendiera la relación de amistad que tenían.
Sabemos que cada uno tiene su forma de pensar y hacer las cosas, y si cuando le cuentas algo a tu pareja ella se siente molesta por tus decisiones es posible que opte por hacerlo sin contártelo… Es probable que con el tiempo puedas cambiar ese egoísta “te quiero” por ese generoso “te amo”.
Autora del libro El sexo, magia para tu cuerpo
Tf.: +34 639 555 994
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