Cuando imparto charlas o talleres de musicoterapia muchas personas me preguntan cuál es la mejor música para relajarse. Bien podría dar una lista de innumerables canciones que figuran en internet, pero, si soy sincera, la respuesta no es tan fácil, teniendo en cuenta que no me gusta dar ninguna receta musical y que la música puede tener un efecto único sobre nosotros; lo que a unos les relaja, a otros no.
Sabemos que la música tiene efectos a nivel fisiológico, y es fácil percibirlos en nuestro cuerpo cuando aumenta el ritmo cardiaco y experimentamos cambios en la respiración, etc. A raíz de allí, podemos escuchar melodías para disminuir el estrés o para estimularnos. Muchos dicen que para que suceda esto debemos considerar el TEMPO musical; es decir, canciones de ritmo lento o pausado para acceder a la calma, y melodías rápidas para motivarse.
Este concepto es muy general, y puede que en la mayoría de los casos funcione, pero a través de mi experiencia como musicoterapeuta he podido comprobar que no a todas las personas el concepto de música para relajarse al estilo New Age les va bien. Ponerse música en casa para mejorar el estado de ánimo no es lo que los musicoterapeutas llamamos musicoterapia, pero puedes utilizarlo sin problemas, porque esos sonidos te ayudarán a lograr dicho objetivo. El estímulo musical que elijas enriquecerá tu proceso sensorial y cognitivo, y favorecerá la disposición al cambio.
De la alegría al miedo
Un aspecto muy importante a tener en cuenta en la elección de canciones de relajación es saber que la música es un sistema de comunicación emocional y tiene la capacidad de evocar sentimientos como la alegría, la tristeza, la tranquilidad, el miedo, la nostalgia, etc… Sí, estoy incluyendo la tristeza y el miedo, que son emociones desagradables, pero que también puedes experimentar con determinadas melodías.
Muchas personas tienen una melodía asociada a alguien especial, a una situación o momento concreto; si queremos incitar a la relajación deberemos optar, entonces, por aquellas melodías que nos generen eso. La clave está, así, en que primero debemos buscar y escuchar música para saber qué nos provoca y qué nos sugiere y, a partir de ello, seleccionar. Puedes confeccionar una discoteca a tu gusto, en el formato que quieras y tenerla a mano para cuando la necesites. Existe gran cantidad de música en el mercado con diferentes ritmos y géneros, puedes ir a alguna tienda de discos o puedes tener un primer contacto con melodías y compositores a través de internet.
¿En qué momento podemos escuchar la música para relajarnos? Puedes escucharla cuando puedas, quieras o cuando la necesites, y puedes evaluar cuál es el momento más adecuado: antes de dormir, a mediodía, mientras vas en el transporte público, en situaciones puntuales cuando sientas estrés, etc.
Aquí lo que importa es que optes por aquel tipo de música que, cuando la escuches, te predisponga a aliviar tensiones; te darás cuenta enseguida de su efecto. Pon atención en lo que sientes, respira profundo y reconoce cómo tu cuerpo se afloja, y si al cabo de unos minutos los sonidos que percibes son de tu gusto, la melodía te evoca emociones agradables y placenteras y la canción en general hace que te sientas mejor ¡has logrado tu objetivo! Unos minutos al día pueden marcar la diferencia en tu salud en general, y si lo puedes combinar con alguna técnica de relajación como el yoga, experimentarás una mejora considerable.
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