La neuroestimulación auditiva

Nuestro cerebro emite una serie de impulsos eléctricos que llevan información a través de las neuronas; dichos impulsos se denominan ondas cerebrales, que se miden en Hertzios y tienen menor o mayor actividad dependiendo de la acción que se realice.

A raíz de la invención del electroencefalograma, han surgido numerosos trabajos científicos que investigaron la relación de los comportamientos de las ondas cerebrales con los diversos estados de conciencia (concentración, sueño profundo, estado de alerta, somnolencia, etc.).

El científico Robert Monroe, a través de varios estudios tecnológicos, identificó unos patrones de sonidos específicos que generan ciertos efectos a nivel cerebral y creó una técnica llamada Neuroestimulación Auditiva, que se utiliza para:

♦ la mejora de los procesos emocionales,

♦ facilitar el sueño y

♦ aumentar el rendimiento mental, entre otros.

Actualmente, una de las músicas más difundidas para tal fin es la denominada Hemi-Sync© (Hemispheric Synchronization). Traducido al español, este término hace referencia a la sincronización de los hemisferios cerebrales mediante sonidos determinados llamados tonos binaurales. Trataré de explicar sin tecnicismos este concepto para que lo entendáis fácilmente: son dos sonidos muy parecidos, uno para cada oído. Estos se escuchan simultáneamente, se mezclan y crean un tercero que se percibe como una vibración en estéreo de baja frecuencia que, a su vez, armoniza las ondas cerebrales.

Para que el cerebro pueda percibir esta ilusión auditiva de latido, el uso de auriculares es indispensable, y debes desactivar de tu reproductor musical el modo Dolby. El siguiente gráfico es un ejemplo que resume este concepto:

La neuroestimulación auditiva comprende las ondas ALFA, que están situadas entre los 8 y 12Hz y se relacionan con el descanso y la relajación; las ondas BETA (entre los 14 y los 30Hz), cuando estamos concentrados y alertas, por ejemplo, llevando a cabo alguna tarea; y por último, las ondas GAMMA, que son patrones neuronales que se comportan de forma oscilatoria en el hipocampo, la corteza prefrontal y lóbulo temporal del cerebro, correspondiéndose mayormente con la memoria y el recuerdo.

Para acceder a un ejemplo sonoro sólo basta con escribir las palabras claves en la barra de búsqueda de Google; allí aparecerán varias opciones, entre ellas: los sonidos binaurales propiamente dichos o diferentes melodías con los pulsos binaurales de fondo que consiguen el mismo efecto a través de una experiencia sonora más atractiva (se recuerda el uso de audífonos).

Como la neuroestimulación es una técnica que implica el uso de ondas de sonido para modificar las ondas cerebrales, es importante advertir que NO pueden utilizarla aquellas personas que tengan problemas de epilepsia, trastornos psíquicos y de personalidad. Según los especialistas, tampoco puedes hacerlo mientras conduces o trabajas con grandes maquinarias.

También es bueno saber que la neuroestimulación auditiva no cura y tampoco sustituye a los tratamientos médicos. Es conveniente estar bien informado antes de realizar cualquier experiencia musical prolongada o contactar con un profesional cualificado cuando se quieran modificar patrones de conducta más complejos. De todas formas, se puede experimentar el efecto binaural en casa, siguiendo unos simples pasos: luego de elegir la melodía (las hay gratuitas en internet o puedes comprarlas), tumbarse o sentarse relajadamente y con los ojos cerrados.

Antes de reproducirla, debemos asegurarnos de ajustar el volumen del sonido para que no esté demasiado alto. Y, por último, dedicaremos entre 8 y 10 minutos para disfrutar de esta práctica. Otra forma de hacerlo es poner este tipo de audios mientras trabajas en tu ordenador, escribes, meditas, estudias o descansas. ¿Te animas a probar?

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