“Quiero que la voz de los médicos jóvenes llegue con más fuerza ante las instituciones europeas”

Álvaro Cerame estudió Medicina en la Universidad de Alcalá, realizó un máster de Humanidades Médicas en el Kings College de Londres e hizo la especialidad de Psiquiatría en el Hospital Universitario José Germain de Leganés. En la actualidad, trabaja como psiquiatra en la Comunidad de Madrid y a partir de hoy liderará durante XX años la European Junior Doctors. El nuevo presidente de la EJD explica que “durante mi legislatura, quiero que la voz de los médicos jóvenes llegue con más fuerza ante las instituciones europeas” y estructura su programa de gobierno en cuatro pilares fundamentales: el cumplimiento de la Directiva Europea del trabajo, mejorar el bienestar y la satisfacción laboral en el contexto post-pandemia, enfrentar los desafíos demográficos sanitarios en Europa y mejorar la calidad de los sistemas de formación sanitaria especializada.

“No sólo trabajaremos en identificar problemas, sino en proponer soluciones prácticas y efectivas” – subraya.

En los últimos años, España ha tenido un papel cada vez más importante en la EJD, ¿qué supone su nombramiento como presidente de la EJD? Y, ¿qué significa para usted haber sido elegido?

Mi nombramiento como presidente de la EJD es una señal clara del crecimiento y protagonismo de España dentro de esta organización. Es el fruto del esfuerzo colectivo, bajo figuras destacadas como Domingo Sánchez, y el equipo cohesionado que ha liderado. Personalmente, ser elegido es un honor y una responsabilidad que no tomo a la ligera. Es la próxima etapa en un viaje que comencé hace más de una década en el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina y una oportunidad única para mejorar las condiciones de mis compañeros.

¿Cuáles son los principales problemas y desafíos a los que se enfrentan los jóvenes profesionales de la Medicina en Europa?

Nos encontramos en un momento crítico. Los jóvenes médicos trabajamos día a día con la escasez de profesionales en áreas clave, sistemas de salud que aún resienten el embate de la pandemia y condiciones laborales que a menudo conducen a la fatiga y descontento. Las jornadas prolongadas y la falta de descanso son preocupaciones notorias. Pero soy optimista; hay soluciones y estrategias que se están aplicando en algunos países, y debemos aprender y adaptar esas buenas prácticas a nivel europeo.

¿Qué medidas son las más urgentes para mejorar la situación laboral de los médicos jóvenes?

Primero y, ante todo, la evidencia científica nos señala claramente que la mejor manera de promover el bienestar profesional y prevenir problemas de salud mental y desgaste es mejorar las condiciones de trabajo. Es vital que reconozcamos y respetemos las normas de horas de trabajo y garantizar jornadas y períodos adecuados de descanso. Además, debemos adaptar la formación sanitaria especializada para que esté en sintonía con las demandas reales de los sistemas de salud. No podemos pasar por alto la importancia de establecer climas de trabajo centrados en las personas y en el paciente. La inversión en recursos humanos y la revisión de políticas públicas son pasos esenciales hacia un sistema sanitario más justo y sostenible. Si queremos unos profesionales resilientes y comprometidos, es imperativo que abordemos estas cuestiones de manera inmediata.

¿Qué balance hace de la Asamblea conjunta que se ha celebrado estos días en Murcia con la UEMO para la EJD?

La Asamblea en Murcia ha sido un hito importante. La colaboración con la UEMO ha reafirmado la necesidad y el valor de la cooperación con otras organizaciones médicas europeas. Además, aprobamos la declaración de Murcia sobre el rol decisivo de la medicina de familia en los sistemas sanitarios del futuro. Esta declaración no solo refleja la esencia de lo que defendemos, sino que marca una dirección clara para los próximos años. La cooperación interorganizacional y la unión en objetivos comunes serán esenciales para navegar los desafíos que enfrentamos.