Los hábitos saludables retroceden en la infancia respecto al 2019

El estado de salud de la infancia, y, por tanto, de la sociedad, ha ido a peor en los últimos tres años, según el estudio PASOS 2022-2023 de la Gasol Foundation –fundación de los hermanos Pau y Marc Gasol para prevenir la obesidad infantil.

Mientras que el nivel de obesidad y sobrepeso se mantiene en la población de 8 a 16 años en España, las variables de calidad de vida, uso de pantallas, horas de sueño, alimentación y actividad física empeoran respecto a la primera edición del estudio, que se presentó en 2019.

Situación preocupante

“Estamos frente a una situación extremadamente preocupante, con graves consecuencias a corto, medio y largo plazo”, ha afirmado Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation. “Estamos viviendo un deterioro acelerado de los hábitos de vida de los niños y niñas, especialmente entre aquellos que viven en situación de vulnerabilidad socioeconómica”.

Los resultados principales de la segunda edición de PASOS, que refleja una evidente peor salud en la infancia, se han presentado esta mañana en el auditorio del Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona, en un acto que ha contado con la participación de la doctora Anna Veiga, directora de la Fundación Probitas; la doctora Marta Segú, directora de la Fundación FCBarcelona —ambas, entidades colaboradoras principales del estudio—; así como Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation; el doctor Helmut Schröder, investigador sénior del Hospital del Mar Research Institute y coordinador del grupo 30 del CIBERESP; y el doctor Santi F. Gómez, investigador principal del estudio.

Crecen las desigualdades sociales en salud

Los resultados principales de PASOS, que amplían las conclusiones preliminares presentadas en enero por Pau Gasol, presidente de la Gasol Foundation, y Carolina Darias, exministra de Sanidad, vuelven a confirmar que la pandemia de obesidad infantil afecta en mayor medida a aquellos niños y niñas y adolescentes que viven en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Concretamente, un 6,7% más de la población infantojuvenil matriculada en centros educativos ubicados en una sección censal con una menor renta media por persona y año presentan obesidad.

La desigualdad social como factor que incide en una peor o mejor salud y hábitos en la infancia

Esta preocupante tendencia también se aprecia en el caso de la obesidad severa, que crece ligeramente en los entornos con un mayor porcentaje de pobreza infantil, mientras que en aquellas áreas con menor pobreza infantil, se reduce. Así, se confirma que en el corto periodo evaluado existe una tendencia al incremento de las desigualdades sociales con relación a las condiciones más extremas de la obesidad infantil.  

“La obesidad infantil es un reto complejo, que afecta a toda la sociedad: debemos hacer un esfuerzo decidido, contundente y multisectorial para frenar esta problemática social que va mucho más allá de la salud pública”, ha comentado el doctor Santi F. Gómez, director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation e investigador principal del estudio PASOS. “Prevenir y reducir la obesidad infantil significa dotar de oportunidades a los niños y niñas para crecer de forma saludable, y avanzar, así, en 14 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que están impactados por la obesidad”.

Resultados principales del estudio PASOS 2022-2023 

Los resultados principales del estudio indican que un 32,2% de niños/as y adolescentes declara tener problemas en relación al bienestar emocional. Este porcentaje ha crecido sustancialmente desde 2019, cuando se situaba en un 19,8%. Además, este crecimiento es mucho más acentuado para el género femenino (alcanzando el 40% en el 2022-2023), en la población adolescente (42,4%) y en la de mayor pobreza infantil (30,1%).

Al mismo tiempo, en los últimos tres años, la percepción de los niños/as de su propio estado de salud se ha deteriorado considerablemente y disminuye en más de 6 puntos (en una escala de 0 a 100). Este decremento alcanza casi los 9 puntos para la población de menor nivel socioeconómico, tanto según el nivel de renta media por año como según nivel de pobreza infantil. 

Más tiempo frente a la pantalla

Respecto al uso de pantallas, el promedio es elevadísimo tanto durante la semana (193,9 minutos de promedio al día) como los fines de semana (288,4 minutos), cifras que superan los datos del 2019-2020, donde la situación ya era preocupante. Una situación similar se produce cuando analizamos las horas de sueño, ya que casi la mitad de los niños, niñas y adolescentes en España no cumplen con las recomendaciones de horas de sueño diario tanto entre semana como el fin de semana. El porcentaje de incumplimiento es mayor entre las participantes de género femenino (47,6 %) de lunes a viernes.

Menos deporte y peor alimentación

En cuanto a la alimentación, el nivel de adherencia a la dieta mediterránea retrocede respecto al 2019 hasta los 6,48 puntos en una escala de -4 a 12 puntos. Solamente un 37% de la población infantojuvenil alcanza un nivel alto de adherencia a la dieta mediterránea, una reducción de más 3 puntos respecto al 2019-2020; mientras que un 12% ya presenta un nivel bajo, un incremento de casi 2 puntos respecto al 2019-2020. El deterioro en los hábitos de alimentación también es mayor en la población de menor nivel socioeconómico. 

En el caso de la actividad física, el promedio de minutos dedicados a la práctica de actividad física moderada o vigorosa ha disminuido en 7,4 minutos para el género femenino y en 7,1 para el masculino respecto al 2019-2020, lo que significa una reducción de unos 50 minutos semanales. Dicho deterioro es superior en los entornos con un mayor porcentaje de pobreza infantil, ya que implica una disminución promedio de casi 14 minutos al día menos de actividad física moderada o vigorosa. Esto supone casi 100 minutos a la semana.