A la hora de preparar una jornada de playa o piscina, junto a la toalla, el agua y la protección solar, en la mochila siempre hay que dejar hueco para la seguridad. Como se recuerda desde Cruz Roja, tanto la prevención en el agua como la prudencia en las zonas de baño son prioritarias para que nuestras vacaciones no acaben siendo un dolor de cabeza o un problema de grandes dimensiones, en el peor de los casos.
Cortes con basura y desechos, picaduras de insectos o contactos con medusas y hasta lesiones medulares causadas por malas zambullidas son algunos de los riesgos presentes en zonas de baño, incluso cuando hay bandera verde.
Por ello, desde la organización se recuerdan algunas recomendaciones básicas para que pasar el día en piscinas, ríos, playas o pantanos sea una experiencia totalmente redonda:
- Vigila a los niños y niñas en todo momento. Al llegar a uno de estos lugares, es lógico que reinen la alegría y las ganas de zambullirse, pero siempre hay que controlar a los más pequeños y no perderlos de vista.
- Procura bañarte en zonas habilitadas. No todos los ríos o pantanos permiten el baño. Es más, en algunos lugares está expresamente prohibido, porque puede entrañar numerosos riesgos para la salud, como ahogamientos, golpes y cortes o contacto con virus, bacterias, hongos y parásitos presentes en el agua. Otro consejo es que seas consciente de tus aptitudes para nadar; ante la duda, es mejor quedarse cerca de la orilla que adentrarse.
- Respeta las señalizaciones e indicaciones del equipo de socorristas. Estos profesionales conocen todo lo necesario sobre prevención de accidentes en instalaciones acuáticas, rescates y primeros auxilios, por lo que conviene hacer caso a su criterio siempre. Tampoco olvides prestar atención a las señales de seguridad de la piscina en lo referente a trampolines, palancas y toboganes.
- Si estás dentro del agua y no te encuentras bien, sal rápidamente. Puede que algo no te haya sentado bien o detectes algún tipo de calambre muscular. Ante la duda, es mejor salir y comprobar que todo está bien antes que quedarse inmóvil en el interior de una piscina, río o pantano, especialmente si no tocamos pie.
- Evita la exposición solar directa entre las 12:00 y las 16:00 horas. La principal causa de la insolación es, precisamente, una exposición prolongada al sol sin los protectores adecuados, ya sea una crema solar o una gorra. Los golpes de calor pueden ocurrir como consecuencia de un exceso de calor o de falta de hidratación. En cualquier caso, para evitarlo, conviene beber mucha agua y evitar exponerse al sol en las horas centrales del día.
- Evita comidas copiosas para facilitar la digestión. Si queremos pasar un día de 10 en la piscina, el río o el pantano, lo mejor es llevar una comida refrescante y ligera. Una vez hecha la digestión, conviene entrar en el agua de forma gradual.
- Antes de una zambullida, asegúrate de que el agua tiene suficiente profundidad. En muchas ocasiones, el agua nos puede engañar y hacernos pensar que es mucho más profunda de lo que realmente es. Conviene asegurarse de ello antes de lanzarse sin más, ya que podríamos golpearnos con rocas o ramas sumergidas. En la misma línea, si estás en un río o pantano, es mejor entrar en el agua con calzado apropiado, ya que puede haber rocas o barro que causen heridas en los pies.
- Comprueba que en la zona hay cobertura telefónica. Nadie quiere que pase nada malo, pero sucediera, es necesario llamar a los servicios de emergencias oportunos. Por eso, siempre es recomendable asegurarse de que existe cobertura telefónica en el sitio elegido, por si tuviéramos que hacer una llamada urgente. En la misma línea, procura ir siempre en compañía o, en caso contrario, informar a familiares o amistades de tu ubicación.

Un dispositivo de 1.000 profesionales para garantizar un baño seguro
Desde Cruz Roja se recuerdan estos consejos coincidiendo con el inicio de la temporada de playas, en la que la organización despliega a más de 1.000 profesionales de salvamento para velar por un baño seguro en 220 playas españolas. Socorristas acuáticos, personal sanitario, conductores y conductoras, personal de embarcaciones estarán presentes en 68 municipios, la mayoría costeros.
Durante la pasada temporada de baño, Cruz Roja atendió a más de 39.100 personas en playas, pantanos, lagos y ríos de la geografía española. Aunque la mayor parte de las asistencias sanitarias están relacionadas con picaduras, esguinces, luxaciones y otras curas, el componente medioambiental también forma parte de la intervención de Cruz Roja en las playas del país.
Así, la sensibilización a la población y la movilización de recursos para la recogida de plásticos y limpieza de playas son otras de las acciones destacadas en el dispositivo.
Además de las tareas de atención de primeros auxilios y salvamento, Cruz Roja también participa en la localización de personas extraviadas, un servicio que que necesitaron 585 menores en la anterior campaña.

Baño adaptado
Asimismo, en 37 de las 220 playas en las que Cruz Roja estará presente hasta el mes de septiembre, la organización humanitaria despliega recursos humanos y materiales para hacer posible que personas con discapacidad disfruten también de un baño seguro.
Ayudas técnicas con silla anfibia, muletas o andadores son algunos de los elementos con los que cuenta el personal especializado para permitir que las personas con movilidad reducida disfruten de este momento de ocio. Cerca de 16.000 personas con discapacidad o movilidad reducida pudieron disfrutar de este servicio en la pasada temporada, según los datos aportados por la entidad.
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