Varios estudios han mostrado los sentimientos de tristeza, depresión y baja autoestima son entre un 40 y un 50 por ciento más probables entre los niños y niñas que sufren acoso, particularmente cuando está basado en la imagen corporal.
Además, estas situaciones pueden generar barreras en el establecimiento de relaciones con los compañeros y aumentar su aislamiento social durante un periodo clave en el desarrollo de los menores. Así se recuerda desde la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), la Gasol Foundation y la Asociación Bariátrica Hispalis (ABHispalis), que han unido fuerzas “ante la creciente alarma social en torno al fenómeno del acoso escolar o bullying” y que han querido expresar su apoyo a los menores y a las familias “que sufren rechazo o son objeto de burla por cualquier característica física que, por supuesto, no define su personalidad”.
En este contexto, las tres entidades se comprometen a intensificar su trabajo “para promover la creación de entornos saludables y de respeto a todos los cuerpos, etnias y géneros que contribuyan a reducir el estigma de la obesidad”.
Según recuerda Federico Luis Moya, secretario de ABHispalis, el acoso escolar se define como “las acciones negativas que se producen de forma repetida en el tiempo cuando un alumno (o grupo de alumnos), de manera intencionada y muchas veces premeditada, causa un daño, hiere o hace sentir incómodo a otro alumno”. Atendiendo a los datos recogidos en diversas publicaciones científicas, estas conductas afectan más a los adolescentes con sobrepeso y obesidad, que tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso por este motivo, en comparación con sus otros compañeros.
Evitar la sobreexposición de las víctimas de acoso
Ante esta realidad, los representantes de la SEEDO, la Gasol Foundation y ABHispalis manifiestan su “rechazo absoluto a las conductas de acoso y daño a la autoestima corporal, que afecta a la salud física y mental de niños y adolescentes, y que también se extienden a la edad adulta”. Igualmente, subrayan la importancia de preservar la intimidad de las víctimas y evitar su sobreexposición en medios públicos y redes sociales para no contribuir a su revictimización. “Somos conscientes del trabajo que tenemos que hacer desde nuestra sociedad para educar en salud y explicar correctamente, y a todos los niveles, las dificultades que conlleva la obesidad”, señalan desde la junta directiva de la SEEDO.
Por su parte, Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation en Europa, se apunta la importancia de que las entidades que se dedican a la promoción de la salud tengan “una mirada sensible hacia el estigma alrededor del peso y ofrezcan recursos a todo el entorno de los niños y niñas para prevenir que estas situaciones se sigan repitiendo en nuestra sociedad”.
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