Las metanfetaminas, la cocaína, los opiáceos y el cannabis están asociados con una mayor probabilidad de desarrollar fibrilación auricular, según un estudio de 11 años en más de 23 millones de adultos publicado en European Heart Journal, una revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
Los riesgos del trastorno del ritmo cardíaco fueron elevados en los usuarios de drogas ilícitas, independientemente de los factores predisponentes establecidos, como la edad, la obesidad, el consumo de tabaco, el abuso de alcohol, las enfermedades cardíacas y la diabetes.
“Este fue el primer gran estudio a largo plazo que examinó la relación entre las metanfetaminas, la cocaína, los opiáceos, el cannabis y la fibrilación auricular”, dijo el autor del estudio, el profesor Gregory Marcus de la Universidad de California en San Francisco, EE. UU. “Los cuatro medicamentos se asociaron con mayores riesgos de desarrollar fibrilación auricular que muchos factores de riesgo convencionales, incluidos el colesterol alto y la diabetes. Esto indica que evitar estas sustancias podría ayudar a prevenir la afección”.
La fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco más común en todo el mundo. Los síntomas incluyen palpitaciones, dificultad para respirar, fatiga y dificultad para dormir. La fibrilación auricular aumenta cinco veces el riesgo de accidente cerebrovascular. La afección se asocia con un riesgo dos veces mayor de muerte en mujeres y un aumento de 1,5 veces en hombres. El tabaquismo y el alcohol se han asociado cada uno con una mayor riesgo de fibrilación auricular, pero las relaciones con otras drogas son poco conocidas.
Estudio con más de 23 millones de participantes
El estudio se realizó utilizando bases de datos de la Oficina de Planificación y Desarrollo de la Salud Estatal. El análisis incluyó a todos los adultos en California que no tenían fibrilación auricular y recibieron atención en un departamento de emergencias, unidad de cirugía ambulatoria u hospital desde el 1 de enero de 2005 hasta el 31 de diciembre de 2015. El estudio incluyó a 23.561.884 participantes. De ellos, 98.271 consumían metanfetamina, 48.700 cocaína, 10.032 opiáceos y 132.834 cannabis. Un total de 998.747 participantes (4,2 %) desarrollaron fibrilación auricular incidental durante los 11 años del estudio.
Los investigadores analizaron las asociaciones entre el uso de cada sustancia y un nuevo diagnóstico de fibrilación auricular después de ajustar los factores que podrían influir en la relación, como la edad, el sexo, la obesidad, el tabaquismo, el abuso de alcohol, los ingresos, la presión arterial alta, la dislipidemia, la diabetes, y enfermedad de las arterias coronarias. El uso de metanfetaminas se asoció con un riesgo casi duplicado de fibrilación auricular incidente, con un índice de riesgo de 1,86. Los cocientes de riesgos instantáneos correspondientes a los opiáceos, la cocaína y el cannabis fueron 1,74, 1,61 y 1,35, respectivamente.
El profesor Marcus dijo: “Aunque el vínculo fue más débil para el cannabis, todavía se asoció con una mayor probabilidad de un nuevo diagnóstico de fibrilación auricular que los factores de riesgo conocidos como la dislipidemia y la diabetes, que tenían índices de riesgo de 1,26 y 1,24, respectivamente. El consumo de cannabis conllevaba un riesgo relativo de fibrilación auricular incidente similar al del consumo de tabaco, que tenía un índice de riesgo de 1,32″.
Cantidad de drogas y frecuencia de uso
Los investigadores también investigaron el impacto de la cantidad de drogas y la frecuencia de uso. Los participantes que usaban dos o más drogas ilícitas tenían 1,63 veces más probabilidades de desarrollar fibrilación auricular que los que usaban una sola droga. En cuanto a la frecuencia, los participantes drogodependientes tenían un riesgo similar de fibrilación auricular que los usuarios episódicos.
“En un análisis de un tamaño sin precedentes, hemos demostrado que los usuarios de drogas ilícitas tenían un riesgo sustancialmente mayor de fibrilación auricular en comparación con los no usuarios. Más del 60% de los pacientes con fibrilación auricular tienen una calidad de vida significativamente deteriorada, y los accidentes cerebrovasculares relacionados con la afección a menudo son fatales o incapacitantes. A medida que algunas regiones toman medidas para legalizar el cannabis recreativo y adoptar leyes más indulgentes sobre el uso de otras drogas ilícitas, nuestra investigación sugiere precaución y la importancia de difundir información sobre los daños potenciales”, añadió el profesor Marcus.
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