Sanidad constata que existe “una posibilidad real” de que la variante británica del SARS-CoV-2 esté asociada a una mayor gravedad y letalidad

Esta variante se encuentra presente en España, y en algunos lugares donde se han realizado estimaciones de incidencia, está aumentando rápidamente. Según el documento, hasta el día de ayer, fecha en la que se emitió el documento, en nuestro país se han notificado más de 400 casos confirmados de esta variante en 14 comunidades autónomas: Madrid, Andalucía, Cantabria, Baleares, Comunidad Valenciana, Asturias, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Galicia, Extremadura, Navarra, y Cataluña.

Además, se están analizando muestras de otros positivos  sospechosos en el Centro Nacional de Microbiología y los laboratorios designados de las CCAA, y desde Islandia se ha comunicado la detección de cuatro casos de esta variante en turistas procedentes de Canarias. La variante fue detectada también en aguas residuales de Granada el 17 de diciembre del 2020.

Aunque en un primer momento la mayoría de los casos detectados estaban relacionados con el Reino Unido, varias CCAA han informado ya de positivos en los que no ha sido posible establecer un vínculo epidemiológico. Asimismo, las estimaciones de prevalencia realizadas en varias CCAA arrojan datos preliminares que apuntan hacia una clara expansión de la variante B.1.1.7.

Como se reconoce en el informe realizado por el CCAES, su presencia en nuestro país “puede condicionar un aumento de la incidencia y, posiblemente, de la tasa de hospitalización y la letalidad en las próximas semanas”.

En este punto, la actualización publicada por el Ministerio de Sanidad constata que el riesgo de que se produzca un aumento progresivo de los ingresos hospitalarios asociado a la cada vez mayor circulación de la variante es “elevado, tanto por el aumento de la incidencia como por el aumento de la gravedad” de las infecciones.

A este respecto, el documento hace referencia a varias publicaciones científicas e informes técnicos que apoyan la hipótesis de un aumento de la capacidad de transmisión de la variante británica que oscila entre el 30% y el 30% con respecto a las que circulaban previamente.

Del mismo modo, destaca que aunque inicialmente la variante B.1.1.7 “no se asoció a cambios en la gravedad de la enfermedad”, estudios más recientes indican que podría estar vinculada “a un incremento en la letalidad” en todos los grupos de edad. Así se recoge en un comunicado del Grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes del Reino Unido (NERVTAG) sobre las estimaciones de riesgo relativo de letalidad de esta variante frente a otras, si bien los cálculos en los que se basan corresponden a estudios no publicados. El rango de los riesgos relativos estimados en los diferentes análisis es de entre el 1,29 y el 1,91.

Por otro lado, y respecto a la preocupación existente sobre la posibilidad de que la variante B.1.1.7 pudiera escapar a la protección conferida por las vacunas frente a la covid-19 disponibles en estos momentos, el informe del Ministerio de Sanidad señala que los estudios realizados hasta la fecha en laboratorio indican que la nueva variante “no afecta a la capacidad de neutralización de los anticuerpos en personas inmunizadas con pautas vacunación completas, por lo que es probable que se mantengan las eficacias estimadas” de las vacunas en uso. 

Otras variantes de interés

El documento publicado este viernes por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias incluye una referencia a la aparición de otras dos variantes con mutaciones en la proteína de la espícula del SARS-CoV-2, también asociadas a un aumento de la transmisibilidad, las conocidas como variantes sudafricana y brasileña. Aunque en el informe se indica que no hay constancia de ningún caso de esta última variante en España, ayer mismo la Comunidad de Madrid comunicó la detección de un positivo en un hombre que llegó al aeropuerto de Barajas el pasado 29 de enero.

En relación con la sudafricana, perteneciente al linaje B.1.351 y denominada 501Y.V2, se explica que no hay evidencias de mayor virulencia, pero “algunos estudios muestran una disminución de la capacidad de neutralización de sueros de pacientes convalecientes, por lo que preocupa que pueda producir un mayor número de reinfecciones o reducir parcialmente la eficacia de las vacunas”. Por ello, algunas empresas productoras de vacunas han iniciado el desarrollo de nuevas formulaciones que incluyan las mutaciones presentes en esta variante”.

Hasta la fecha, han sido detectados más de 700 casos en 28 países fuera de Sudáfrica, entre ellos España, donde el pasado 21 de enero se comunicó el primer positivo de la variante B.1.351 en una persona que había viajado a Sudáfrica; desde entonces, señala el informe, se ha notificado otro caso en Cataluña.

Mientras, la variante brasileña presenta 12 mutaciones en la proteína de la espícula, entre ellas la mutación N501Y (como la variante británica y la sudafricana) y la mutación E484K (como la variante sudafricana), “que podría estar asociada a un escape a la neutralización por anticuerpos monoclonales”.