La vida es la que me regala ilusiones: Ver el amanecer de un nuevo día, el sentir junto a los seres queridos, evolucionar como personas y como ser humano.
No podré comprender jamás la imagen creada por una ilusión, sin la sensatez de apreciar la realidad. Porque muy asociada a la ilusión está la decepción.
Cierto que regresar a un estado emocional, como el de sentirse consciente, es motivo suficiente por el que ilusionarse. Me ilusiona el vivir, el sentirme humana y aún mejor persona cada amanecer, valorando las cosas más pequeñas e insignificantes que me ofrece la vida.
Dentro de unos días se cumple otro aniversario de mi resurrección de entre los vivos y… volveré a levantar el cuenco de porcelana de Macao con la infusión de té puro que aún conservo del último viaje a la India, para brindar por mi vida y por la vida de todas las personas buenas que hoy día están luchando por superar el cáncer. Si yo sobreviví (vivo sin páncreas y sin otros órganos) ustedes también tienen motivo para celebrar ese poder es querer con arpegios de ilusión. Cambiar la visión de la vida y no olvidar jamás que para volar alto necesitamos dejar fuera el exceso de equipaje. Y a vos, señorita Irene Montero (Ministerio de Igualdad) le pregunto: ¿No le remuerde la conciencia, no se le cae la cara de vergüenza gastar más de veinte millones de euros en su peculiar “plan estratégico” mientras la Sanidad en España está en posición decúbito supino y que debería ser competencia del Estado? ¿Qué chiringuito es ese de Ministerio de Igualdad? Solo corruptos y sinvergüenzas pueden derrochar así la plata de todos los españoles, en tiempos de la miseria y sufrimiento, mientras miles y miles de enfermos no saben el año en el que van a poder entrar en un quirófano y si cuando les llamen no será ya demasiado tarde.
Se presenta un invierno muy crudo y con anuncio de pulmonías y otras dolencias para los pobladores proletarios españoles (entre los que yo me encuentro) que no podrán calentar sus casas, aunque el termómetro marque los grados bajo cero. Mientras, un gobierno malo o bisojo entregará a los jóvenes de 18 años cuatrocientos euros de vellón para que se compren videojuegos, a sabiendas de que los mismos crean adicción, estrés, comportamientos antisociales, problemas en la vista y en los oídos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha añadido el desorden por videojuegos a la lista de problemas mentales. Despilfarran la plata del contribuyente en viajes de placer para pasear por la Quinta Avenida de Nueva York y para la investigación tan solo llegan las migajas. Por favor: ¡Que se pare el tren que yo me bajo de inmediato!
Esta sobreviviente de cáncer de páncreas se creía inmortal porque… desde adolescente me he cuidado hasta límites insospechados, pero no es menos cierto que he dormido muy pocas horas porque soy de esa raza especial que para hacer una carrera tuve que trabajar y estudiar a la vez. Al gobierno de España no tengo que agradecerle ni un solo libro de texto.
En mi profesión siempre he tenido un área peligrosa, con dedicación exclusiva y libre disposición, que me ha mantenido al pie del cañón casi veinte horas diarias durante tres décadas (he trabajado mucho, pero he disfrutado aún más, sin una sola baja laboral y sin faltar jamás al trabajo) hasta que un día me sentí indispuesta y tuve que acudir a Urgencias del Hospital Universitario de Salamanca (pensando que tenía sarampión) y ya no pude salir (los niveles de bilirrubina estaban disparados) porque resultó ser cáncer de páncreas, con muy pocas posibilidades de sobrevivir. Y yo, que la deformación profesional (el tufillo periodístico) siempre me ha llevado a leer a doble página (como Quevedo), miraba a mis hermanos desde la cama del referenciado centro asistencial (que ellos sí sabían la gravedad del caso) y no me percaté, ni por un momento, de que me estaba muriendo.
En la vida todos los excesos pasan factura (los míos siempre fueron el trabajo que me llevó a no dormir más de tres horas diarias durante demasiadas décadas). Pero aquel “pagarés” imprevisible traía el sello personal de un joven cirujano salmantino que puso el alma, su gran profesionalidad y el coraje para devolverme la vida, esa vida que estaba a punto de apagarse: El doctor (cinco estrellas y muchos luceros) Juan Sánchez Tocino y a su equipo les debo el que yo hoy siga acá celebrando la vuelta a la vida: Gracias por ayudarme a continuar ganando batallas en esta guerra que es el cáncer. Miles de gracias al veterano oncólogo Dr. Germán Martín. A mi gran amiga la doctora Concepción Medina, a todos los sanitarios, que sin tener alas en los costados son capaces de volar muy alto.
Como decía Lucía Benavente, esposa del joven periodista y poeta vallisoletano, Miki Naranjo, que falleció hace dos años víctima de cáncer: “Gracias vida. Hoy miro atrás y tengo tanto que agradecer… Gracias por los aciertos me han demostrado de lo que soy capaz. Gracias por esos pequeños fracasos me han demostrado que puedo volver a empezar. Gracias a los momentos de tristeza me han demostrado lo fuerte que soy. Gracias a los momentos felices he aprendido a valorar las pequeñas cosas”.
Y en este nuevo aniversario de mi resurrección digo: Gracias por mi salud me muestra cada día lo afortunada que soy de haber encontrado en mi camino a unos ángeles con batas verdes, con batas blancas, que me devolvieron a este planeta.
Para vos, Mar Yuste, joven madre salmantina que en estos momentos lucha “contra un mar de confusiones” (con una positividad increíble) decirte: Sigamos batallando compañera de lucha, porque las mejores canciones están aún por cantar. Si yo he salido, vos también saldrá. Un brindis por la vida.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios