Tomó las riendas de la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca hace algo más de seis años, así que la crisis y la contención presupuestaria han marcado su gestión hasta el momento, aunque asegura que mantiene “la ilusión del primer día”.
Bienvenido de Arriba insiste en destacar y valorar el compromiso y el esfuerzo demostrados por los profesionales en estos “momentos convulsos”, y también en la necesidad de avanzar en la implantación de medidas que hagan “sostenible” el sistema sanitario para garantizar su calidad y su carácter público. Una de ellas es el traslado de once facultativos de zonas rurales a centros de salud urbanos y semiurbanos, que hará que unos 15.000 ciudadanos de la provincia tengan que cambiar de médico.
Afirma que en Atención Primaria “no hay listas de espera” y que los centros de salud proyectados en Prosperidad y El Zurguén son “el horizonte hacia el que avanzamos”, y reconoce que la espina que tiene clavada actualmente es la ubicación del equipo de San Juan en el edificio que ocupaba el Servicio Territorial de Sanidad, un tema que ya le gustaría ver resuelto.
¿Qué balance hace de estos años de crisis en relación al funcionamiento de la Gerencia de Atención Primaria?
Es importante destacar el compromiso y el esfuerzo realizado por todos y cada uno de los trabajadores que componen la Gerencia de Atención Primaria a la hora de mejorar la salud de nuestra población. En momentos convulsos y de crisis, cuando la percepción general pasa de ver el vaso medio lleno a verlo medio vacío, surgen importantes momentos para la innovación, para aprender, para subsanar errores cometidos y evitar que la Administración tenga bolsas de ineficiencia. Creo que es el momento de reordenar y hacer más eficiente nuestro servicio sanitario, sin mermar en ningún momento la excelente calidad que prestan los profesionales a los usuarios. De hecho, la Sanidad de Castilla y León, y la de Salamanca en paraticular, están muy valoradas, y esto es gracias al esfuerzo de los trabajadores, porque ellos son el eje, el principal activo que tenemos dentro de la Gerencia de Atención Primaria. Y aunque las medidas que se han tomado para mejorar el sistema no siempre han sido positivas para ellos, han respondido como el que más, siendo copartícipes a la hora de sacar esto adelante, de sostener nuestro sistema para que sigamos teniendo una Sanidad pública, gratuita y bien valorada.
¿En qué ha cambiado la estructura de Atención Primaria para ajustarse a estas necesidades de sostenibilidad y eficiencia?
Hemos tenido que ser capaces, los profesionales han tenido que ser capaces, de hacer lo mismo -o más- con menos. Nuestra misión es prestar la asistencia sanitaria de una forma integral, segura, de alta calidad y en beneficio de la cobertura de las necesidades de la población, tanto en el ámbito de la prevención, como del diagnóstico, la curación y la rehabilitación, para alcanzar una mejor salud de los ciudadanos de nuestra provincia. Hacer el sistema, no sólo más eficaz, sino también más eficiente, y los profesionales han sido conscientes de que, con menos recursos económicos, teníamos que hacer más. Es un momento coyuntural, marcado en el tiempo, y yo entiendo que repartir los beneficios es mucho más fácil que repartir los sacrificios, pero creo que ellos son los protagonistas de que, a nivel de sostenibilidad, estemos haciendo este esfuerzo para mantener nuestro sistema sanitario público.
¿Se han recortado prestaciones de la cartera de servicios?
No. Al contrario, la cartera de servicios va aumentando. La Gerencia de Atención Primaria se está haciendo más resolutiva en el uso de las tecnologías de la información (TIC), en la comunicación, en la digitalización, en pruebas, retinógrafos, ecógrafos, petición digital de analíticas, conexión digital con el Laboratorio del hospital… Realmente se están haciendo esfuerzos muy importantes a la hora de satisfacer las necesidades de los usuarios. También hay que pedir comprensión a los pacientes. El usario cada día es más activo, entiende más de derechos y exige más eficacia y rapidez, y también necesitamos esa alianza y esa retroalimentación con el usuario. Es muy importante seguir teniendo la Sanidad tal y como la tenemos, y así de valorada, dar prioridad real a determinadas cuestiones, entender que en un momento determinado a lo mejor no hay recursos suficientes para poder llegar a todo lo que nosotros quisiéramos, pero el horizonte sí lo tenemos dibujado, y es donde todos queremos ir, aunque en el momento de crisis en el que nos encontramos hay que saber marcar unos tiempos.
Da la sensación de que es difícil conseguir una cita para el médico de Familia para el mismo día que se pide o, incluso, para el día después. ¿Hay déficit de profesionales o es que no se sustituye lo suficiente?
Cualquier experto sabe que el gasto sanitario estaba disparado. La mayor deuda de las comunidades autónomas venía dada por la deuda sanitaria. Yo puedo encajar críticas, y alguien puede decir que estoy faltando a la verdad, pero en Atención Primaria no hay listas de espera. Es decir, cualquier patología urgente se ve; nuestros profesionales atienden todo aquello que llega, y si tienen que estar más tiempo, están. La normativa vigente, ya sea por parte del Gobierno autonómico o del nacional, establece un incremento de jornada de dos horas y media semanales, y también se contempla que los profesionales dediquen ese tiempo a absorber cobertura de ausencias. Otras comunidades llevan muchísimos años sin sustituir a los profesionales sanitarios; en Castilla y León sí se ha sustituido. Lo que ocurre es que, al centralizar la petición de cita telefónica a través de un call center, de internet o de la nueva aplicación para móviles, parece que a veces hay problemas para marcar una consulta el mismo día. Pero si yo voy a mi centro de salud o hablo directamente con el profesional de la zona administrativa de mi centro, se me va a atender o se va a forzar una cita, aunque esto no puede ser ilimitado. También es cierto que existen determinadas épocas de mayor demanda por ciertas epidemias o por un incremento en la curva de enfermedades respiratorias, por ejemplo, lo mismo que otras veces sucede todo lo contrario y no se llenan los huecos existentes en la agenda. Pero cualquier patología se atiende. No obstante, sí es cierto que se está sustituyendo menos de lo que se sustituía.
¿Pero se está sustituyendo menos o se han suprimido las sustituciones?
No, se está sustituyendo menos. Por ejemplo, sustituimos menos en el ámbito urbano durante el periodo estival porque hay una menor demanda; lo contrario ocurre en determinadas zonas básicas de salud rurales. Intentamos no sustituir aquello que está organizado y se puede programar, porque los profesionales también tienen que hacer una cobertura de ausencias para cumplir con el incremento de jornada. Pero se está sustituyendo, y en momentos determinados nos quedamos sin lista de profesionales sustitutos.
Existe un proyecto para redistribuir el personal facultativo y trasladar once médicos de la zona rural a áreas urbanas y periurbanas ¿En qué momento se encuentra este plan?
Es un proyecto autonómico, no una cuestión exclusiva de esta provincia. Son once médicos, en una primera fase, y creo que es importante que este Plan de Reordenación de Recursos Humanos vea pronto la luz. Estamos hablando de una redistribución de los recursos existentes para situarlos allí donde está la población, es decir, allí donde se demandan. De las 334 demarcaciones médicas existentes en nuestra provincia, más del 50% no alcanzan el cupo óptimo ideal, y tenemos muchos profesionales que asumen menos de 200 tarjetas sanitarias. Aunque sólo sea por casuística, yo creo que la sociedad, hoy más que nunca, demanda el uso racional de los recursos de los que disponemos, y el plan de ordenación viene a homogeneizar las cargas asistenciales, reordenar los distintos cupos y trasladar esos recursos excedentes de determinadas Zonas Básicas de Salud (ZBS) a aquellas que son deficitarias para rebajar los cupos asignados a cada profesional.
¿Cuándo se pondrá en marcha el plan?
Pronto. Ponerlo en marcha es una estrategia y un compromiso de la Consejería de Sanidad y del Gobierno regional. Creo que es importantísimo y que verá muy pronto la luz.
¿Qué sucederá con los consultorios de los que se sustraen médicos?
La población tiene que tener muy claro que en ningún momento se va a bajar la intensidad con la que acudimos a esos consultorios locales, y con ello me refiero al número de días y al tiempo. Lo que sí podremos es modular horarios. Al final, en vez de ser el profesional A, quizá será el profesional B, pero nadie se va a quedar sin ese derecho básico que es tener acceso a un profesional de la salud. A lo mejor un médico que llevaba 200 tarjetas tiene que hacerse cargo de 400, las suyas y las de otra demarcación asistencial, pero lo que queremos es dotar de contenido esas demarcaciones asistenciales. Estamos hablando de eficiencia y de racionalidad. No podemos permitirnos los lujos de tener facultativos con muy pocas tarjetas sanitarias, pero hay que tener cierta calma, porque en ningún momento la población va a quedar desatendida.
¿Qué zonas se reforzarán con estos once médicos?
La Alamedilla, Garrido Sur, San Bernardo, San José, Sancti Spíritus, Universidad-Centro, Periurbanas Norte y Sur y Ciudad Rodrigo.
Esto supondrá una redistribución de las tarjetas de estas Zonas Básicas de Salud. ¿Cuánta población tendrá que cambiar de médico?
Pues si tenemos en cuenta que los cupos quedarían en unas 1.400 tarjetas por médico, unas 15.000 personas pueden verse afectadas por un cambio de facultativo en toda la provincia, cerca de 10.000 en la capital. Pero la población tiene que entender que esto se hace para usar más racionalmente los recursos y para rebajar el número de usuarios adscritos a cada facultativo, lo que redundará en tener más tiempo de atención y mayor accesibilidad.
¿Este plan de ordenación se hace pensando en las infraestructuras actuales de Atención Primaria o se tienen en mente esos dos proyectos que quedaron aparcados con la crisis, que son los centros de salud de Prosperidad y El Zurguén?
En momentos en los que hay que constreñir, hay cuestiones que los ciudadanos entienden. Es un horizonte que está ahí y hacia el que guiamos nuestros pasos. ¿Que estos tiempos han marcado un enlentecimiento y todo se ralentiza? Cierto, pero nuestro horizonte sigue siendo el mismo, y la planificación está dentro de nuestro ámbito de gestión del día a día.
El plan director del hospital también se paralizó y ahora que parece que ha mejorado un poco la disponibilidad presupuestaria se vuelve a retomar. ¿Existen posibilidades a corto plazo de que suceda lo mismo con estos dos centros de salud?
El plan director del hospital es algo vital para nuestra provincia y para la Atención Primaria. Es importantísimo que se desarrolle lo antes posible. Creo que hay unos plazos marcados, que se ha producido una reactivación del proyecto, y eso es esencial para nuestra provincia. En cuanto a los proyectos de Prosperidad y El Zurguén, yo creo que en el futuro sí se retomarán. Personalmente, hay varios temas que me gustaría que se resolviesen, como el centro de Prosperidad, cuando toque, el de El Zurguén, el de la ZBS de Calzada de Valdunciel y la nueva ubicación del centro de salud de San Juan. Entiendo que nuestra planificación está ahí, y considero que tenemos que ir dando los pasos necesarios hacia ese horizonte.
¿Se dará algún paso en 2014?
Yo espero que para el centro de salud de San Juan sí. Es lo que me gustaría. Hay un compromiso de la Consejería de Sanidad que sigue vigente y a mí, personalmente, me gustaría que este tema ya estuviera resuelto, aunque por distintos factores todavía no lo está.
¿Qué pasará con las actuales instalaciones de San Juan?
Nosotros tenemos un proyecto en el que se contempla la ampliación del centro de salud en la planta baja del edificio del antiguo Servicio Territorial de Sanidad, en la avenida de Portugal. Lo que priorizamos y entendemos plausible a todas luces es que esa sea la ubicación del equipo de Atención Primaria de San Juan, por actividad, por ser un centro docente, con un gran número de residentes… Es lo que el sentido común dicta, también en cuanto a accesibilidad. Estamos hablando de una ZBS que atiende a cerca de 17.000 usuarios.
¿Los centros de Prosperidad y El Zurguén a más largo plazo, entonces?
Sí. Creo que es importante mantener lo que tenemos. El presupuesto total de la Junta de Castilla y León para el año 2014 contempla más de 3.000 millones de euros, y más del 43% de los créditos disponibles por las consejerías corresponde a la de Sanidad. De los que corresponden a derechos básicos, es decir, Sanidad, Servicios Sociales y Educación, más del 55% es para Sanidad, lo que evidencia la prioridad que tiene para la Junta. Aquí no se han cerrado centros de salud, ni Puntos de Atención Continuada, ni se han barajado experimentos y debates, como en otras comunidades autónomas. Aquí hay un compromiso firme por el sistema público, y creo que lo importante es hacer una Sanidad pública sostenible y perdurable en el tiempo.
Uno de los proyectos que generó cierta polémica en su día fue el del cierre de los centros de salud urbanos los sábados por la mañana y la unificación de la atención urgente en el centro de salud de La Alamedilla. Después de casi dos años de implantación, ¿qué balance hace de aquella decisión?
Desde mi punto de vista, el proyecto ha sido muy positivo, con el refuerzo que se realizó del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Creo que la resolutividad y que los usuarios sepan dónde acudir y que va a haber recursos para prestar la asistencia han sido positivos. No se ha producido ningún tipo de reclamación motivada por el cierre de los centros de salud urbanos los sábados. Teníamos una serie de recursos ociosos y, de hecho, ya antes los sábados por la tarde había que acudir al SUAP ubicado en La Alamedilla. Yo creo que así hemos unificado y centralizado más la cobertura. Se puede hacer demagogia por estas cuestiones, pero yo creo que ya ni nos acordamos de aquello. Con la cosa pública hay que tener especial cuidado, y yo soy de los que entiende que hay que explicar las iniciativas, reconocer cuando erramos y ser permeables a otras voces diferentes a la nuestra para aprender de ellas, pero con el tiempo creo que esa medida ha sido un acierto.
Muchos padres se preguntan por qué no hay un servicio de Atención Primaria urgente para patologías pediátricas que permita no saturar las Urgencias del hospital con patologías banales…
Cara al próximo año, habrá nuevas iniciativas por parte de la Consejería de Sanidad en relación a las urgencias pediátricas, porque se está pilotando en alguna provincia un plan de atención pediátrica telefónica. Actualmente existe un sistema, que es el del Servicio de Urgencias Pediátricas ubicado en el complejo hospitalario, donde pediatras adscritos a la Gerencia de Atención Primaria también realizan guardias. Para poder mantener Pediatría en los servicios de Urgencias de Primaria haría falta un número elevadísimo de pediatras, que tampoco existe. En nuestra provincia tenemos 39 pediatras, 35 de equipo y cuatro de área, pero muchas provincias no tienen cubiertas las plazas de Pediatría con pediatras, sino con médicos de Familia, que al final tiene una competencia integral para conocer todos los tramos de edad.
¿Como valora el proyecto de unificar las Gerencias?
Es una nueva forma de organización, y entiendo que es una cuestión también inminente. Creo que hay que racionalizar los recursos de la Administración, las estructuras gerenciales, y no sé si se llamará Gerencia Única, Gerencia Unificada o de otra manera pero, se llame como se llame, lo importante es la coordinación entre los distintos dispositivos y los distintos niveles asistenciales, tanto hospitalarios como de Atención Primaria. Esa coordinación es importantísima, para orientar la cobertura asistencial hacia una gestión de procesos, hacia una asistencia sanitaria integral, y para ello es prioritario que no exista ningún tipo de traba ni obstáculo burocrático que pueda menoscabar o paralizar esa interacción. Es una fórmula organizativa que ya se ha realizado en otras comunidades autónomas y en otras provincias de Castilla y León, y en principio yo creo que con buenos resultados, perdiendo esos temores por parte de los profesionales y otorgando a los dos niveles asistenciales el protagonismo real que se merecen en recursos y en toma de decisiones.
¿En qué se traducirá este cambio en Salamanca?
Habrá una única Gerencia, con una estructura que desconozco, porque se trata de decisiones de carácter centralizado, desde donde se estructuran los órganos periféricos. La propia Gerencia Regional de Salud ha aligerado los recursos existentes, haciendo el mismo trabajo con menos profesionales, y entiendo que, por derivación, lo mismo tiene que hacerse en la nueva estructura organizativa que se pretende implantar.
¿En qué lugar dejarían al gerente de Atención Primaria esas modificaciones?
Yo siempre digo que sé cuándo entro, pero no cuándo salgo. Esta cuestión no me ocupa en este momento. Lo que nos compete ahora mismo es dirigir todos nuestros esfuerzos a desarrollar una mejora continua que permita intentar alcanzar el mejor grado de salud de la población, la mayor resolutividad. Personalmente creo, y es una opinión personal, que desde la Atención Primaria se humaniza el sistema sanitario, y considero que, como puerta de entrada al sistema, tiene que tener el protagonismo que merece.
Otra fórmula novedosa y no exenta de polémica son las futuras Unidades y Áreas de Gestión Clínica.
Las Unidades de Gestión Clínica (UGC) tienen un objetivo, que es dar mayor autonomía y capacidad de decisión a los profesionales para que organicen su trabajo de forma que permita obtener mejores resultados. Creo que debemos huir de determinados prejuicios, y ante esta nueva propuesta o fórmula organizativa, considero que es bueno y positivo incrementar la capacidad de decisión de los profesionales sobre su propia actividad, porque que particien en la gestión de los recursos que utilizan es importante para hacer una Sanidad pública sostenible y valorada. Supone poder reactivar nuestros servicios sanitarios, y creo que puede impulsar alianzas entre los distintos niveles asistenciales. Y también es esencial ser explícito, y recordar que las UGC tienen un carácter voluntario y de utilización racional de los recursos con los que contamos, que no son entidades con personalidad jurídica propia y no suponen una modificación del régimen laboral de los profesionales.
El consejero de Sanidad confirmó hace unas semanas que en Salamanca hay algún servicio y centro de salud con interés por este nuevo modelo organizativo. ¿Podría avanzar cuál es?
Es cierto que hay un equipo de Atención Primaria que ha expresado su voluntad de formarse en relación a las UGC, aunque yo tengo la sensación de que se está a la espera de que salga el decreto, porque entiendo que puede haber más conjuntos de profesionales interesados. Es más, hace años hubo experiencias positivas dentro de Atención Primaria con los pactos de autogestión. Creo que habría varios equipos de Atención Primaria cuyo producto, a nivel de actividad, de cobertura, de formación, de resultados en cartera de servicios, de uso racional de los recursos humanos y económicos, de gasto farmacéutico y de determinados parámetros, les hace estar muy preparados para poder utilizar esta nueva fórmula de organización. Urbanos, semiurbanos y rurales. Cuando se publique el decreto los distintos equipos, servicios y unidades podrán optar.
Estamos a punto de cerrar 2013 y es época de balances. ¿Qué han supuesto para usted estos seis años al frente de la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca?
Tengo el honor de dirigir la que para mí es una de las mejores Gerencias de Atención Primaria, no sólo de Castilla y León, sino del país. Tengo la suerte de trabajar día a día para tratar de mejorarla, y personalmente es una gran satisfacción hacerlo con el grupo humano que forman los más de 1.150 profesionales de la Gerencia, que día a día tienen ese compromiso por la mejora continua de nuestro grado de salud. Eso no sale de un gestor ni de un equipo directivo, ahí confluyen muchos factores, y el eje son los profesionales de un sistema que se arbitra alrededor de los usuarios. Es cierto que hay sinsabores, que hay decisiones que no se entienden, que a veces hay que implementar determinadas cuestiones sobre las que incluso tienes dudas, pero creo que tengo suerte, mucha suerte.
¿Podría decirme uno de los logros que más le han satisfecho en este tiempo y qué espinita se le ha quedado clavada?
Mi mayor espina ahora mismo es la ubicación del centro de salud de San Juan. Y mi mayor satisfacción, haber contado, contar y poder seguir contando con el trabajo, el compromiso y el esfuerzo de los profesionales que componen la Gerencia de Atención Primaria. Insisto, y parece que suena a palabras bonitas y envolventes, pero realmente la gestión o el camino seguido por la Gerencia no hubiera sido posible sin ellos.
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